Un par de estrellas

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*Narra Natalia*

- Tío tú eres tonto o qué te pasa? - Dije desde la otra línea de la llamada.

- Lacunza, Anna Martos ha venido a clase y no os a visto, dónde estáis? - Pablo no tenía un tono de enfado, más bien de preocupación.

- Como que nos ha visto? Acaso sabes con quién estoy ahora? - Alba me miró con preocupación, sabía que Anna sospechaba que estábamos juntas pero no  podía estar 100% segura de aquello, no tiene pruebas de que nos hayamos fugado del instituto de buena máñana.

- Anna ha preguntado por Alba y por ti a la profesora de Filosofía para asegurarse de que estabais en clase, pero por lo visto no estabais, os la vais a cargar el Lunes, prepárate - Pablo me colgó.

Alba no tenía muy buena cara, sabía que habíamos hecho algo malo y encima la directora Martos no le caigo nada bien como para que encima me haga la fuga con su sobrina la primera semana de su llegada. Por un momento pensé que no quería mal influenciar a Alba, ella es muy buena niña pero no sé qué le lleva para hacer esto. Aún así cuando el Lunes volvamos sé que nos mandarán a dirección, y diré que fue todo idea mía, la directora no se creerá a Alba que en realidad fue idea suya. Lo último que quería es que Alba tuviera un parte por mi culpa.

Alba antes de que dijera nada sobre la pillada de su tía, se fue a la cocina ha dejar los refrescos. Yo me levanté detrás de ella y fui a su misma dirección.

- Te puedo decir una cosa? - Alba me preguntó mientras fregaba los dos vasos en la pica y yo estaba detrás de ellas sentada encima de la encimera.

- Si, dime - Comenzó.

- Anna Martos es mi tía, la hermana de mi madre, por esa razón estoy aquí, sabía que si me iba a otro instituto no entraría. Así que Anna me dejó entrar a este instituto. Por favor no pienses que soy una niña de mi tía, ni que voy aprobar por la cara ni nada de eso, tenía la necesidad de decírtelo - Sabía todo aquello, por un momento dudé en decirle que ya lo sabía, pero si ella confiaba en mi, y no me mentía yo también tenía que serlo.

- Lo sé, lo sé todo Alba. - dejó su último vaso fregadero y se giró.

- Como que ya lo sabías? Quien te lo ha dicho? - Frunció el ceño y me miró a los ojos.

- Cuando entraste al despecho yo no me fui a clase, me quedé en la sala para esperarte y darte las gracias. No quería invadir tu lado más personal, no soy quien como para enterarme de las cosas que no me convienen - Dije todo aquello mirando al suelo, no sabía si estaba enfadada conmigo o no, así que la dejé hablar.

- Lacunza, no te preocupes, no pasa nada, no ha sido culpa tuya. - Me cogió de la cara para mirarme de nuevo. - Quieres ver una película? - Dijo.

- Vale va -

- Preparo unas palomitas, ve al sofá y elige la película que quieras, tengo Netflix - Salté de la encimera y fui al sofá a buscar una película, mientras ella se quedó en la cocina buscando el cartón de las palomitas.

- Te da igual el género de película y esas cosas no? - Le pregunté girandome ya que yo estaba de espaldas a ella, subió los hombros en respuesta lanzandome una pequeña sonrisa.

Cuando se hicieron las palomitas, las trajo al sofá y ella se estiró cómodamente poniendo su cabeza en mi hombro.

- Rosas rojas? De que va? - Preguntó al ver que la carátula de la película salían dos mujeres.

No te escondas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora