O4

579 89 17
                                        

Despierto exaltado por el sonido de mi teléfono. Una llamada de Sofía. Al querer agarrarlo, preocupado por si se trataba de Matías, el teléfono se me resbaló de las manos y se cayó al piso, dos veces, también cuando lo quise levantar.

- ¿Rod? -Y sí, nena, me llamaste a mí, ¿quien más te va a atender?

- Uhm, sí, ¿qué pasa? -tengo la voz ronca de recién levantado y a duras penas se logra entenderme.

- Che, ¿podés venir a mi casa? Necesito hablar con vos.

- ¿Matías? ¿Está? -pregunto, con la esperanza de que me pase con él al teléfono.

- Si, estoy con él. ¿Vas a venir?

- Si, en quince estoy. -digo, y antes de que ella pueda decir algo, finalizo la llamada.

Me visto con una ropa adecuada a toda prisa.  Antes de salir de mi casa le llené un plato de comida a Tiki, solo espero que no me cague toda la casa. Después de eso, salgo corriendo de mi casa para empezar a caminar.
La casa de Sofía no está tan lejos de la mía, así que no hace falta pedir un Uber para llegar. Igual ni a palos pido taxi bro, ¿viste cuánto te cobran? ¿Me ven cara de cheto a mí?

En menos de diez minutos, ya estaba tocando el timbre para que me abran la puerta. Para mi sorpresa, me atiende Matías. Tiene los ojos hinchados y unas ojeras tremendas, se veía increíblemente mal. Estuve paralizado en la entrada durante más o menos cinco minutos, ambos nos mirábamos fijamente a los ojos.

- Pasá. -dijo rompiendo el silencio.

Le hice caso y entré. Me conocía la casa de Sofía de memoria, así que fui directo al living y me senté en el sillón a esperarla.

Después de un rato ahí sentado, me animé a preguntar: - ¿Viene?

- No. Sofi salió. Te llamó para que habláramos los dos. -hace una pausa- Es una boluda. -dice molesto.

- ¿No querías hablar conmigo? -pregunto.

- No tengo nada de qué hablar con vos, Rodrigo.

- Podría explicarte lo que pasó.

- Ya sé lo qué pasó -dice-. Te cojiste a esa mina, me boludeaste y ahora hacés como si nada. No tenés nada que explicar.

- Yo no te boludeaba, Matías. ¿Por qué decís eso? -digo un tanto ofendido. Me molesta que lo diga de esa forma.- Estaba borracho, no sabía lo que hacía, actué sin pensar en las consecuencias. Sé que no tengo excusas para lo que hice. Pero en verdad, nunca te quise lastimar. -la voz se me comenzó a quebrar- Siempre te amé con toda mi alma, y lo sabes. Sentí algo desde la primera vez que hablamos. Mi intención nunca fue hacerte daño o boludearte. Pensé que podíamos llegar a algo. Y ya sé que cagué todo, y que no tengo excusas para defenderme después de lo que hice, pero quiero que sepas que todavía te amo. Siempre lo hice. Y aunque no sirva de nada: Perdón, perdón por todo, Mati. De verdad me duele perderte. -las lágrimas comenzaron a salir de nuevo. Matías tiene la cabeza agachada, así que no puede verme, pero creo que se dió cuenta por el cómo comenzó a cambiar mi voz.

- Rod... -dice, pero es interrumpido por el sonido de mi celular, que se encuentra en la mesa que está enfrente. Echo una mirada rápida para ver quién es, y al ver el nombre del contacto, las lágrimas de tristeza se convierten en odio. - Te llama tu novia. -Candelaria. Matías dijo eso, se levantó y se fue a otra habitación.

want you back ; matsquare. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora