He perdido la cuenta sobre los días que han pasado desde que supe lo que finalmente mi corazón se ha decidido a sentir, pero he empezado a ignorarte. Tratas de comprender qué es lo que ha cambiado pero no puedo decírtelo, no puedo decírtelo porque tengo miedo y temo infinitamente al rechazo. Sé que el sentimiento no es mutuo pero aun así trato de odiarte para dejar de sentirlo. Pero adivina: no puedo.
Sigo sin interpretar por qué tras tantísimos años de una sana e indefinible amistad he tenido que mandarlo todo a la mierda por un sentimiento vacío y desesperanzado. Creéme, me duele. Si por mí fuera volvería sin pensarlo a aquellos días en los que simplemente me dedicaba a reír tus bromas y tú las mías.
Pero como ya he dicho, es demasiado tarde, me he enamorado totalmente de ti.

ESTÁS LEYENDO
11:11
RomansaLa carta de despedida hacia una relación que sé que no voy a poder volver a tener.