[La Estética]

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Los dos caminaban por las calles de la ciudad para buscar una estética, aunque curiosamente Leviathan llevaba su cabello totalmente recogido con un gorrito de lana rosada.

A pesar del tremendo calor que hacia ese día, a ella no le importaba, preferia mil veces ser la atención entre la gente al verla con algo cálido para un dia como ese que ser la atención por llevar el cabello totalmente mal cortado. Se arrepentía por ello.

X, al principio vio innecesario que su hija le pidiera recoger su cabello y cubrirlo con una gorrita. Se resigno a los berrinches de su hija, aunque le preocupaba el calor que ocasionaría a su pequeña.

Llegaron a un establecimiento con un letrero grande con luces rojas y azules "ESTÉTICA".

Entraron y sintieron sus cuerpos siendo abrazados por el aire acondicionado del lugar.

Estilista: Buenas Tardes, ¡Que calor, eh! -Recibio con un simpático saludo una joven alta, cabello negro, con un delantal negro especializado para el corte de cabello. Lo que llamo la atención a la pequeña Leviathan es que la joven traía muletas.

Nunca habia visto algo " primitivo" para la época para la que estan, la tecnología habia avanzado drásticamente que pensaba que esas cosas no existían.

X: Buenas Tardes, Señorita, y si, concuerdo con ello —respondio X rascandose la nuca—.

Estilista: Bien, ¿En que puedo ayudarles? —preguntó la joven mientras acomodaba unas revistas en una repisa—.

X: Em, quiero que le corte el cabello a mi hija, de manera que quede parejo, bueno...—respondio algo dudoso—

Y procedio a retirar la gorra de su hija, retirar la liga de su cabello y soltarlo, dejando a la vista el mal corte de cabello.

Estilista: ¡Ay Dios!, bueno, no hay que alarmarse, ya se como acomodarselo, no se preocupe, Señor —respondio calmada, ideando varios cortes que quedaría bien para la pequeña—.

La joven indicó a la niña que se sentará en alguno de los asientos, más precisos de los altos para facilitar el trabajo.

Leviathan se le complicaba un poquito subirse, asi que X se apresuró para ayudarla a sentarse.

Estilista: Vamos a ver —le coloca una larga bata que se aprocha en la parte del cuello— ¿Esta apretado?

Leviathan: No, solo que se siente raro esta cosa —respondio mientras movia el cuello de un lado a otro—

Estilista: Descuida, es normal que te sientas incomoda, pero veras para que es su uso —le coments simpatica—

La mujer comenzó a rociarle agua a su cabello, solo para poder desenredar su cabello con su peine.

Leviathan miraba como la mujer, a pesar de llevar muletas, podia hacer su trabajo con normalidad y mantenerse en equilibrio. Su mirada era tranquila, su maquillaje no estaba mal para el corte de cabello que ella tenia.

Se sentia más relajada cuando la mujer pasaba sus dedos por sus azulados cabellos, desenredandolo como cuidado, a pesar de que habia uno que otro jalón por lo enredado y seguramente, restos de chicle, le ocasionaban un dolor en el cuero cabelludo.

Estilista: Y dime, pequeña, ¿Por que te cortaste asi el cabello? Digo, por curiosidad, seguramente lo hiciste por que estabas jugando, me imagino —respondio más para si misma que para la niña—.

La pequeña se quedo sin habla, miró a un lado, para ver a su padre, notó que este estaba distraido con una revista, sentado en un gran sillón de cuero.

Tal vez no escucharia. Eso penso.

Leviathan: Bueno, algo asi... Yo... Me pelee con una niña de mi salón...—respondio sincera, de todos modos, no habia razón para mentir—.

Estilista: Oh ya veo... Y me imagino que... —fue interrumpida al insante—

Leviathan: Me pegó un chicle... Y soy fea —respondio cabizbaja—

Estilista: No digas eso, no eres fea, bueno, viendote, no lo eres, pero ¿Sabes, pequeña? —formulo la mujer mientras empezaba a pasar las tijeras— Lo fisico es lo de menos, a veces, la gente bonita por dentro es mala, la gente "fea" a veces es la mas hermosa por dentro, y al revés, no se si me entiendas —responde un poco apenada—

La niña solo dio un ademán de no entender muy bien del todo.

Estilista: Lo que quiero decir es que, no importa como eres por fuera, como te vistas, camines y demás, lo que importa es que por dentro tengas un buen corazón, eso me decia mi madre, que eso... Hace a la gente maravillosa —suspiro con nostalgia al recordar algo de si misma—.

Leviathan, entendio un poco más, aunque, aún tenía dudas de ella misma.

Leviathan: Significa que si tengo buen corazón, ¿Me dejaran de molestar? ¿Tendre amigas? —respondio esperanzada—.

La mujer, se quedo sorprendida de aquellas preguntas, por inocentes que sean, tenian algo claro: La niña sufre de bullying y por lo cual, no ha tenido amigos.

X, escuchaba todo lo que decian desde que la subió al asiento, se sentía mal, sintió que estaba fallando como padre, por una parte, se sentia culpable de que su hija sufria por el acoso escolar y sufrir soledad.

Dentro de él, le decía las mil formas de solucionarlo y más mil de que es un mal padre. Sacudió su cabeza psra escuchar la conversación de las dos.

Estilista: Pues, depende, puede que te dejen de molestar si las ignoras o las reportas a tiempo, tú no debes permitir tal acoso, y si alguien llegara a juntarse contigo, veras que si, alguien llegará y te va a querer con todas tu virtudes y defectos, los amigos hacen sacar lo mejor de una persona —responde con una sonrisa—

La pequeña le devuelve el gesto a traves del espejo.

Aunque, la mujer se sentía algo angustiada, ¿El padre sabrá de la situación de su hija?.

La mujer terminó con su trabajo, orgullosa de su trabajo.

Leviathan tenia un corte de cabello bien acomodado, a pesar de no tener más su largo cabello, estaba satisfecha con el nuevo look que tenia. Le gustaba mucho.

La mujer le quito la bata, y la niña bajo rapidamente del asiento de un salto y corrio a ver a su padre.

Leviathan: Papi! Mira, mira, ¿me veo bien? —respondio emocionada cuando sacudio su cabello—.

X, quedo maravillado, pero no más maravillado cuando su pequeña llego al mundo.

X: Te ves hermosa, mi niña —sentencio con sinceridad, la sonrisa de su pequeña lograba quitar la tristeza del más deprimido—

Leviathan: Gracias papi —sonrio alagada—

Leviathan devolvio la mirada a la joven mujer y le dio mil gracias. La mujer se conmovió al ver tal felicidad de la niña.

Después de que X le pagará a la estilista, la mujer no lo penso dos veces y toco el hombro del reploid.

Estilista: Tiene una buena hija, cuidela mucho, Señor —respondio de forma tranquila mientras le regalaba una sonrisa—

X se sorprendio, él también no se esperaba algo asi, pero se alegro al escuchar unas buenas palabras.

X tomo la mano de su hija y salieron del establecimiento.

Y esta vez, Leviathan  llevaba el gorrito en las manos.

•°Padre e hija°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora