Mi Ángel //2JAE.

✨Capítulo 1✨

Sentía la cálida y fría brisa pasar por mí cuarto, fui abriendo los ojos por aquello. Dirigí mí vista hacía el reloj, ya eran las 06:00 AM, me levanté de la cama medio apenado, estaba cansado. Tengo que trabajar horas extras y eso significaba que descansaría menos.

Solté un suspiro y sin más preámbulos decidí ir a darme un baño con agua caliente para relajarme, restriegue mí cuerpo con delicadeza, sentir el agua cayendo por mí cuerpo hacía que me calmara y relajara bastante, en finalizar salí de la tina para secar mi cuerpo y colocarme ropa. Bueno, decidí colocarme unos pantalones ajustados al igual que una camisa negra ajustada al cuerpo, no podía vestirme indecente porque según los reglamentos del colegio "Un profesor debe dar el ejemplo hacía sus estudiantes", no veía falla en eso, porque es verdad yo estoy para enseñarles y disciplinarlos.

Ahora iría por un café, amo los cafés en las mañanas, bajé por las escaleras y mí vista lo primero que pudo ver es a Nora durmiendo en el sillón cómo un angelito, ella es mi adorada gata. Me acerqué hacerle cariño por unos instantes y finalmente llegué hacía la cocina y me hice un delicioso y deseado café, voy hacía mí balcón que tenía justo en mí cuarto con el café en las manos, abrí aquella puerta para entrar hacía el balcón y poder tener la mejor vista de todas. Pero lo que más me gustaba es sentir la brisa, era bastante agradable relajarse en un lugar cómo éste.

Terminé mí delicioso café y entré a mí cuarto - el balcón está junto a la habitación - ordené mi cama y lo que estaba fuera de lugar en la habitación, volví a mirar el reloj y ya eran las 06:30 AM era bastante temprano. Por ende, decidí irme antes.

Bajé las escaleras para despedirme de mí gatita, y tomé mis cosas y las llaves, cerré la puerta y salí de la casa, tenía mi auto estacionado, era color rojo intenso, abrí la puerta y entré al auto sin problemas. Lo eché andar y partí hacía la escuela.

Tardé al rededor de 15 minutos en llegar, y dejé estacionado el auto al frente de la escuela donde todos los profesores, directores y auxiliares de aseo los dejaban.

Me bajé del auto y lo deje con cerradura y alarma.

Entré a la escuela y me dirigí hacía la sala de profesores. Para poder dejar mis cosas en su lugar.

Toqué la puerta de aquella sala y me abrió el profesor Kyungsoo.

- Hola, profesor Im. - dijo Kyungsoo sonriente.

Yo sólo di una reverencia y entré sin decir una palabra, sí, suelo ser muy frío y cortante. No me gusta establecer ningún tipo de confianza o amistad con ninguno, esto es trabajo y así se queda.

Llegué hacía los casilleros que cada profesor tenía con sus nombres. Llegué hacía el mío y saqué lo que ocuparía para hacer las clases y lo demás entraría en el casillero, después de eso lo cerré y puse la contraseña, ya que eso era algo personal.

Ahora me iría hacía la clase que me toca, soy el profesor jefe de esa clase, osea yo estoy encargado sólo de ellos y debo encargarme todo lo que pasa ahí, todos los profesores tienen sus propios cursos que deben hacerse cargo, pero igual tenemos que hacer clase a otros salones, ya que no hacemos clases a todas las asignaturas que hay. Por ende, debe ir otro profesor.

Tomé un libro y mi estuche con lapices adentro y me retiraría. Pero un profesor me interrumpió.

- Profesor, Im. ¿Porque no se queda un poco más? Es temprano aún. - dijo Mark sonriente.

Lo miré con desagrado, yo vengo aquí a trabajar no para hacer vida social.

Suspire. - No, no me interesa perder el tiempo aquí. Prefiero hacer mí trabajo. - dije con un tono cortante, todos me quedaron mirando sorprendidos por lo que había dicho, pero ya conocían el carácter que tengo, Mark sólo asintió y siguió con lo suyo.

Salí de hay y fui caminando hacía las escaleras para llegar al salón. Subí rápido y caminé hacía donde tenía que llegar.

Al entrar pude ver a unos de mis estudiantes dormido, me dirigí hacía mi mesa y dejé las cosas para ir con mi alumno.

- ¿Éstas durmiendo?- dije moviéndolo suavemente.

- ¿Mh? - dijo éste despertando restregando sus ojos.

- ¿Tú de nuevo? ¿Acaso no te das cuenta que la escuela no es para dormir, es para estudiar?. - dije con una voz súper grave y sería.

El que estaba dormido se levantó de golpe y se puso cómo debía estar, estaba medio asustado.

- Perdón, profesor Im. No volveré hacerlo. -dijo apenado, y bajó su cabeza.

- Está bien. - Suspire - Espero que no vuelvas hacerlo, Youngjae. - dije con voz de regaño. Pero me entro la duda, ¿Porque llega tan temprano?... Lo volví a mirar, me acerqué un poco y en su rostro se notaba cansancio. Las ojeras también lo delataban. Pero aún así, decidí preguntar. - ¿Porque llegas a está hora? Me imagino que sabes que en esté horario no se encuentra ningún estudiante a excepción por los profesores, directores y auxiliares de aseo, sabes eso ¿Verdad? - dije alejándome de éste tomando la postura anterior.

- Claro que lo sé...- dijo casi para si mismo, pero logré escucharlo.

- ¿Entonces?. - dije serio, no, tenía más una expresión de enojo.

- No, por nada profesor. Lo siento, ya no me voy a dormir. - me lo dijo mirándome a los ojos, pero se notaba que estaba decaído. Pero debía tomarlo normal ¿No? Desde que soy profesor jefe de esté salón, he visto a Youngjae así. No debería preocuparme.

Desvíe la mirada y me fui a sentar por mientras. El asiento era bastante cómodo así que no tendría problemas en esperar a que los demás alumnos lleguen. No sabía que hacer, volví a mirar a Youngjae que se estaba quedando dormido, pero volvía a despertar, se notaba que estaba luchando contra el sueño. Miré hacía el frente y estoy pensando en cambiarlo de puesto al frente mío. Para vigilarlo y asegurarme de él, no se porqué pero siento eso.

- Youngjae.. Toma tus cosas y te vienes a sentar al frente mío, ven. - le dije mirándolo.

- Pero... ¿Porque? - dijo con una expresión como si estuviera sorprendido.

- Porque yo lo digo y estando aquí, yo te mando. Ahora ven y te sientas donde te estoy diciendo. - dije bastante molesto, no me gusta que mis propios alumnos me puedan contradecir.

Youngjae sólo asintió y tomó su mochila y se paró para ir hacía donde le asigné, puso la mochila en su asiento en la parte de atrás y volvió a sentarse.

- Listo profesor, Im. - dijo sin ninguna expresión.

Esté chico me sobrepasa los límites, no entiendo porqué es así.

- Profesor... - me miró - ¿Puedo ir tomarme un vasito de leche que hay en el casino? - me miró con suplica.

- ¿No tomaste desayuno antes de venir? - dije desentendido. - ¿Tu madre no te dio desayuno? - dije apoyando mi brazo en la mesa para afirmar mi cabeza con una de mis manos.

Youngjae no dijo nada. Se le estaban llenando los ojos de lágrimas, pero las retuvo. ¿Habré dicho algo malo?

- Youngjae ¿Pasa algo? - dije levantando la cabeza.

El sólo negó y se quedó callado.

- Anda a comer algo si quieres, pero apurate antes que empiecen las clases. Tienes 30 minutos y desayuna tranquilo, buen provecho. - dije suavemente.

- ¡Gracias! Ya vuelvo. - dio una gran sonrisa y se fue.

Me quedé solo nuevamente, pero quedé encandilado, nunca había visto una sonrisa tan brillante...