Capítulo VII: For you

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Summer Johnsson

—¿Ya pusiste toallas limpias en el baño?— asentí ante la pregunta de mi mamá— ¿y cambiaste las sabanas de su cama?

—Si, ya todo esta listo— repetí algo harta 

Mamá siempre se ponía de perfeccionista cuando Isabella llegaba de la universidad, el tiempo había pasado rápido y mañana era mi presentación y también mi hermana regresaría, por eso mamá limpiaba la casa, lavaba la ropa que mi hermana dejo y se ponía a cocinar, la casa olía bien ya que tenia un pollo en el horno y un pastel en el refrigerador. Isabella había llamado que ya venia del aeropuerto en un taxi 

—Bueno, ya solo falta que llegue tu hermana— atrape torpemente el delantal que mi mamá se quito de un tirón 

—Mientras iré a ver a mi hija— le di una mirada rápida mientras que subía rápidamente a mi habitación buscando a mi coneja blanca, Rogerina

Mi coneja la tenia desde los 15, me la regalo mi mamá en mi cumpleaños y era una pequeña bolita blanca con la nariz y las orejas rosadas y los ojos negros, la había dejado en mi habitación para que corriera, y la encontré hecha bolita en un rincón junto a mi mesita de noche 

—Hola, pequeña— alce la bolita de pelos que era mi hija, ronroneo mientras que la pegaba a mi mejilla y le dejaba un pequeño beso en la cabecita, salí con ella de mi habitación ya que empecé a oír el bullicio abajo 

Cuando termine de bajar las escaleras, vi a mi mamá abrazando a mi hermana en la puerta y a su lado como 4 maletas, cuando se separaron, Isabella alzo los brazos, por lo que me termine de acercar para abrazarla, con cuidado de no lastimar a mi coneja 

—Pero por dios, tenias el cabello a los hombros la ultima vez que te vi— Issie me sonrió mientras alborotaba mi cabello

—Y tú eras rubia de bote— también le alborote el cabello que había vuelto a su color natural, castaño 

Isabella tenía 21 años, y ella era la hermana bonita, tenía un cuerpazo ya que siempre se cuidaba y hacía dietas, unos ojos azules que contrastaban con la piel bronceada y sin acné que tenía, pero sobre todo la admiraba por ser mas inteligente de lo que yo llegaré a ser, cuando éramos pequeñas era distinto, ella reprobaba y yo estaba en el cuadro de honor, pero ahora era al revés, ella estudiaba en Harvard, una de las mejores universidades y yo reprobaba Química 

—Bueno, pero siéntate, no te quedes en la puerta— mamá ayudo jalando de las maletas de mi hermana— te hice tu cena favorita y un pastel 

—Gracias, mami— Isabella miro a los alrededores de la casa— vaya, todo sigue igual

—Las cosas son aburridas por aquí— murmuré mientras que le acariciaba las orejas a mi coneja

—Hola, Rogerina— Issie se inclino viendo a la coneja en mis manos— sigue siendo una bolita 

—No creo que eso cambie— alce levemente a mi coneja mientras que la dejaba en el sillón para que siguiera durmiendo 

—Dejen a la coneja y vengan a cenar— nos grito mamá desde la cocina

La cena de bienvenida de mi hermana fue tranquila, ella nos puso al tanto de como iba en la universidad y algunas cosas que le habían pasado con su grupo de amigas, problemas de adultas universitarias con crisis de personalidad que aun no me interesaba 

—¿Y como vas con tu canción?— me preguntó Isabella mientras que mamá se alejaba para buscar el pastel

—Ya la termine— mi hermana me vio emocionada— pero, la oirás hasta mañana en mi presentación

𝐒𝐎𝐌𝐄𝐁𝐎𝐃𝐘 𝐓𝐎 𝐋𝐎𝐕𝐄|Jaeden Martell|©✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora