Se Mía [Editando]

*Parte IV*

Wow, chic@s!, en serio son geniales!!

Lograron los votos el mismo día...me encanta ver como esta mini novela se va haciendo conocida de a poco,y uds son realmente.....es que no tengo palabras!! ajdhask 

Por cierto, quería agradecer a todas las personas que votaron, por que eso significa que esta novela les importa y quieren seguir la historia.

Emm.. en multimedia les he dejado una pista MUUUY obvia del capítulo, hskhsk  ya entenderán porqué

Bueno, cumplo ...

....que lo disfruten ;)

***

¿Por qué llamaba a esta hora?, ¿qué quería?.

Martina ya lo había dejado, era bastante obvia la indirecta.

Ella ya no lo quería ver.

Mire hacía la puerta asegurándome de que Tini siguiera en lo suyo de en jabonarse...limpiarse...desnuda -Venga, no de nuevo. Todavía es muy temprano para que pase...eso-

El ruido de la ducha me confirmó de que seguía duchándose.

Agarré el teléfono y contesté bruscamente.

-¿Qué?

-Hola hermano- Dijo con la voz quebrada al otro lado de la línea. -Dime que está contigo- Susurra. -Maldito gigolo*, ahora se preocupa de su prometida-

-Claro- Dije en tono frío.-pero ahora ella ya no te ama, ni te quiere volver a ver, ni tampoco habrá boda. En serio hermano, ya descubrió tu infidelidad y yo realmente no puedo cubrirte más.- Negué con la cabeza, cómo si pudiera verme. -¡Oh! Además menuda sorpresita que me diste...¡Sere tío!- Me burle arrogante.

-No, no, no ,no...¡No!- Gritó el último no. -Eso no es cierto. Ella... ella todavía me ama, me quiere ver y habrá boda.-Dijo todo eso como si tratara de convencerse a sí mismo. -Monin...digo, la zorra esa esta mintiendo, yo no soy el padre de ese pequeño cabrón y..

-A ver, a ver.- Lo interrumpí a mitad de la frase. -Soporté tus malditas burlas de la adolescencia, tus malditos chantajes, te cubrí una infidelidad, soporté que...que me quitaras a Stephie, que me robaras..digo, que engañaras a Martina, y tu sabes bien que es mi mejor amiga, pero lo más estúpido que puedes hacer, y que no lo soportaré de ninguna manera, es que niegues a un hijo.- Fuí elevando la voz cada vez que enumeraba. -Esa es la peor vergüenza de un hombre. Así que por una vez en tu puta y corta vida ¡Se malditamente responsable!

Y..corte.

-¿Con quién hablabas?- Su melodiosa voz me sorprendió.

Me giré rápidamente y ella estaba ahí, en el umbral de la puerta que da al baño, con una toalla envolviendo su pequeño y curvilíneo cuerpo.

-Primero que todo, media vuelta y a ponerse ropa. Soy hombre y aunque anoche fue una mierda, yo no controlo mi cuerpo.- Dije sonriendo mientras caminaba hacia ella y empujaba levemente su espalda, para que entre a mi habitación.

A los cinco minutos, estaba de vuelta, vestida con su pijama. Claro, no tenía otra cosa, pero creo que ese fue un tiempo récord entre las mujeres.

-¡Dios!, ...como amo a esta chica-

-Ya, ahora sí.

-No, primero tenemos que desayunar.- Caminé hacía ella y le tome la mano, para arrastrarla hacía la cocina.