Drabbles AoKaga

Drabble 7

Muchos creen que los súcubos y los íncubos son como esos típicos demonios alados, con cuernecitos y cola. Nada más lejos de la realidad. Son demonios horribles, sí, pero su aspecto cuando se mueven por nuestro mundo no les delata en absoluto. Se esconden tras esta atractiva fachada para conseguir atraer y tentar a los mortales que se cruzan en su camino. Su única misión es atraer primero para atormentar después.
Existe la teoría de que estos demonios son descendientes de ángeles caídos que han degenerado en succionadores energéticos. Aunque también se dice que, en realidad, los íncubos y los súcubos son el mismo tipo de demonio, que adopta la forma de hombre o mujer según los gustos de su víctima.
Todo eso estaba fuera de la realidad de Aomine, un íncubo sin nada de suerte. Lo mandaron a seducir tanto a hombres como mujeres y no lograba. Ante tanto fracaso los altos mandos del inframundo dieron la orden de un entrenamiento con Kagami, uno de los íncubos con más experiencia que lograba seducir hasta al más casto de los humanos.
El único problema que tenían era que ambos eran muy orgullosos, y eso complicaba un poco el trabajo. Aomine no admitiría que aquel íncubo lo cautivo y Kagami no admitiría que se sintió atraído por aquel moreno. Hasta que cierto día les tocó seducir al mismo hombre y cada uno pensó que imaginaban uno al otro, pero la realidad fue otra.
Desde entonces ambos trabajaban juntos, pues Kagami sacaba lo mejor de Aomine y el moreno conseguía lo mejor para Kagami.