Mi Ángel //2JAE.

✨Capítulo 4✨

Hoy estaba cansado, ayer me quedé hasta tarde revisando guías y así. La hora pasó bastante rápido que no me di cuenta de la hora. Ni siquiera alcancé a terminar. ¡Ugh! Qué frustrante.

Afirmé mi cabeza con mi mano, veía como a Youngjae se le cerraban solos los ojos. ¿De verdad estaba bien? Odio cuando me mienten. Aún quedaba tiempo, así que saqué dos panes que me había preparado en la mañana. El olor se sentía bastante bien, tenía mucha hambre.

Le di un mordisco a mí pan y vi como Youngjae empezaba abrir los ojos, mirando fijamente lo que estaba comiendo.

Me acordé lo que sucedió ayer, terminé de mascar y dirigí mi mirada al menor.

- ¿Tomaste desayuno? - fulmine la mirada en busca de una respuesta.

Youngjae cerró los ojos al instante cuando le hice esa pregunta.

Suspire e hice una mueca, siento que éste es él estudiante más difícil que hay. ¿Porqué eres así Choi Youngjae?

- Youngjae, ¿Me vas a responder? - dije más firme.

Youngjae levantó su cabeza, ya que la había apoyado en su mesa. Sólo asintió con su cabeza bastante dudoso.

No tengo paciencia para esto y me enoja bastante cuando no me dicen la verdad. Es muy difícil engañarme y sé cuando mienten.

Me levanté de mí puesto y lo tomé del brazo y lo levanté mirándolo seriamente a los ojos.

Youngjae abrió sorprendido sus ojos y se trató de alejar asustado. Pero lo agarré firme del brazo, sin lastimarlo obviamente.

- P-Profesor Jaebum... No haré nada se lo juro, pero no me vaya hacer nada por favor. - sus ojos empezaron a cristalizarse.

Levanté una ceja confundido. ¿A qué se refería con eso?

Lo solté al instante, creo que mis acciones fueron impulsivas y puede que Youngjae se haya asustado.

Negué con la cabeza levemente.

-Youngjae no piense hacerte nada. Sólo que me enoja que mientas. - me crucé de brazos.

El menor tragó saliva mirando a todos lados.

-No miento, se lo juro. - me miró con una pequeña sonrisa.

Me sentí nervioso por aquello. ¿Que te pasa Im? Es solo una sonrisa que cualquier persona puede hacer. Es sólo un mocoso.

Le resté importancia a todo eso y fui directo a lo que realmente quería saber.

- Ya me doy cuenta que cada cosa que te pregunte me dirás que sí. Entonces... Te voy a ofrecer un pan. ¿Quieres? - dije levemente haber que me respondía.

Asintió de forma tímida, se me formó una sonrisa en mis labios. Lo sabía, me había mentido.

Me acerqué a mi puesto y saqué el pan que tenía en mi mesa y se lo di.

Lo recibió y me miró sonriente.

-Muchas gracias, Profesor Jaebum. Pero ¿Usted no tiene hambre? Trajo esto para usted y... - lo interrumpí.

-Yo quiero dártelo, si no hubiera querido, ni siquiera te hubiera preguntado. - lo miré de forma seria, hablaba muy en cerio.

- Ay, muchas gracias... En cerio. - hizo un puchero y le dio un mordisco al pan.

Acaricié su cabello de forma suave. Sinceramente, lo veo tan frágil.

Negué con mi cabeza.

-No me debes agradecer, es lo que haría por cualquiera de mis alumnos. - puse mi pelo hacía atrás.