2. Una tarde lluviosa

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Capítulo 2

¡¿A CASO ESTO ES REAL?! ¿¡ESTOY SOÑANDO!?

Si, seguramente será otro sueño más sobre Thomas. Me pellizco para demostrarlo pero no, ¡ES REAL!

¡Dios mio, Dios mío, Dios mio! No puedo respirar.

Inspira, expira, inspira, expira.

Candela relájate.

Vale, ya estoy más tranquila. ¿Pero que le voy a responder? AY DIOSSSSS.

A ver, tranquila, no pasa nada, es sólo un chico. ¡UN CHICO QUE ME HA PEDIDO SALIR!

No, solo te ha dicho si querías quedar como amigos porque habláis mucho por WhatsApp y solo os habéis visto dos veces.

Aunque puede que haya una posibilidad que le guste y simplemente me quiera ver porque le parezco hermosa.

Ya me gustaría. Para él yo soy otra chica más en el mundo, le caigo bien pero nada del otro mundo.

Ese último pensamiento hace que me desanime un poco y así pueda recuperar parte consciencia y poderle escribir algo decente. Lo típico de parecer que no te importa mucho, parecer indiferente, pues eso voy a intentar parecerlo. O como mínimo que no note que estoy obsesionada. Asi que acabo por ponerle un seco y asqueroso "ok" y que yo odio que me pongan.

Pero con más razón aún porque él sabe que odio los "ok" que como mínimo la persona que me lo ponga que lo escriba entero, "okay" porque así puedo ponerle otro "okay" y parecer Augustus Waters, pero ni eso. Entonces, cómo él sabe que los odio y nunca los pongo, pensará que ya no me importa y lo despistaré para darle más curiosidad y que venga a mí como si yo fuera el imán y él el metal.

JAJAJAJAJ (risa malévola) ahora solo falta poner en práctica mi plan malvado, que fijo que no funcionará.

-

Me quedo toda la tarde bailando todas las canciones de Camila Cabello y Lauren Jauregui. Las amo a las dos. Son hermosas.

Y las shippeo a muerte. Es que me recuerdan mucho a mí y a mi Lauren (¿casualidad? No lo creo. ¿Pacto con el diablo? Seguramente. ¿Hotel? Trivago. ¿Tacos? Dos por favor.)

Es que a ver, si Lauren y yo nos disfrazamos en carnaval de Sol (ella) y Luna (yo), ¿Cómo no nos vamos a parecer a las Camren?

Ademas, uno de mis secretos es que soy bisexual. Entonces a mí antes de conocer bien a Lauren y solo haberla visto pasar por los pasillos, me gustaba. Lo digo en pasado porque ya no me gusta, ahora somos mejores amigas y de verdad necesito una para sobrevivir, y nadie mejor que Lauren.

Aunque siendo sincera, no me importa llegar a tener una relación amorosa con ella, de hecho si me lo pidiera, aceptaría. Y si me dijeran que escogería a algún amigx para tenerlx como novix, escogería sin duda alguna a Lauren (si no contamos a Thomas).

Pero, claro, ella es hetero.

Ojalá no lo fuera. Me encantaría tener una novia como Lauren. Que me diera abrazos todo el día, que me quisiera cómo a nadie en el mundo, que me diera pequeños besitos inocentes en público, pero que en la intimidad me de los besos más apasionados que existan, que me masajee los pechos, que podamos dormir desnudas juntas...

- ¡Candela, ve a comprar leche que tú hermana se la ha acabado! - interrumpe mis pensamientos mi madre.

Uf, que palo me da moverme, pero no me apetece pelear así que lentamente me voy levantando. ¿Por qué justamente ahora mi madre se ha enterado que a mi hermana Stephania se le cayó la leche el otro día?

Me pongo mis Converse blancos y salgo a la calle. Ha llovido pero sigue nublado y eso me encanta. Es una sensación preciosa.

Sigo caminando, contenta por el clima que hace, hasta que llegó a un pequeño supermercado que está en la esquina.

Al entrar voy directo a la leche para intentar no entretenerme y comprarme toda la tienda, pero es un intento fallido. A lo que paso por los refrescos me pillo una Coca-Cola y cuando veo a lo lejos los gofres me pillo unos, también.

¡Candela, controlate!

Vale, vale. Voy hacia la caja y pago las tres cosas que he cogido, que se acaban de convertir en cuatro gracias a unos chicles de sandía que se veían irresistibles.

Salgo de la tienda y por el camino voy guardando la compra en la mini mochilita que me he traído. A lo que voy a guardar el cambio en el monedero, choco con alguien.

Todo el dinero se me cae al suelo (aunque tampoco era tanto) y al instante me agacho para recogerlo. El chico con el que he chocado también se ha agachado para ayudarme a recoger el dinero pero yo no le he visto ni la cara porque como ha llovido el suelo estaba mojado y el dinero está empapado y asqueroso.

- Menos mal que solo eran monedas -me dice el chico recogiendo los últimos diez céntimos. Levanta la cabeza para hablar y eso me hace ver sus hermosos ojos miel -. Lo siento mucho, te debo una - se mete la mano en el bolsillo y saca un monedero azul eléctrico de plástico -. Toma. Quedatelo. Las monedas están empapadas y no quiero que por mi culpa se te ensucie el monedero.

Que dulce que es.

Candela, céntrate, no estás en un buen momento para enamorarte.

Vuelvo a la realidad y veo que él extiende la mano para dármelo. Me insiste para que lo coja al ver mi cara de "sorry no puedo aceptarlo" pero me niego.

- No ha sido para tanto - paso las monedas por mi pantalón para secarlas y vuelvo a extender mi mano -. ¿Ves? Ya están secas.

Doy un paso para volver a mi casa me él me retiene cogiéndome de la muñeca.

Que manos tan suaves tiene.

Aaaahg, odio a mí mente. En los peores momentos me traiciona pensando en otras cosas.

- Consideralo un regalo por tu belleza -me da el monedero y mete todas mis monedas en él, después levanta la cabeza, me mira fijamente a los ojos y guiña el ojo derecho de la manera más sexy que he visto en mi vida.

Oficialmente tengo un fetiche por este chico.

¡CANDELA, NO!

Solo lo has visto una vez y habéis chocado, es imposible enamorarse tan rapido.

A menos que sea amor a primera vista, al final y al cabo me ha llamado guapa así que puede que...

No, es imposible.

Reacciono cuando me doy cuenta de que se está riendo porque lo estoy mirando fijamente con la boca ligeramente así que para disimular le digo:

- Gracias, pero eso sí, tú dinero te lo devuelvo -saco las monedas que ya estaban antes de que me diera el monedero.

- Da igual, total, solo era un euro como máximo.

Ignoro su respuesta y sigo sacando sus monedas pero me encuentro con un papel dento. Sin poder contener la curiosidad abro el papel y lo leo.

Luke Blanco
Llámame.

Y debajo ponía su número de teléfono.

Sonrió y comienzo a decir un comentario gracioso pero al levantar la cabeza no lo veo.

Luke había desaparecido.

Fin del segundo capítulo
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Nota de la autora:
No tengo nada que decir aparte de que gracias por leer este capítulo. Recomendadlo si os ha gustado y sino decírmelo igualmente. Comentad vuestra parte favorita del capítulo y espero que lo hayáis disfrutado mucho.
Con amor.

P.D. Mi madre se ha enfadado conmigo porque he pasado mucho tiempo con el teléfono escribiendo este capítulo.

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2019 ⏰

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