Behind the Scenes [KatsuDeku]

[01] ✨

—¡Kacchaaaaaaaan!

Sin respuesta.

—¡Kachaaaaaaaaaaaaaaaaan!

Sin respuesta por segunda vez.

—¡KACCHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!

El peliverde estaba comenzando a molestarse.

Chale, ¿ahora no podía acercarse a saludar a Todoroki porque el señor Rubia Musulmana se ponía celoso?

¡No señor! ¡Él puede saludar a quien se le pegue la regalada gana cuando él quiera! ¡Y él ya había acordado con Kacchan que iba tener tantos amigos como se le plazca y Katsuki no iba a detenerlo!

Ah, pero ahí está Don Celoso con sus celosadas.

—¿¡En serio te vas a poner así sólo porque Todoroki-kun me abrazó?!

Ahora se encontraba afuera de la habitación del rubio, gritándole cuidando que nadie estuviera cerca.

Si bien cuando se acercó a Todoroki y este para saludarlo lo abrazó, el cenizo no hizo nada, pero pudo notar como sus ojos se prendían con furia pura.

Y pues, ahí está, encerrado en su habitación, haciendo berrinches como si fuera una chiquilla.

—¡Kacchan! ¡Ya estás grande como para tus berrinches! ¡Abre ahora!— Gritó el peliverde molesto.

—¡No quiero! ¡Lárgate, vieja bruja!— Le respondió Katsuki sin pensar en las consecuencias.

Oh, que pendejo.

Cuando se dio cuenta de su error ya era muy tarde; Midoriya ya había tirado la puerta de un Smash.

Y ahora miraba al rubio con una mirada oscura. Y asesina.

—¿Cómo me dijiste, Katsuki?— Preguntó tranquilo el pecoso mientras detrás de ese tono había un monstruo que Katsuki pudo percibir perfectamente.

—A-Amor, perdoname. Y-Yo no quise llamarte así..— El rubio comenzó a acercarse a paso lento, extendiendo los brazos para intentar darle un abrazo a Izuku.

A ver si así lo perdonaba.

—Katsuki.— Volvió a llamar el peliverde, sonriendo sádicamente.

En ese momento, Kacchan sintió el verdadero terror.

—Tres meses sin hacer el amor, no digo más.— Sonrió amable Izuku y se retiró.

¡Claro que no! ¡Morirá de abstinencia!

—¡A-Amor!— Hizo un llamado de tristeza el rubio, cuando escuchó una voz del otro lado del pasillo.

Izuku y Katsuki se quedaron petrificados. El peliverde se volteó a lo tipo exorcista, y el rubio sólo lo miró nervioso.

—¿"Amor"?— Preguntó Kaminari, confundido.

—A-A.. A...— Izuku quería hablar, pero simplemente no salían palabras de su boca.

—¡A mordido una tarántula! — Soltó Katsuki molesto; pero su increíble angustia de ser descubierto estaba debajo de esa molestia, siendo escondida.

—¿Khé?— Volvió a preguntar el de mecha negra, aún más confundido que antes.

—A la madre de este idiota le mordió una tarántula, y necesitaba ayuda para un remedio.