Apocalipsis Disney

Ni comprar tranquilamente se puede

-Mamá, ¿qué podemos hacer?
Si, esto no me solía pasar todos los dias, y desde luego no quería acabar siendo un cubito de hielo.
-¿Ves esa caja de alli?
-Si, espero que no sea lo que creo que es.
Pues si, efectivamente lo era, el plan era ir gateando con la caja encima de nuestros cuerpos para que Elsa no nos viese y marcharnos, ya teníamos bastante comida y no podiamos dejar a Marta y a Agustín fuera mucho tiempo, pero claro, no tuvimos en cuenta algo muy importante...
-Vale, movamonos Jack, gatea despacio, solo hay que seguir recto hasta la salida.
Crash.
Si, ese fue el momento en el que mi madre murió, una lanza de hielo atravezó a ella y a la caja, no nos dimos cuenta que los zombie eran capaces de oler.
-Ma... ma.
-Corre Jack. Nunca olvidaré esas palabras, ese tono en el que las pronunció, en su último aliento.Me quité la caja de encima y fui corriendo, pero no hacia la salida.
-Tu, reina del hielo.
Empuñé mi pala con las dos manos y corrí hacia ella mientras me lanzaba lanzas de nieve, eso solo me enfadó más, iba a vengar a mi madre.
-¿Eso qué es, escarcha?
Me puse detrás de ella con un veloz movimiento, si la adrenalina y el dolor de una perdida se juntaron y fue sorprendente el resultado.
Plaf.
Le golpeé con la pala en la cabeza y cayó al suelo, y yo con ella, pero para llorar.
Despues de llorar un rato me di cuenta de que asi no iba a hacer nada productivo y salí de ese sitio con los ojos llenos de lágrimas.
-Hola Marta, hola Agustín.
Lo intente decir con una sonrisa en la boca.
-¿Mamá?
-Mamá ya no está, esta descansando, bueno, vamos que nos queda mucho camino.
Subí al asiento del conductor y ya sabia que quedaba un largo viaje.