Capítulo 1.

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Contando los días desde la visita de Plutarch apenas había pasado una semana. Haymitch seguía bebiendo. Su rutina no había cambiado por tal revelación.

Cada día era más difícil combatir con sus pensamientos.

¿Un bebé?

No recordaba un solo momento donde no fueran cuidadosos, pero los papeles que estaban en su mesa demostraban lo contrario.

Esa razón, provocaba el aumento de alcohol en su organismo, esperando el momento justo en que su hígado dejara de funcionar.

No había escuchado la puerta abrirse.

No la sintió entrar, ni se había molestado en tomar su cuchillo en defensa propia.

—¿Seguirás tirado en ese estúpido sofá?

Katniss.

Se podría decir que ambos estaban rotos, pero no del todo. Peeta logró llenar el vacío que dejaron su hermana y su madre en ella.

¿Él a quién tenía?, pensó Haymitch.

—Hace tres días que debiste partir al Distrito 4.

—Por una sola vez niña, no te metas en mis putos asuntos.

Lo observó levantarse con el único propósito de rellenar su vaso de whisky.

Del propio enojo, Katniss pateó las botellas vacías, sin sobresaltarse cuando una de estas se hizo pedazos al estrellarse contra la pared. Lo tomó del cuello, obligándole a sentarse bruscamente.

Se percató de la venda alrededor de su mano, y lo siguió mirando con furia.

Su comportamiento era inaceptable. En especial, su manera de fingir que las cosas no le importaban, cuando en realidad, era todo lo contrario.

—También la extraño—susurró.

Se mantuvo en silencio, con la mirada perdida.

—Se lo que piensas, y no es tu culpa—añadió—, nadie podía imaginar que la tomarían prisionera.

Sin embargo, la culpa estaba ahí. Los recuerdos de esa noche, aquella donde se engañó a sí mismo de que Effie estaría a salvo.

Y... de una manera muy estúpida, llegó a creer que la volvería a ver cuando la guerra terminara, quizá con alguna fea peluca, y su detestable vestido rosa.

—Tienes una hija. Alguien que espera conocerte, Haymitch.

Negó con la cabeza.

«Es idéntica a su madre»

Las palabras de Plutarch todavía hacían eco en su mente, y si no era capaz de pronunciar su nombre, menos podría verla.

—Llevas una semana ahogandote en vómito en vez de ir por ella. Annie está sola con Finn, no podrá ver por ella todo el tiempo que tu desees ignorarla.

Haymitch dejó ir un suspiro.

—A la niña la quiero fuera de mi vida.

El chico del pan no tardó en irrumpir dentro de la casa, justo a tiempo para evitar que la mano de Katniss diera contra la mejilla de su antiguo mentor.

La tomó del brazo, observándola seriamente.

Katniss conocía esa mirada, había una decisión que tomar y lo harían con o sin el padre de la bebé.

—Si Effie estuviera aquí estaría decepcionada de solo tener que oírte rechazar a tu propia hija.

Su paciencia se había agotado, pero antes de agregar una palabra si quiera, lo que vio le quitó el aliento.

De su bolsillo, Katniss sacó el brazalete de oro, aquel símbolo que Haymitch dejó con Effie la última noche antes de partir al 13.

Había perdido su brillo, se veía magullado y con diminutos puntos rojos.

¿En qué momento algo dentro de él se rompió?

—Si estuviera...—susurró, riendo de forma sarcástica y ejerciendo fuerza contra el vaso, hasta romperlo—. ¡NO LO ESTÁ, JODER! ¡NO LO ESTÁ! ¡ESTÁ MUERTA! No voy a tolerar más, así que ya lárguense o no respondo de mis acciones.

Se puso de pie, tomando otra botella y abriendo la puerta.

Katniss escondió sus lágrimas hasta salir de la casa, Peeta por su parte, la dejó ir sin más. La situación era bastante pesada hasta para él, quien ya sabía que dejarla sola era lo mejor.

—Estuvimos cerca de un año sin tener una sola noticia. Y ahora que al fin la tenemos, te quedas allí, creyendo que el whisky resolverá todo.

Haymitch lo observó, con cautela, mientras Peeta rebuscaba en su abrigo.

Era una fotografía.

—Annie creyó que quizá viéndola cambies de opinión. Te esperara el tiempo que necesites.

La dejó sobre la mesa. Soltando un pequeño suspiro, con una media sonrisa que no llegó a sus ojos.

—Piénsalo bien—le sugirió—, si no te apresuras podrías perderla también a ella.

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Son exactamente las 9:50 am. (no dormí otra vez) 🦇

Como primer capítulo, estuvo algo corto, lo admito v:

Espero que les haya gustado. 🐳

-Beso tierno🥀

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