Tras aceptar su sugerencia, la oveja, satisfecha procede a hablar:
Sea pues, la oveja crea de su hálito una cortina, una humareda de tenebrosos colores sólo pudiendo apreciar sus ahora encendidos ojos, de un amarillo que recuerda a la luna, cuándo viste así.
-Soy alguien que ayuda a los deseos iracundos y que, según mi saber también considero justos.
La cortina desaparece, su forma ha cambiado a la de un lobo, manteniendo su envergadura. Su pelaje: oscuro como una noche sin sol, cómo una noche sin estrellas.
-Prepárate joven pues el trato ha sido cerrado, devoraré hasta el último enemigo que acecha en contra vuestra, usando tu cuerpo como recipiente para mi poder.
De igual manera también serás devorado pero vivirás dentro de mí y quién sabe, quizás logres salir. Todo dependerá de tu alma, cuerpo y corazón.
Pues una vez alguien habita en mí, podrás tener una segunda oportunidad, ya sea vagando por ésta cueva hasta ser abatida o viajando en la embarcación que hay en éste lugar, en búsqueda de un nuevo destino donde, con suerte, tu arco podrá descansar.
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El arco que quería desprenderse de la flecha
Conto·Sexto relato de la cuenta de "escoge tu propia aventura", creada y escrita por Balawain. ·Fotografía realizada por crishphotography (cuenta de instagram).