ATRAPADA #UniversoAwards

Capitulo 5

―Yo... ¿qué paso, Caperucita? ¿Te comió la lengua el lobo? ―Me mira de una manera burlesca y lanza una carcajada.

― ¿Qué? No, es que yo...

―Eres una mentirosa. ―Lo miro y no entiendo a qué viene eso.

― ¿Qué?

―Que eres una mentirosa, pequeña. ―lo dice mientras se recuesta en uno de los casilleros.

―Discúlpame pero yo no soy ninguna mentirosa y no tengo ni la menor idea de porque me dice así. ―Le suelto de una sola vez.

―Uch, la gatita sacó las garras.

¿¡Qué?! ¿Me acaba de decir gatita a mí? Nadie me dice gatita y él no va hacer la excepción. ―Escúchame bien pedazo de idiota, yo no soy ninguna gatita, mi nombre es...

―Alaia, lo sé.

―Correcto, mi nombre es Ala... ―De un momento a otro todos mis sentidos vuelven a mí y capto me acaba de decir ¡Alaia! ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Cómo es posible que se acuerde de mí? ¿Será que recuerda la cachetada?

―Ehhh sí, este tú... te dijo, digo hablaron y ya... ―Lo último lo digo en un susurro que apenas se escucha.

― ¿Que si me acuerdo de lo que me hiciste? ―Se me queda viendo con sus ojos color miel.

―Sí. -―Se lo suelto de una sola vez y bajo la mirada.

Así pasaron unos segundos hasta que siento su mano rodeando mi rostro y mi cuerpo se tensa, lentamente levanta mi rostro hasta que nuestras miradas se conectan. Por un segundo me quedo perdida en su mirada hasta que habla y tengo que volver a la realidad.

―Aún tengo la duda, hasta cuando me volverías a dirigir la palabra. ―No puedo creer que tenga una sonrisa tan hermosa.

―Ahhh sí.... eso...

―Sí, eso. ―Me arrincona contra los casilleros.

―Es que bueno, tú fuiste un idiota y yo no podía y... ―No puedo creer que estoy nerviosa otra vez.

―Oye tranquila, si se podría decir que disfruté nuestra salida.

― ¿En serio? ―Ni yo me creo eso.

―Bueno sí, ninguna chica antes me había golpeado, por lo general todas se mueren por abrirme las piernas. ―lo dice una manera tan pero tan arrogante.

En enserio todo estaba tan bien hace unos segundos. ― ¡Eres un maldito narcisista, déjame sola! -Lo empujó lo más lejos de mí.

Avanzo lo más rápido que puedo de ese cavernícola y a lo lejos escucho su risa.

―No huyas gatita, por más que lo hagas ya te tengo atrapada. ―Eso es lo último que escucho antes de salir de ahí.

Dios definitivamente esté no ha sido mi día.

3 meses después...

«15 minutos, solo 15 minutos», me repito a mí misma. En tan solo 15 minutos podré ser libre, voy en el avión para Gales, bueno no solo yo, vamos todos los del instituto, pero para mí lamentablemente suerte al lado llevo a Isabella, la cual ahora mismo me está hablando de toda la ropa que se comprará a la misma vez que yo misma me digo que solo faltan 15 minutos.

La razón: le tengo pánico a los aviones. No tengo idea de dónde surgió, solo que desde que recuerdo no me gustan.

Cuando la azafata comunica que ya podemos salir soy la primera en salir corriendo sin importar si mis cosas quedaron atrás, yo solo me tiro al suelo besándolo.

La gente pasa a mi alrededor, mirándome como si estuviera loca pero la verdad eso no me interesa en ese momento.

Cuando levanto la vista miro como Isabella se va con sus amigas, la verdad no me interesa, mejor para mí. Así podré pasarla bien a solas, conociendo lugares sin una loca que solo quiera andar de tienda en tienda.

―Hola. ―Cuando miro quién me habla es Mijaíl.

Es un buen chico, su familia es rusa pero viven acá.

―Oh, hola Mijaíl. ―Le sonrío y puedo ver como en sus manos tiene mis cosas.

Él sigue mi mirada y nota donde estoy viendo y eso parece hacer que reaccione.

―Oh sí, claro, dejaste tus cosas así que las bajé por ti ―dice mientras me las entrega y yo con pena porque sé que se dio cuenta de mi pánico a los aviones. Bueno, no solo él, sino todos los pasajeros.

―Sí, muchas gracias.

―De nada. ―Me sonríe y nos quedamos un rato sin nada que decir hasta que a lo lejos sus amigos lo llaman.

―Hey Mijaíl, apúrate, ¿no? ―grita uno de ellos.

Mijaíl me mira y me dice: ― ¿Quieres venir con nosotros?

Su pregunta me toma por sorpresa pero rápidamente le respondo. ―No, no es necesario, ya tengo planes.

―Ok, está bien, que te vaya bien. ―Con eso se da media vuelta y se va con sus amigos.

Ok Gales, allá te voy...

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