Una mentira que creyó desde él día que comenzó a tener consciencia y una culpa que no debería existir.
Kiara es una pequeña niña feliz, tierna y muy bonita para sus 13 años de edad. Vive sola con su madre y así es mas que suficiente.
¿Como te sentir...
-Puedes explicar esto?- dije en un tono tranquilo para no alterarla, en este momento no necesitaba pelear, necesitaba explicaciones.
Me miró por un segundo, levantó su frente con cara seria-Soy tu madre, hice lo que creí correcto para ti-
-Para mi?!? Solo pensaste en ti, nunca me tomaste en cuenta ni pensaste en como esto podría afectarme- grité, sentía ese molesto nudo en la garganta que se iba apretando más y más.
-Con todo lo que te di, con todo lo que tienes vienes a reprocharme. Sabes cuantas hijas morirían por tener todo lo que te di?- puso una asquerosa cara de indignación.
-Te faltó darme lo mas importante, que es la verdad- me levanté y me dispuse a ir a mi habitación.
Cuando crucé por su lado me tomó fuertemente del brazo.
-Ni se te ocurra decirle a alguien, tu no sabes lo mucho que me costó construir la vida que tenemos como para que la arruines.
Respiré profundo-No voy a seguir arruinando tu vida- me solté de su agarre y caminé rápidamente a mi cuarto.
Cerré la puerta, ya tenía mas que claro lo que debía hacer.
Tomé mi movil y le envíe un mensaje a Zoe.
Kiara: Estoy yendo a tu casa, cuando llegue te explico.
Zoe:claro, pasó algo malo?.
Kiara:luego te cuento, no te preocupes.
Guardé mi celular en mi mochila rosa, tomé algo de mi ropa y algunas de mis pertenencias. No pensaba quedarme mas tiempo con mamá, me voy a ir un tiempo hasta que se dé cuanta de todo el daño que me hizo.
Me puse el conjunto que mamá me había regalado para la fiesta, total ya no importa que me vean con el. No creo que tenga ánimos de ir a esa fiesta después de todo lo que pasó.
Seguía guardando mis cosas, abrí un cajón para buscar algo de dinero. Pero este se encontraba vacío a excepción de una foto en la cuel estabamos mi madre y yo cuando era pequeña.
Una pequeña lágrima salió de mi ojo pero la sequé rápidamente.
Tomé la foto y la guardé en la mochila la cual cerré y cargué en mi hombro.
Me dirigí a la salida y di un último vistazo a mi casa, sabía que me iría solo por unos días pero igual me dolía irme.
Cerré la puerta y comencé a caminar hacia la casa de Zoe. Pensé en dejarle una carta a mamá, pero eso le facilitarían las cosas. Quería que me busque, que se preocupe por mi al punto de preguntar casa por casa sobre mi paradero.
Miré hacia el cielo, este estaba estrellado y la noche estaba un poco fría. Me abracé a mi misma y seguí caminando en las calles solitarias.
Caminaba tranquilamente hasta que sentí un auto destras de mi. No quiero sonar paranoica pero me da miedo caminar sola por la noche. Comencé a ponerme inquieta cuando doblé en una calle y el auto también lo hizo, estaba por correr cuando sentí como me tomaban por los brazos y colocaban algo en mi nariz.
Intenté safarme, luché todo lo que pude pero poco a poco fui perdiendo fuerzas hasta que todo se volvió negro. ∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆🌌∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆
-Te pasaste con esta, de verdad cumples tus palabras-
-Te dije que te traería algo nuevo y ahí lo tienes, una pequeña niña de no mas de 15 años-
Escuchaba voces, pero no podía moverme. Sentía mi cuerpo anestesiado y cansado. Intentaba moverme pero no lo lograba.
-Toma lo tuyo, te doy el doble por no haberla lastimado. En lo general eras muy bruto con estas perras-
-Tu sabes motivarme a seguir trabajando-
Ambas voces masculinas rieron a carcajadas, me daba asco escuchar esas palabras. Pude abrir mis ojos y mover mis brazos, los cuales se encontraban sujetos con cadenas las que sonaron y llamaron la atención de los hombres.
-Dile a Mak que se despertó la zorra, tiene que venir a revisarla-
El otro hombre salió de la habitación, el que habló me miro de una manera extraña para después salir también.
En ese momento yo ya estaba temblando del miedo, solo quería ir a casa y decirle a mamá que la perdonaba. Quería ver a mis amigas y que me consolaran. Pero algo me decía que eso no pasaría.
Entró un chico a la habitación con un objeto extraño en la mano.
-Mala suerte la tuya pequeña escoria- alguien mas iba a insultarme?.
Me sorprendí cuando levantó mi sweater y bajó mi ropa interior.
-Q-Que haces?!?!- grité e intenté tirar una patada, pero mis piernas también estaban encadenadas.
-Que sorpresa es esta?- su mirada era de asombro- bueno, creo que el jefe quiere llamar a más tipos de público- Me Tomó de las piernas para apoyar mis rodillas en el colchón en él que me encontraba, a lo que respondí con un fuerte grito -Eres muy escandaloso!- golpeó fuertemente una de mis nalgas y una lágrima se deslizó por mi mejilla-Quedate quieto si no quieres que te abra ese lindo culo que tienes- dijo esto y colocó una clase de cuerda con una bolita en mi boca.
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Volvió a tomarme de las rodollas para apoyarlas en el colchón, su agarre ahora era mas fuerte y dolía. Sentí con lentamente introducía el objeto que traía con sigo en mi ano, a lo que salté y me quejé. Era muy doloroso, sentía como mis paredes luchaban por expulsar el pequeño intruso.
Sentí como una cantidad excesiva de saliva salía de mi boca y como mi cuerpo se sentía asqueado por los toques de aquél sujeto.
-Eres un pequeño niño virgen, se que apostarán mucho por ti. Lo que daría yo por probar este pequeño cuerpo virgen- dijo esta apoyando un raro bulto contra mi culo. Me desesperé y me moví frenéticamente lo que causó un fuerte ruido por parte de las cadenas.
-Mak, deja a la perra y ven a preparar a las otras!!- una voz gruesa se dejó escuchar. El chico me quitó los aparatos y se fue no sin antes mirarme de una manera que provocó que se me removiera el estómago.
Caí rendido en el sucio colchón mientras lagrimas rodaban por mis mejillas. Creo que desde ahora comenzaré a dirigirme a mi mismo como un hombre, tal vez eso intimide a todos estos desgraciados. OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO 1050 palabras 4/04/19
