Capitulo 8: Nuevo proyecto

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El día empezó con una fuerte lluvia en Rocaroma. Canela estaba, como siempre, en el Ayuntamiento. Estaba muy feliz, pues acaba de recibir una oferta de las Hermanas Manitas para construir una tienda en el pueblo. Además, las construcciones del Centro de Correo estaban casi acabada, así que en menos de una semana se inauguraría. Y para rematar, ya tenía un nuevo aldeano de camino. La perrita estaba encantada

- *Creo que debería hacer algo para agradecerle a Silvia...* - Pensó Canela, mientras tomaba un té en su despacho - *Ella me ayudó mucho... Si no hubiera sido por sus consejos, no tendríamos ni tienda inmobiliaria, ni de construcción... Además de la nueva tienda de ropa y accesorios... Por decir que ella pago casi todas las reconstrucciones del Centro de Correo... Le debo mucho...* - Se olle la campanilla de la puerta del Ayuntamiento

- Hola, ¿Hay alguien?
- ¡Un segundo! - Canela corre hacia el aldeano, que acabo siendo la águila gruñona, Apolo - Buenos días, Apolo. ¿Con qué te puedo ayudar?
- Tengo un problema con el pueblo
- ¿S-si? ¿Cuál es el problema?
- Muy bonito y limpio, no me quejo, pero está muy vacío. Se ven bien los nuevos árboles y flores, pero una banca en algún que otro no estaría mal
- ¡Oh! ¡Ya veo! ¡Un proyecto municipal, por supuesto! Si, tienes razón, Apolo. Pero, antes de empezar, necesito las firmas de todos los aldeanos
- Yo puedo firmar ahora y...
- Buenos días, Canela... Ah, hola, Apolo
- Si... Hola
- Un segundo - Canela fue a su despacho, tras que salió casi al instante con una hoja de papel - Aquí está - Le muestra el papel a Apolo - Firma aquí - El águila firmó, tras que se marchó, sin decir nada más
- Pero que cara dura... Oye, Canela, ¿Que pasa?
- Apolo vino a pedir un proyecto municipal
- ¿En serio?
- ¡Si! ¿No es genial? ¡Mi primer proyecto municipal!
- ¿La construcción de las tiendas no son y ellas proyectos municipales?
- Bueno, teoréticamente si, pero esas son cosas que debía hacer. Este es un proyecto pedido por un aldeano
- Creo que tienes razón. ¿Y que proyecto pidió?
- Unas bancas por el pueblo. Y tiene razón, el lugar está un poco... Vacío
- Pues si, así es. No quedaría mal
- Así es. Bueno, ¿Te gustaría firmar?
- Si, claro. Oye, si quieres, puedo ir a buscar a Teddy y Amnesio para que firmen y ellos
- ¡Si! ¡Sería genial! Así podría empezar hoy mismo con el proyecto. Silvia, realmente no sé cómo agradecerte. Sin tu ayuda yo...
- Eh, Canela, exageras. Eres una gran alcaldesa. Yo solo te ayudo aveces. Tú haces la mayoría
- Ouh... - Se sonroja - ¿Realmente crees eso? ¡Bueno, mejor dejamos de perder el tiempo! ¡Tengo muchas cosas que hacer!
- Si. Yo vuelvo más tarde

La humana salió del Ayuntamiento, dejando a Canela con sus cosas. En realidad, las cosas iban mucho mejor de lo que creía. Al principio, al ver ese, literalmente... Géiser de basura, creyó que tendría demasiadas cosas que hacer. Por lo que le dijo Tom Nook, creyó que Canela era algo... Despistada. Pero al final, se mostró teniendo talento y pudiendo llevar hasta el final los proyectos que tuvo hasta ahora. Aunque era aún así algo aeriana, por lo que aveces la tuvo que ayudar, pero menos de lo que creyó
Teddy acepto con gusto firmar para el proyecto. Tener unas bancas donde hacer sus ejercicios le parecía una buena idea. Amnesio firmó, solo que tras cuatro minutos empezó a preguntar a la humana porque se paseaba por el pueblo con una hoja de papel. Al final del día, Silvia regreso al Ayuntamiento. En el papel tenía y la firma de Estasio, que estaba encantado que su pueblo empezaba a volver al brillo de antaño. Canela la recibió con una sonrisa

- ¡Muy bien! Ahora sólo falta buscar fondos

Animal Crossing : El pueblo de CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora