El Tornado

2 0 0
                                    

A la mañana siguiente, sinceramente me levanté muy cansada y eso generó que estuviera fastidiada por no descansar lo suficiente. De todas forma, Viktor está vez fue quien me preparó el desayuno... y era un problema menos para mí; me había dicho que se iría más temprano, dado que iría a hacer algo con Tyna muy temprano por la mañana, no sabía que es y tampoco es que se lo impediría... de todas formas, se merece hacer lo que sea con ella... al menos, hasta ciertos puntos y límites.

Como sea, se fue temprano... lo veía bastante emocionado a decir verdad, y llevaba consigo una pequeña caja de regalo, me imaginaba que era lo que él le había preparado a Tyna, eso y acompañado de unos dulces.

Mi salida, me costó pero pude llegar sana y salva al instituto; donde al no más entrar... ya los nuevos estaba haciendo travesuras por ahí, y como a la Araña nunca se le escapa nada, los detuvo y los mandó a sus salones; aunque según lo que me dijeron... ellos no pertenecen o son parte de alguna casa, y aún así aspiran a ser barones y baronesas.

Luego de un rato mientras esperaba, y yo platicaba con Kevin, quien vino de pronto y yo me alegré, quizá había alegrado mi mañana de hecho. El caso, es que Viktor llegó junto a Tyna, ambos se veían como una pareja tan perfecta y tan compatible entre ellos, que no me sorprendería si tienen una familia dentro de un tiempo. Aunque los problemas también continuaban, Aaron sorprendió a Viktor con una patada que derribó a Viktor:

-¡Ja! Eso te ganas por escoria. -dijo Aaron levantándose y celebrando lo que había hecho, pero Viktor parecía no importarle. Solo se levantó y tomó la mano de Tyna para seguir caminando.

-¿Dejaras que de la espalda? -le dijo uno de los "amigos" de Aaron.

-Claro que no, observen. -Aaron se acercó por detrás y le había tocado el trasero a Tyna, este de inmediato le dio una patada en la pierna y se giró con un puñetazo directo a la nariz de Aaron.- ¡Ah... maldita sea!

-No vuelvas a hacerlo, o te prometo que no será lo único que te romperé. -dijo Tyna, tronando sus nudillos. A decir verdad, la cara de Viktor no era de sorpresa... quizá él conocía más a Tyna que yo.

-¡Aún no he terminado con ustedes! -Aaron se levantó y trató de darle un puñetazo por la espalda a Viktor, a pesar de esto... Viktor respondió con otro golpe a la nariz.

-Es una lastima, yo ya acabé. -dijo Viktor, solo se acercó una última vez a Aaron y le dio un puñetazo al estómago, dejándolo en el suelo.- No vuelvas a tocarla, o te las verás conmigo.

-¿Tú? ¡Ha...! -dijo Aaron a pesar de que sangraba.- No tienes las agallas.

-¿No? -dijo Viktor haciendo una mueca, y luego sacó una navaja que Aaron tenía en su bolsillo... la pasó justamente por la pierna de Aaron, haciéndole una gran herida y casi abierta.- Dilo otra vez... y te quedas sin piernas.

-Pagarás por esto... maldita escoria, y tú maldita novia también. -dijo Aaron, de ahí Viktor lo soltó levantándose.

-¿Crees que sigo teniéndote miedo? No soy el mismo débil que solía ser antes... esa versión ya no existe. Y si piensas por un solo momento, en lastimarme a mi... o a alguien que yo quiero, tu vida será una miseria por siempre. -dijo Viktor con un tono bastante de amenaza.- Y podrían arrestarte por traer un arma aquí... ¿no es así?

-¡Cállate! -gritó Aaron buscando pegarle a Viktor, pero mi hermano fue más rápido y logró inmovilizarlo con una llave, su brazo presionaba el cuello de Aaron mientras el otro presionaba más.

-¿Quieres seguir? -dijo Viktor con ira y apretando más, Aaron emitía sonidos y señales que se ahogaba, en eso le dio a entender a Viktor que se había rendido. Y él lo soltó.

Evolución InvoluntariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora