The truth untold; VKook.

5

"TaeHyung no se dejó vencer y empezó a forcejear.

—¡Suéltenlo!—gritó.—¡Suéltenlo, maldita sea!

Empezó a llorar amargamente, ya que estaba viendo como su pequeño amigo era inyectado con algo que no sabía qué era, pero sabía que lo iba a dejar dormido."

Despertó de golpe, una manzana le había caído en la cabeza.

Se sobó su parte golpeada y miró al rededor; estaba sentado en un árbol.

De tanto llorar, se durmió. De tanto llorar, sus ojos hinchados volvieron a lagrimear. 

Se sentía solo.

¿A dónde lo habían llevado? Ni idea, pero quería encontrarlo.

Escuchó una voz gritando su nombre, y la reconocía...

YoonGi. YoonGi lo estaba buscando.

Se paró de su lugar y fue corriendo a su voz.

—¿TaeHyung?—miró a todos lados.—¿Dónde estás?

—¡Aquí, hermano mío!—lo abrazó y sollozó.—Perdóname.

—Tae...—tomó su mejilla y limpió sus lágrimas.—¿Por qué?, digo, ¿por qué lo hiciste?

—Y-YoonGi...—miró sus ojos.—Creo que estoy enamorado de la persona más buscada en todo el reino.

Min sonrío tierno y besó su frente.

—Tranquilo, no está mal enamorarse de alguien, ¿sabías?—sonrío ladino.—Ven, te ayudaré a encontrar a tu amigo.

—¿Crees que él me quiera como yo?—abultó sus labios y se apartó de su hermano.

—No lo dudo.—le dio unas palmaditas en su cabello y se fueron al castillo.

[...]

Se anunciaba en todos los lugares del reino que iba a ver un evento especial que todos estaban esperando aquel día.

Les dijeron que fueran con la ropa que quisieran (algo que casi nunca decían) y con una sonrisa.

Obviamente, la familia Kim (y JiMin) fueron a aquel lugar del reino. Seguramente iban a donar dinero o algo así, así que les venía bien.

Cuando llegaron al centro del reino, vieron una guillotina. Quizá iban a ejecutar a algún criminal.

Pero luego vio la cara de aquel "criminal".

Jeon JungKook.

Jeon JungKook.

—¡Jeon JungKook!—anunciaba el rey.—¡Finalmente!, ¡frente a sus ojos!

Tae empezó a ponerse nervioso y empezó a gritar.

—¡No lo hagan!, ¡mátenme a mí, mejor!—todos voltearon a verle y empezaron a reírse.

Su madre lo tomó de hombro y le dio una señal de que ya no había escapatoria.

Este era su fin.

—¡Por favor!—sus ojos empezaron a soltar lágrimas fuertemente.—¡Él no hizo nada malo!

—No podemos hacer experimentos con él mientras vive, ya lo intentamos.—el rey miró a TaeHyung.—Lo siento, amiguito, luego te encuentras otro conejo en el jardín.

TaeHyung ya no tenía nada que hacer.

De repente, empezó a sentir ganas de no hacer nada. De no pararse, de no seguir trabajando. Se sentía vacío.

JungKook abrió los ojos y vio a TaeHyung.

—Perdón, Tae.—susurró, aunque no lo escuchara.

TaeHyung vio que sus ojos apuntaban hacia él y sonrío. Se acercó a donde el rey y le hizo una pregunta:

—¿Me dejaría preguntarle algo a JungKook?—suspiró.—Dejaré de molestar.

El rey sonrío con ternura y asintió.

TaeHyung subió al escenario y se agachó hasta donde estaba el rostro de Kookie.

—Oye, ah.—bajó la cabeza.—¿Tú me amas?—se sonrojó.—O sea, más como amigos.

—Sí.—sonrío.—Te amo más como amigos.—una lágrima cayó sobre su mejilla y vio el rostro de Tae.

Estaba llorando.

—Tae...—notó que todo el reino los estaba viendo.—No llores por mí, ¿sí?, estoy bien, todo está bien.—sonrió tranquilo.—Ya sabía que esto iba a pasar, no te preocupes. En algún momento nos vamos a volver a ver y-

Un beso.

Sólo fue un beso e hizo que se callara.

TaeHyung tomó su mejilla y estampó sus labios contra los de Kookie.

Finalmente.

Finalmente sucedió.

JiMin se sintió muy avergonzado.

YoonGi estaba llorando por la escena.

La madre de Tae no pudo más y abrazó a YoonGi.

Y en ese momento, el público no quería esperar más, y mientras más bajaba la guillotina, más subían sus ganas de seguir así de vivo.

Y cayó. Y TaeHyung se quedó sosteniendo su hermosa mejilla, y su cabeza entera.

JungKook estaba muerto.

TaeHyung estaba vivo.

Vivo, pero roto.