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Después del incidente con su profesor, Taehyung se graduó de la universidad y comenzó unas prácticas en el centro de sus sueños.

Yoongi se sintió muy orgulloso de su hermano, no solo por haber logrado su meta, sino también por cómo lo hizo; a pesar de las adversidades, a pesar de todos los obstáculos, Taehyung no se rindió nunca. Esa determinación por lograr su sueño hizo sentir a Yoongi una enorme satisfacción.

Aunque el dinero no les sobraba, la vida de los Min se volvió mucho más estable desde que comenzó a trabajar como chófer. El jefe de Yoongi estaba tan contento con él que no dudó en extenderle el contrato por tres años más. Eso les permitió gozar de una estabilidad económica sin precedentes. Aún sonriéndoles la buena fortuna, Yoongi no bajó la guardia. Sabía lo imprevisible que podía ser la vida y por esa razón no se excedía.

Con lo que jamás contó fue con lo que ocurrió en primavera.

Yoongi pasó la mañana llevando a la Señora Yong a distintas tiendas de la ciudad. A mediodía comió algo rápido mientras ella se atiborraba de dulces con algunas amigas. La joven volvía a estar embarazada y lo usaba como excusa para ingerir todas las cosas que no podía comer por culpa de su estricta dieta.

Yoongi no entendía los cánones de belleza ni las exigencias que imponía la sociedad. Entendía las dietas saludables pero no amparaba matarse de hambre para encajar en una sociedad superficial e hipócrita.

El chico terminó su turno bastante cansado. Como tenía tiempo pensó en recoger a Taehyung de la guardería. Su hermano se había apuntado voluntario para cuidar ese fin de semana de niños y niñas en riesgo de exclusión. Era una iniciativa de la propia guardería y el menor no dudó en echar una mano.

Seokjin le envió un mensaje de texto para saber dónde estaba. Yoongi le contestó que iba a por Taehyung mientras esperaba en un semáforo. Al girar la esquina vio a dos personas peleándose. El chico no le dio demasiada importancia dado que estaba al volante y no quería distraerse. Cuando llegó a la guardería le escribió un mensaje a Taehyung.

—Se han reportado innumerables incidentes en la capital del país. También nos llegan noticias de gran violencia en Suwon.

Yoongi desvió la mirada hacia la radio.

—El primer altercado sucedió anoche en Incheon. El gobierno pide que los ciudadanos no salgan a la calle hasta que la Policía controle la situación.

La puerta del vehículo se abrió de repente, causándole un leve susto.

—Hyung, gracias por venir a recogerme— sonrió eufórico —¿Me dejas conducir hasta casa?

—Ni lo sueñes— Yoongi arrancó el motor —Te has sacado el carnet hace nada y este coche es la herramienta que nos da de comer.

—No lo voy a estrellar— insistió —Soy un buen conductor, lo llevo en los genes.

Yoongi iba a responderle cuando un hombre de mediana edad se lanzó sobre el capó del coche. Luego se levantó y prosiguió su camino sin inmutarse.

—¿Q-Qué ha sido eso?— preguntó Taehyung con el susto en el cuerpo.

—No lo sé— Yoongi se quedó dubitativo, observando a aquel desconocido —Ponte el cinturón— Taehyung obedeció inmediatamente y el mayor pisó el acelerador.

—Hay gente muy rara, hyung— torció el gesto —Probablemente estaba borracho.

—Probablemente.

Yoongi se centró en la carretera mientras su hermano le relataba cómo había sido su día. Taehyung estaba feliz porque podía compaginar la ayuda en la guardería con sus prácticas en el centro de enseñanza.

Sui Géneris | ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora