La vida no es tan fácil como parece

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Marimar es la segunda de la trilogía, ella vivía feliz con sus abuelos, bueno hasta que...hasta que se murieron, pero eso había quedado atrás, la habían secuestrado.

- ¿Qué ha pasado?- preguntó Marimar confusa.

- ¡JA, JA, JA! ja - río una voz - ¿Seguro que quieres saberlo?-

Marimar reconocería esa voz en cualquier parte.

-¡Angélica!- gritó - ¿Tú me has secuestrado?

- ¿De verdad no te acuerdas de nada - preguntó Angélica.

- ¿Qué me has hecho?- gritó Marimar - ¿Por qué me has secuestrado?-

- Para quedarme con Sergio- contestó Angélica.

- No te engañes- le dijo Marimar- Sergio me quiere a mí -

-¡Por poco tiempo!- decidió Angélica- mientras te tenga secuestrada, tendré la oportunidad de conquistarlo y  tú no me lo vas a impedir-

A continuación se rió.

-¡Socoroo!- gritó Marimar

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

-¿Marimar?- preguntó el perrito preocupado.

-¿La has encontrado?- preguntó María Mercedes.

- Creo que sí- respondió Pulgoso- ¡Vamos!-

Pulgoso guió a María Mercedes hacia el camino que según él les llevaría hacia Marimar; y llegaron a una cueva.

-¿Estás seguro de Marimar está ahí?- preguntó María Mercedes.

- No captó su olor- confesó el perrito tristemente- pero su grito viene de ahí-

- Pues en ese caso...- decidió María Mercedes- ¡Vámonos!-

María Mercedes y Pulgoso se adentraron en la cueva y entonces oyeron voces.

-¿Qué piensas hacer, Marimar?- preguntó una voz

- ¡Es la voz de Angélica!- le dijo Pulgoso a María Mercedes reconociendo esa voz - Marimar debe de tener problemas-

- Hagas lo que hagas, Sergio me querrá a mí...¡Para siempre! - contestó otra voz. Esta vez , Pulgoso supo que era la de Marimar.

-¡Suelta a Marimar!- el perrito fue a la carga dispuesto a salvar a su amiga.

-¡Pulgoso!- gritó Marimar contenta al verlo.

-¡Oh!- dijo Angélica con ternura- ¡Qué reunión amistosa más conmovedora!-

- Tú nombre es una mentira- gruñó Pulgoso a Angélica enseñando los dientes.

-¡A mí nadie me dice que mi nombre es una mentira!- gritó Angélica- Marimar, controla a tu chucho -

- Lo digo porque te llamas Angélica- confesó Pulgoso - y no eres nada, Angelical-

- ¿Quien te crees qué...- se contuvo- Estoy discutiendo con un perro- después miró a lo lejos- ¡la payasito!-

- Hola, Angélica- la saludó María Mercedes con una sonrisa maliciosa-
¿Cuánto quieres por el rescate?-

-¿Qué tal... nada?- preguntó Angélica con sarcasmo - porque ni siquiera tus boletos de lotería van a sacar a Marimar de esta-

- Mechi- la llamó Marimar- por favor, dime qué tienes un plan

- U...un plan- dijo María Mercedes tartamudeando- pues claro que tengo un plan -

- No tienes un plan - adivinó Marimar.

- Eh...No- admitió María Mercedes.

- Yo sí tengo un plan- confesó Pulgoso - muerdo a Angélica y después buscamos la forma de rescatar a Marimar -

- ¿Y no sería mejor rescatarme a mí primero?- preguntó Marimar.

-¡Eh!, soy un perro - confesó Pulgoso- me gusta más la acción-

-En ese caso yo rescato a Marimar- se ofreció a María Mercedes

Pulgoso gruñó a Angélica.

- Perito bueno- dijo Angélica asustada- perito bueno

Por su parte María Mercedes rescató a Marimar.

- Gracias, Mechi- se lo agradeció Marimar.

- De nada - contestó María Mercedes- no te vuelvas a meter en líos-

-¡No lo hice aposta!- juró Marimar- ni si quiera sé como llegué hasta aquí, no me acuerdo de nada-

- Estabas inconsciente- le confesó Angélica- pero eso ya no es un problema, inconsciente o no, no vas a salir de aquí nunca, y me voy a casar con Sergio, y viviremos felices para siempre; y tú y...- miró a Pulgoso- tu saco de pulgas seréis unos muertos de hambre-

- Sí, excepto que olvidas la parte en la que Mechi y Pulgoso me liberan...- pensó Marimar- y entonces todo tu plan, se desmorona-

-¡Niña insolente - gritó Angélica

Pulgoso embistió contra Angélica

- ¡Quítadmelo de encima!- gritó Angélica intentando deshacerse del perrito.

María Mercedes y Marimar aprovecharon la situación y salieron de la cueva, después Pulgoso las siguió.

- ¡Me las vas a pagar, Marimar!- gritó Angélica- ¡Juro que me las vas a pagar!-

Marimar y Pulgoso se abrazaron.

- Ay, Pulgoso, sabía que vendrías a rescatarme- le confesó Marimar a su perrito.

- Ha sido un poco difícil- dijo Pulgoso - tu olor...me dio problemas-

- Ja, eso es porque camuflé su olor - les aseguro Angélica- yo también sabía que ibas a venir, así que tenía que asegurarme-

- Te veo más tarde, Angélica- se despidió Marimar-

- Juro que...- empezó a decir Angélica.

- Sí, sí, venganza- le dijo Marimar ignorándola con un gesto de la mano, después miró a María Mercedes y a Pulgoso- ¿ Vamos?-

Así que Marimar dejó a Angélica llena de rabia; y junto con su perrito y María Mercedes se fueron lejos de esa odiosa cueva.

- ¿Y ahora qué?- preguntó Pulgoso rascándose la oreja.

- Ahora...- comenzó a decir María Mercedes- a disfrutar la vida-

- Mechi, creo que Pulgoso no se refería a eso - le espetó Marimar.

- Ah, perdón- se lamentó María Mercedes- en ese caso tengo que contaros algo-

- Dispara - la ánimo Marimar.

María Mercedes contó el sueño que tuvo: el de la señora extraña y el bosque conocido.

- ¿Y dices que conoces a esa señora?- le preguntó Marimar con intriga.

- Me resulta muy familiar, pero no sé de qué- respondió María Mercedes- también ese bosque, siento... siento que he estado allí antes-

- Dicen que los sueños reflejan tu estado de ánimo- informó Pulgoso- a lo mejor, has estado en otro bosque parecido y por eso te resulta a muy familiar -

- No - dijo María Mercedes decidida- estoy convencida, he estado en ese bosque-

- Bien- se alegró Marimar- pero...es un sueño, una fantasía-

- Tú no lo entiendes, Marimar- le empezó a decir María Mercedes- juraría que conozco a esa persona y ese bosque... Sí, he estado allí antes, ¿fantasía? No lo creo-

-¿Y qué piensas hacer?- preguntó Marimar.

- No lo sé- juró María Mercedes- pensé que tal vez, podría encontrar una
solución de camino a tu rescate-

- Chicas, creo que se lo tenéis que contar a vuestra amiga- pensó Pulgoso - a la recogedora de basura-

- Está bien- prometió María Mercedes- busquemos...a María la del barrio-

La trilogía de las MaríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora