Capítulo 9

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Jungkook y Taehyung se dirigieron a la entrada de la casa.

- Bueno, gracias por todo... Me lo que pasado muy bien. -dijo Taehyung con una dulce sonrisa-

- No ha sido nada, yo también me lo que pasado muy bien. -dijo Jungkook, entonces el moreno abrió la puerta de su casa- Taehyung. 

- ¿Si? 

- ¿Puedo pasar a beber agua? Es que las palomitas me han dejado seco. -mintió, eso sólo era una excusa para poder pasar, con lo amable que era el moreno sabía perfectamente que no se negaría-

- Claro, ven. -Taehyung se hizo a un lado dejando pasar a Jungkook- Siéntate en el sofá, ahora te traigo el agua. 

Cuando Taehyung estuvo en la cocina soltó un gran suspiro y se dio unos pequeños golpes en sus mejillas. No podía creer que Jungkook estuviera en su casa, ahí, tan tranquilo sentado en su sofá, mientras que al moreno le estaba apunto de dar una taquicardia. Sirvió el vaso de agua y se dirigió al salón, rezando para que sus nervios no fueran tan notorios. 

Jungkook por su parte, se sentó en el sofá y se quedó esperando. La casa era muy bonita a los ojos del pelinegro , una decoración simple pero elegante. Entonces llegó Taehyung sentándose a su lado mientras le ofrecía el vaso de agua.

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- ¿Necesitas algo más? -preguntó Taehyung al ver que se había terminado el vaso rápidamente-

- No, estoy bien... Pero todavía hay algo que quiero hacer. -Jungkook sonrió con malicia-

- ¿El qué? -Taehyung no entendía lo que quería decir Jungkook, entonces el pelinegro se acercó a su oído-

- Todavía no te he dado un beso. -susurró dejando un pequeño suspiro al final haciendo estremecer a Taehyung-

Después de eso Jungkook agarró suavemente el rostro de Taehyung y posó sus labios sobre los suyos dándole un dulce beso. Taehyung estaba sorprendido, el pelinegro ya le había avisado, pero no pensó que lo decía enserio. Sin embargo, ahí estaba él, dándole un beso que hacía derretir su corazón. 

El moreno tenía el pulso acelerado, su mente estaba en blanco, sentía muchas cosas que no lograba comprender... Jungkook separó sus labios y le sonrió dulcemente aún con sus rostros muy cerca sintiendo el aliento el uno del otro.

- Te quiero. -Jungkook volvió a unir sus labios de forma lenta y profunda-

Taehyung no se negó, simplemente siguió con el beso. Para el moreno era como un sueño, sentía que si se detenía, podría despertar y hacer que esto no fuera real. Jungkook fue posando su otra mano en la cintura de Taehyung acercándose más a él. Se separó para coger aire.

- T-te quiero. -dijo el moreno hipnotizado por el tacto del pelinegro-

Jungkook volvió a besar al moreno dulcemente y mordió su labio inferior al separarse. Taehyung se estremeció ante su acto y posó sus manos en el pecho del pelinegro. Ambos estuvieron mirándose a los ojos por mucho tiempo, analizando la mirada del otro.

Jungkook no entendía por qué no apartaba su mirada o por qué le había besado por segunda vez, solo sabía que estaba muy cómodo y que no le importaría seguir abrazado a Taehyung un rato más. 

Por otra parte, Taehyung estaba en blanco, para él en este momento, la cosa más importante en el mundo, era él, era Jeon Jungkook. Pero el moreno sabía que no podían quedarse así para siempre, así que decidió que debía ser fuerte y detener ese abrazo que tanto le gustaba.

- Creo que deberías irte, el señor del taxi estará harto de esperar. -Taehyung soltó una pequeña risa por los nervios-

- Es verdad, ahora me subirá el precio. -Jungkook empezó a reírse junto a él- 

- M-me preguntaba si... -dijo Taehyung mientras los dos caminaron hasta la puerta-

- ¿Si? -Jungkook arqueó una ceja-

- ¿Quieres quedar otro día? Es so-solo si quieres, no ha-hace falta que vallamos al cine, p-podemos hacer lo que tú quieras... 

- Por mi está bien. -Jungkook sonrió- 

- Vale, pues no sé... hablaremos por teléfono. -Taehyung sonrió y abrió la puerta-

- Claro... Bueno creo que debo irme. Te quiero...

El moreno sentía sus mejillas arder, no sabía porque, pero cada toque, roce o palabra de Jungkook le volvía loco y aceleraba su corazón.

- Y-yo también. A-adiós. -dijo Taehyung tímidamente y sonrió antes de cerrar la puerta-

Una vez la cerró, fue directo a su habitación y se tumbó en la cama. Taehyung necesitaba asimilar muchas cosas. No quería decirlo en voz alta, pero se había enamorado del pelinegro. Todavía podía sentir el tacto de sus labios sobre los suyos y eso lo hacía inmensamente feliz...







Ojalá hubiera sabido en ese momento todas las mentiras que escondían las palabras de Jungkook...



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