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La mente de Yut Lung trabaja a mil por horas, pensando en miles de excusas e ideas para poder salir de esa situación. Veía por el balcón que estaba a lo largo de todo el quinto piso, mientras iba caminando tras la espalda de Blanca, con dirección a su despacho.

¿Cuánto dolería una caída desde esa altura? ¿Podría accionar la palanca de incendios sin que nadie viera que fue él? ¿Por qué no comenzaba a temblar de repente y evacuaran el edificio? La verdad es que deseaba hasta que el apocalipsis se hiciera presente para escapar de la situación. Los cuatro jinetes le causaban menos miedo que la próxima charla que tendría con su intento de enamoramiento.

Sentía que con cada paso que daba, estaba cada vez más cerca de su final.

En cuanto llegaron por fin al despacho y se vieron aislados de todo el bullicio y frío del exterior (cortesía de la calefacción que tenía Blanca en su oficina, colocada justo a la temperatura ideal), vio como el otro sacaba su chaqueta lentamente, aquella que lo había mantenido abrigado y la colocaba en el perchero junto a su escritorio. Y como luego, desabrochaba lentamente los puños de su negra camisa y las doblaba hasta la mitad de sus antebrazos.

Su mirada se paseó por todo el pecho de Blanca, en como la camisa se arrugaba con cada uno de sus movimientos y se amoldaba perfectamente en los lugares precisos, haciéndole sentir deseoso de tocar y explorar todas esas curvaturas.

Maldición... en serio esperaba no haberse acostado con Blanca estando borracho o se recriminaría toda la vida por no recordar semejante espectáculo.

- Ponte cómodo, por favor - habló por primera vez su profesor, tomando asiento al otro lado del escritorio. Vio como a la par de ello, Blanca recogía su cabello en una descuidada coleta baja, dejando uno que otro mechón travieso cayera por los costados de su rostro.

Ah. ¿Podía ser acaso más perfecto?

En silencio, tomó asiento frente a él, sacando también su gabardina y su bufanda. De repente, había comenzado a sentir un calor inexplicable (sí, claro).

– ¿Se te ofrece algo; café, té, leche, agua?

– No, gracias. Acabo de tomarme un café abajo.

– Ah, claro... – Blanca tomó los papeles que estaban sobre su escritorio y los dejó dentro de una gaveta a su lado – bien, te preguntarás porqué te he llamado... – la respiración de Yut se hizo un poco más pesada, como si fuera un verdadero trabajo el ingresar el oxígeno a sus pulmones.

Movió un poco su cabeza para asentir lentamente, sin querer demostrar gran expresión en su rostro.

– Había intentado contactarte por el número que me dio Ash, pero la verdad es que no he tenido éxito y el tema es bastante importante.

Oh mierda. Joder. Recordó que luego de lo sucedido con el número desconocido, había cambiado su móvil, por mera seguridad.

Bien, eso no confirmaba nada. Y no diría nada hasta que el otro terminara de hablar. Luego ya podría lanzarse por el balcón o fingir una muerte súbita, lo que sea.

Podía darse cuenta cómo la mirada de Blanca podía atravesarlo, aquella mirada oscura y suave, ¿cómo podía verse tan malditamente tranquilo? Ugh... quería golpearlo.

– El asunto en cuestión es que han pasado ya unas semanas y aun no entregas el papeleo de tu práctica... – Blanca soltó un suspiro, apoyando sus codos en el escritorio, sin dejar de mirar a Yut Lung.

Espera... ¿qué?

Y el director de carrera me pidió que hablara contigo al respecto... Yut Lung, el próximo semestre ya es el último, y con ello, viene tu tesis y defender tu título. Si no cumples con este requisito no podrás pasar al otro semestre y eso significaría atrasarte un año completo – la mirada de Blanca era tranquilamente severa – Y no es lo que quieres, ¿cierto?

"¿Qué pasó anoche?" - Blanca/Yut Lung AU! (Banana Fish) #FanficYaoiAwards19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora