El viaje

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Cogí al niño en brazos y me lo llevé corriendo al coche. Detrás de nosotros venían los padres del niño, por así decirlo. Cada vez se acercaban más.
-¡Acelera!
-¿Qué pasa Jack?
-Tenemos que movernos ya, vienen dos zombis.
Mi madre aceleró y nos alejamos rápidamente. Pero no iba a ser tan sencillo.

-Bueno Jack, ¿como se llama el niño?
-No tengo ni idea, creo que está asustado.
-Me... me lla... llamo Agustín.
-Encantado Agustín, yo me llamo Jack.
-Yo Marta.
-Y yo María, ¿cómo llegaste a ese callejón Agustín?
-Había ido con mis padres a comprar comida, cuando salí del súper abrí un bote de miel que habíamos comprado y me lo empecé a comer. Y de repente  aparece un oso amarillo persiguiendonos.
-Pobrecito, lo pasaste muy mal.
Si, mi hermana tiene mucha empatía.
-Por cierto mamá, ¿a donde vamos?
-A la casa de mi padre. Marta todavía no ha ido.
-¿Por qué no he ido?
-Bueno, a tu abuelo no le caigo muy bien.
¡Pum!
-¿Qué fue eso?
-Un golpe, muy, muy fuerte.
Cuando miré hacia atrás me quedé flipandp, literalmente. ERA Rayo McQueen.
-Esto tiene que ser una broma, ¿CÓMO? No lo entiendo.
Rayo McQueen estaba golpeandonos el coche,esto alucinante y a la vez terroríficó.
-Mamá, ¿qué podemos hacer?
¡Pum!
Obviamente  nadie se había bajado del coche.
-Una vez leí que el azúcar puede dañar un coche, ¿crees que...?
-Me toca ir a mi, ¿verdad?
-Si, yo cuido de Agustín y Marta.
Cogí azúcar de una de las mochilas y... como no, mi pala. Salí del coche dispuesto a destrozar a Rayo, claro, me daba pena aunque fuese un zombi.
-A ver Rayo, lo siento por esto pero, ¡ahhhh!
Rayo se había ido hacia atrás para luego venir hacia mi más rápido. Menos mal que me fui hacia un lado, aunque, me dio con el retrovisor  en el brazo izquierdo.
-No, ¿enserio?Esto me sonó a roto, bendita adrenalina.
Él volvió hacia mi para enbestirme, pero esta vez me metí debajo de él, ni yo se como lo hice, otra vez, bendita adrenalina.

Apocalipsis DisneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora