Capítulos 1
Nunca hubiera pensado que el final del túnel del que todos hablaban, existiera. Pues yo no era muy religiosa a los ojos de los demás, toda esperanza a eso se había desvanecido junto a mi futuro. No sentía dolor alguno, no sentía nada, solamente paz, y no entendí la razón por la cual aún podía estar consciente. Era como si estuviera aquí y a la vez no. No podía ver nada, todo era distorsionado, tampoco podía escuchar nada, no sabía decir que era real, o que era mentira, parecía estar en el limbo, ni siquiera sabía si seguía viva o estaba muerta, muchas preguntas y dudas venían hacia mi de momento, pero ninguna respuesta, era de esperarse.
Poco a poco empecé a escuchar un pitido, constante y muy irritante, parecidos a los latidos de un corazón. Después todo se fue aclarando, pero igualmente se veía borroso, luego todo en mí empezaba a funcionar, todos mis sentidos cobraron vida, no podía sentir mis extremidades, pero sabía que estaban ahí. Finalmente me vi a mi misma parada en medio de un pasillo largo, con paredes blancas y amarillentos por el tiempo transcurrido, pensé claramente que era el pasillo de un hospital. Estaba desorientada, perdida y muy confundida, no tenía palabras para lo que sentí en esos momentos, había jurado que un autobús me había atropellado en medio de la calle o puede ser que yo estuviese soñando despierta como muchas veces me pasaba.
Empecé a dar varios pasos cuando desde al final del pasillo vi un revoltillo de personas, todas se veían con mucha prisa, y de entre ellas vi a mi madre, la miré a los ojos y la vi en un mar de lágrimas y con un sentimiento profundo que no logré descifrar, parecía mas arrepentida que otra cosa. Me di cuenta de que todos ellos eran enfermeros y mi madre iba entre ellos, llevaban una camilla a toda prisa, me aparté para cederles el paso, no quería que me llevaran arrastrada a donde sea que fueran todos ellos y mi madre. Cuando ella pasó por mi lado, abrí la boca para hablar y que me explicara todo el rollo extraño que estaba pasando.
-Ma...-No pude articular alguna palabra más, pues pasó a toda prisa por mi lado ignorando mi presencia descaradamente. Decidí seguirlos pero con cautela, por si me decían algo, era menor de edad y no podía estar en ciertas áreas del hospital. No llegamos tan lejos, nada más fueron unos pasos de distancia hasta entrar a una puerta color metálicas, yo iba tras ellos y no podía ver nada, nadie me dejaba ver. Rodeé a ese tumulto de personas hasta llegar a donde quería, vi a mi madre de rodillas semi acostada en la camilla con la cabeza oculta entre las sábanas, sus hombros se sacudían con violencia, parecía llorar con fuerza.
-Mamá, ¿qué pasa?- Y es ahí cuando lo vi, inerte y pálida sobre esa cama, apenas respirando, con moretones y vendajes por todo el cuerpo, allí en esa camilla se encontraba una persona jodidamente igual a mi. Di varios pasos hacia atrás asustada, miré a mi alrededor alarmada y sin saber aún lo que ocurría y como ocurría.
-No, no, no, no, no - Susurraba "sin aliento".Definitivamente no sabía lo que pasaba, todo parecía ser una mala broma. Una broma de muy mal gusto.
-¿Mamá? ¿Qué está pasando? ¡No entiendo nada!- Solté esas palabras con terror notorio en m rostro, me reproché mentalmente por perder la compostura así, yo usualmente estaba tranquila, pero en ese instante no podía estar tranquila y siento que no debía.
-¿¡MAMÁ?!- Al no recibir respuesta seguí insistiendo, pero nadie escuchaba, intenté tocar su hombro, pero mi mano simplemente lo traspasó como su me metiera al océano, sentí frío, y nada más que eso.
-Señora, porfavor tranquila. Así en ese estado no la podemos ayudar.- Dijo una persona de entre toda esa de multitud. Miré a la persona y supe que era un doctor.- Su hija se encuentra estable, pero entró en un estado de coma severo, no se sabe cuando despertará.
-M-Mi hija, ¿por qué ella?, ¡mi pequeña niña! ¡Mi bebé, lo siento tanto!- decía mi madre entre sollozos. Yo me quedé en mi lugar analizando lo que había dicho el doctor, ¿yo? ¿En coma? No puede ser, me encontraba justo de pié y al lado de mi madre, esto no puede ser posible, no puede estar pasando y justamente a mi, de entre tantas personas en el mundo. Al parecer si es cierto lo que dice la gente, "el mundo es pequeño y cualquier cosa puede ocurrir, a cualquier persona". Alarmada, me giré con brusquedad hacia mi madre.
-¡Mamá, mamá! ¡Estoy justo aquí!, ¡¡porfavor escuchame!! ¡¡ESTOY AQUÍ!!- Grité lo más elevamente posible agitando mis brazos hacia los lados y nada, nadie me escuchaba, era totalmente invisible para todos. Seguí gritando con fuerza, casi quedándome sin voz si fuera posible. Mis ojos picaban a punto de llorar, porque así lo sentía, pero no podía, algo me lo impedía. Después de un rato me rendí, había perdido las esperanzas, más mi garganta ya no daba para más. Opté por no hacer nada, pues no sabía cómo funcionaban las cosas en este estado en el que me encontraba.
-Señora, debería irse a casa y descansar, ya se acabó la hora de las visitas, mañana será otro día y podrá volver.- Dijo el doctor con franqueza, luego le hizo señas a varios enfermeros diciéndole algo por lo bajo, entre dos de ellos ayudaron a mi madre que estaba hecha un mar de lágrimas a pararse y la sacaron del cuarto de recuperación. Todo el tiempo estuve detrás de ellos escuchando todo en silencio, como nadie me escuchaba no tenía porque insistir. Con los hombros caídos seguí a esos dos enfermeros que se llevaban a mi madre casi cargándola. Los acompañé hasta la salida y observando cada movimiento de ellos, vi como dejaba a mi madre en el estacionamiento justo al lado de su auto donde ella segundos atrás susurró su ubicación, nada más un paso y tocaba metafóricamente el auto. Dejaron a mi madre allí y volvieron dentro del hospital, mi madre permaneció ahí llorando y sacudiendo sus hombros, me le quedé mirando, cuanto deseaba ir hasta donde ella y abrazarla aunque ella me hubiera lastimado tantas veces, porque era la primera vez que la veía así, después de un tiempo se calmó, finalmente decidió entrar al auto y encenderlo. Yo sin saber, intenté entrar también al auto y me estaba desesperando, porque no podía, intentaba abrir la puerta y había como una barrera que me lo impedía, seguí intentando y finalmente pude entrar, traspasando la puerta y cayendo bruscamente dentro en los asientos traseros del auto.
Mi madre tiempo después salió de aquel lugar llamado hospital en donde mi cuerpo se encontraba físicamente en una camilla, pero mi alma, como se dice "energía espiritual" o lo que sea se encontraba alejándose con rapidez de allí.
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Espero que les esté gustando. Estuve horas sin dormir haciendo este capítulo. ♡ Que no se les olvide que los amo mis amados lectores♡♡♡
Se despide: JoharysM~♡
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EL FANTASMA DE SYRA 《Terminado》
Spiritualité》RESUMEN《 Syraina es una chica con complejos en la vida, que termina en una camilla de hospital, en coma, convirtiéndose así en una entidad, sin saber salir de allí y desesperada por tal razón. Syra, atrapada entre la vida y la muerte busca la ayuda...