𝐒𝐎𝐌𝐄𝐁𝐎𝐃𝐘 𝐓𝐎 𝐋𝐎𝐕𝐄|Jaeden Martell|©✔️

Capítulo XV: Just Sleep...?

Summer Johnsson 

Hay una gran ventaja de que mi mejor amigo también sea mi novio, y eso era la confianza 

Pero no cualquier confianza, sino la confianza de que Jaeden puede lavarse los dientes al mismo tiempo que yo me termino de maquillar mientras nos empujamos levemente por el espejo del baño

—¡Déjame!— gruñí mientras alzaba el codo ya que me empujo para verse al espejo

—¡Dame espacio!— se quejo a mi lado aun con el cepillo en la boca

—¡Si no te hubieras levantado tan tarde!

—¿De quien fue la idea de dormir tarde?— me miro acusatoriamente, tenía razón— además, me dejaste un recordatorio en el cuello

Le pegue con mi toalla cuando recordó la pequeña marca que le hice en el cuello y que le ayude a cubrir con maquillaje para que nadie lo notara

—Quedamos que lo que paso debajo de la cobija, se queda ahí— lo apunte con mi índice mientras salía del baño 

—Hoy me toca a mi, flaquita— casi me ruborice porque me miro de arriba a abajo mordiéndose el labio

—Quisieras.

Solo oí como Jaeden suspiro aliviado de que ya tenía todo el espejo para él

(...)

Venía jalando a Jaeden del brazo ya que se nos había hecho tarde, todos los demás residentes se nos quedaron viendo raro

—Se les pegaron la sabanas— mi tía Angie nos miro riendo

—Si— murmure mientras recargaba mis manos contra mis rodillas 

—Talvez hubieras tenido la consideración de despertarnos— Jae le reclamó a su madre 

—Eso les pasa por quedarse despiertos hasta las 2 de la mañana jugando Minecraft— mi tía Angie se dio la vuelta ya que el instructor de equitación había llegado, y que bueno que así fue, sino hubiera visto las caras que nos delataban que habíamos jugado, pero no precisamente Minecraft

El lugar donde tomaríamos la clase de equitación era en la parte trasera de la hacienda, había mas animalitos de corral, me acerque un poco a las ovejas, pero casi salí corriendo ya que una me miró feo y soltó un grito que me asusto y me hizo correr, ni siquiera sabía que las ovejas gritaban

El instructor empezó a decir que nos acercáramos al caballo, en mi caso compartiría caballo con Jaeden, o mejor dicho, era una yegua, se llamaba Cristal, era muy bonita, con los ojos negros y pelaje dorado, además de que se dejaba tocar y le gustaban las manzanas, pero también era muy alta

—Es hora de subirnos al caballo, ya los conocen, así que no abra problema— mientras el instructor decía eso, nos pasaban unos arneses y unos cascos

—Que linda eres— Jaeden iba a subirse primero, y mientras yo me dedique a darle mimos a la yegua, que recargaba su nariz contra mi brazo y me hacía reír

—Hasta Cristal cae ante tus encantos— me dijo Jaeden haciendo que me ruborizada

El instructor se acerco a nosotros, ayudo a Jaeden a subir y a sentarse en la espalda de la yegua, pero el miedo me inundo cuando el instructor me extendió la mano para ayudarme a mí

—No, no, ya tengo miedo— le dije con cara de terror a Jaeden. Era mi turno de subirme al caballo, pero me daba mucho miedo la altura y también me daba miedo caerme

—Yo voy a estar contigo, no va a pasar nada— Jaeden me extendió la mano y casi al mismo tiempo, la yegua volvió a mover la cabeza 

—No, tengo mucho miedo, tú súbete, yo voy a estar bien— hable mas asustada mientras me cruzaba los brazos sobre el pecho