7. te culpo a ti

1.8K 204 82
                                    

IU ; Through the night

Yokohama, Japón. 08 de febrero de 2019

Estimado Naruto

Hay algunas cosas que necesitas saber antes de poderte dar la cara...

Nunca fui como las demás chicas, y creo que no tardaste mucho tiempo en darte cuenta de eso. Mi niñez estuvo rodeada de personas adultas que se creían superiores unas a las otras. Puedo resumir mis semanas en clases privadas por las mañanas, actividades que mi madre decía "toda dama que se respete debe tomarlas" por las tardes, y largas oraciones antes de dormir. Durante mi adolescencia las cosas no cambiaron del todo. Mi vida social abarcaba a mis padres, los sirvientes y a los reporteros que venían a casa de vez en cuando para sacar notas y tomar fotografías de la maravillosa y ejemplar familia Hyuga.

Cuando cumplí 16 años mi padre hizo una cena porque dijo "ya es hora de presentarte a la sociedad", ahí fue cuando conocí a Utakata y a Hotaru. Ellos eran los hijos de íntimos amigos de papá, y como fue de suponerse, y como papá lo planeó desde antes de siquiera considerarlo de mi parte, Hotaru se convirtió en mi única amiga y Utakata en mi primer amor.

Mi padre no tenía ninguna objeción en contra de Hotaru porque venía de buena familia, aunque jamás se comportó realmente como una amiga, sé que sólo me utilizaba a su conveniencia y estaba conmigo por órdenes de sus padres. Entendí que nunca fue mi amiga cuando la comparé con la verdadera amistad que tengo con Sakura. Y, bueno, Utakata era como un príncipe, no sólo se veía como uno, sino que también se comportaba como todo un caballero. De vez en cuando llegaba con flores, me daba obsequios, realmente supo cómo endulzarme el oído. No tardó mucho tiempo en ganarse el respeto de mis padres, y, ellos no dudaron en darle el "sí" cuando pidió formalizar un noviazgo conmigo.

Por unos meses todo fue maravilloso. Tenía una amiga, y tenía un novio. Pero ciertamente, eso estaba muy alejado de lo que significa.

En mi cumpleaños número 17, mi padre me concedió un deseo que había ansiado durante largo tiempo: una fiesta común y corriente, con música, gente de mi edad, botanas, etcétera. Fue todo lo que no imaginaba, además de que nunca había asistido a una y no tenía idea de cómo eran. Papá invitó a todo el medio de televisión, políticos, empresarios... era, en su lugar, un banquete para celebrarse a él, no a mí.

Hotaru me convenció de escaparnos e ir a una fiesta de una conocida suya. Tenía miedo porque jamás había salido de casa sola y mucho menos sin el consentimiento de papá.

—No seas mojigata, Hinata. ¿Acaso no te aburre tu vida? Desde que dijiste que Hiashi te haría una fiesta supuse que terminaría en una reunión de trabajo. Por eso me previene antes; en el auto tengo una peluca, algo decente supongo, que puedes usar y así nadie te va a reconocer.

—Y... ¿y Utakata sabe de esto?

—Él está muy ocupado ganándose la herencia de tu padre. Tú tranquila, en dos horas estaremos de regreso y nadie se dará cuenta. Nadie va a notar que te fuiste, ya sabes, porque casi nadie te nota de todas formas.

Nadie me nota, dijo ella...

Hotaru me convenció. Me escapé de casa por la puerta grande y nadie se dio cuenta, ni siquiera Utakata o mi padre. Ella tenía razón... Tú también tenías razón. Yo no era más que la sombra de una mujer apagada, consumida en el martirio de un hombre que la tenía bajo su control, era una mujer gris sin ninguna gracia aparente más que la de ser una dama de clase, y cuando me vi reflejada en mi madre, me aterró convertirme en ella.

Ya sé lo que estás pensando. Escapar de casa y asistir a la fiesta de una desconocida, ¿Qué podría cambiar?

Me cambió todo, y no lo estoy reprochando.

1:31 AMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora