Miro su celular soltó un suspiro, Taehyung le había insistido que esperara por él, salió de la universidad de prisa para no hacerlo esperar pero ahí estaba, lo llevaba esperando más de veinte minutos. Muchas chicas lo miraban y él solo mantenía su rostro con el ceño fruncido.
había cambiado su peinado levantando su flequillo y aclarado un tono más su cabello, pedido de Taehyung, sacó las manos de su chaqueta e hizo tronar los huesos de sus dedos, alzó la mirada y busco la cabeza café oscura de su novio, recordó que ya serían dos años juntos sonrió de la sensación, al fin había sonreído, aún que deba esperarlo por horas, seguía enamorado de ese león.
-¡Jungkook!—allí estaba gritando, de la otra acera, esperando que el semáforo diera en verde. Jungkook se acercó y abrió sus ojos, había cambiado el color de su cabello. Muchas chicas que estaban del otro lado de la acera miraban a Taehyung embobadas.
Tae sonrió pero avergonzado bajó la cabeza, le daba vergüenza el cómo su novio lo miraba, como si fuera a comérselo
La luz verde dio y Taehyung corrió, apenas llego donde Jungkook estaba lo miró al rostro, ahora debía alzar más el mentón ya que el menor estaba más alto
-hola amor
-te vez hermoso—y no esperó, Jungkook le daba igual donde estuviera. Besaba a su novio fuera donde fuera, poco a poco Taehyung se fue acostumbrando a ello, le daba vergüenza, le dio miedo en algunas ocasiones pero ya nada importaba, le encantaba las demostraciones de amor que Jungkook le daba, pequeñas pero perfectas. Cerró sus ojos y apretó sus manos en los brazos de Kook.
-gracias-dijo ruborizado
-¿vamos?
-vamos—entrelazaron sus dedos y comenzaron a caminar camino a casa
-hoy vi por Internet un departamento en arriendo
-¿sí?
-sipis, queda cerca de ambas universidades el viaje para ambos sería más corto y no gastaríamos tanto en transporte
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Despojado en tus manos
FanfictionLo miró durante años, sabía cosas de él. Siempre, cada mañana llegaba temprano para poder verlo en la biblioteca... ese sería su último año y debía hacer algo. Consiguió su número de teléfono, decidió que era hora de demostrarse de una manera distin...