Apocalipsis Disney

Hace mucho frío aqui

-Tenemos que entrar con mucho cuidado, ¿vale? Vosotros dos quedaros aqui fuera, no es movais, mamá y yo entramos.
-Si, Jack.
Cogí mi pala y entré, había muchas taquillas para guardar mochilas, seguí recto, donde estaban las cajas de pago.
-Mamá.
-¿Qué?
-¿Tú no tienes frio?
-Ahora que lo dices, la verdad es que tengo un poco.
-Como pensaba.
Seguro que todo era por culpa de Elsa, nunca me ha gustado, tan fría. Y obviamente no iba a cambiar ni siendo un zombi. Mi madre y yo avanzamos con mucho cuidado hacia las conservas.
Pam.
-¿Enserio Jack, ahora tenias que tirar una lata?
-Calla, muevete, coge todo lo que puedas, hay que salir de aqui lo mas rápido posible.
Plaf, plaf, plaf.
-Algo se acerca, y rápido.
Cuando miré al final del pasillo no me lo podía creer, era Olaf, si es muñeco de nieve.
-Je, je,je, hola copio, ¿qué tal te va?
Al parecer no le gusto mi pregunta y vino hacia mi, pero sorprendentemente mi madre avanzó hacia él y le hizo la zancadilla.
-Mira muñequito, he visto tú película con mi hija cientos de veces, estoy cansada ya.
Y no se de donde se sacó un mechero y lo encendió.
-Mamá, esto pase lo que pase no se lo podemos contar a Marta.
Y empezó a quemar a Olaf, creo que estaba verdaderamente cansada de ver Frozen.
-¿Qué haz podido coger Jack?
-Siete latas de judías, cuatro de lentejas y tres de atún, la mochila es muy pequeña,¿tú?
-Bastante, pero vayamos a ver si hay bolsas para cargar más.
-Espera, ¿las bolsas no estaban en las cajas de pago de antes?
-Pues si, que despiste, vamos, Marta y Agustín tendrán miedo.
Mientras iba hacia las cajas de pago vi chocolatinas y, bueno, no pude coger algunas y guardarmelas en los bolsillos.
-Agachate Jack.
-¿Qué pasa?
-Ahi está Elsa, y creo que está de mal humor.