Capitulo 25

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Han pasado ya tres días de los cuales Ori y Julian han intentado no verse las caras, tratan de evitarse todo el tiempo después de lo sucedido en la azotea, lo que había pasado allí para ellos quedo como un error que según ellos no volverán a pasar.

Jueves, sonó el despertador de Ori, con toda la pereza se levanto a darse una ducha rápida, se puso algo apropiado para salir, tenía hora al medico, estos días no se sentía muy bien por lo que tuvo que pedir una hora para que el medico la revise y vea que es lo que tiene.

Salió de su habitación, y también de la casa de los Serrano.

**

-Oriana Sabatini - llamo el medico desde su sala.

Ella se levanto de su asiento y de dirigió hacía donde el medico la atendería.

-Adelante señorita Sabatini, tome asiento - y así lo hizo, el medico era un hombre mayor, edad avanzada, se veía cansado pero era muy racional y con un temperamento bastante agradable - que la ha traído por aquí -pregunto - que tienes.

-No me he sentido muy bien estos días - respondió - he estado sufriendo de bastante dolores de cabeza y mareos, y me extraña porque nunca he sido de enfermarme de esta manera - añadió ella entrelazando los dedos de sus manos.

-Vale, por los exámenes que te tomaron estas sufriendo de un grave estrés, eso se debe a mucho trabajo, piensas mucho o te preocupas demasiado de las cosas - explicaba el - es normal las jaquecas, los mareos, el estrés produce esos síntomas, te recetaré unas pastillas para que no sufras mucho del dolor de cabeza - dijo - quiero que reposes, descanses, cero esfuerzos, cero malos ratos y todo eso - pidió el escribiendo en una hoja - aquí tiene la receta para compres los medicamentos - le hizo entrega del papel el cual Ori recibió y guardo en su bolso - es un estrés grave, tienes que tener cuidado, cuidarte harto, este estrés si no es buen cuidado, puede traer problemas a tu cerebro, te puede traer un daño físicamente o mentalmente, entendido? - pregunto.

Si doctor muchas gracias, nos vemos - dijo levantándose del asiendo para salir del lugar.

Lo que le faltaba, tener un estrés, como quiere que descanse si no lo puede hacer, tiene que cuidar un casa durante 3 o mas meses, ¿Podría descansar como el médico se lo pidió? una simple respuesta. NO. Simplemente no podía, ahora que Nora estaba enferma y no iba a poder estar en la casa iba a tener mucho mas trabajo.

Paso a una farmacia donde compro los medicamentos que le recetó el médico, hizo parar un taxi que la dejo a las afueras de la casa de los Serrano. 

Al entrar se dio cuenta de que había un auto que ella no conocía, se apresuró más para llegar a la casa, en el camino se encontró con el jardinero, quien estaba podando un árbol, dejándolo de una forma cuadrada.

-Hola Manuel - saludo ella. 

-Hola señorita Oriana como le va – Pregunto amablemente el secándose el sudor de la frente.

-Si bien, de quien es ese auto - pregunto curiosa.

-Ese auto es del nuevo chófer que la señora Diana contrato - informó el - se llama Maximiliano, es un muchacho muy sencillo, y se encargara de llevar a la pequeña y al joven Facundo al colegio.

-Ah, bueno te dejo, tengo muchas cosas que hacer - añadió ella- nos vemos Manuel. 

-Nos vemos señorita Oriana, que tenga buen día - respondió el.

-Gracias, también vos.

Entro por la puerta trasera que daba a la cocina, paso de largo hacía su dormitorio, donde dejo su bolso y se puso algo más cómodo,se puso un pantalón corto color blanco,una musculosa con dibujos de ramas y unas sandalias con tiras a los costados luego de eso salió de su cuarto para poder ir a la cocina a preparar el almuerzo.

Caminaba cabeza gacha, le dolía la cabeza, recién se había tomado una pastillas. Ojala haga efecto -pensó ella.

Al entrar a la cocina, dio con un muchacho de su edad, quizás un poco mas, rubio, tenía un cuerpo, trabajado, no tan exagerado pero tenía un buen físico, el la miro, algo que ella también hizo, el tenía los ojos verdes, demasiado bellos - pensó ella.

-Hola - saludo el, algo nervioso, junto con un sonrisa tierna en su rostro.

-Hola - saludo ella de vuelta - tu eres Maximiliano- pregunto ella.

-Si, como sabes - respondió y pregunto. 

-Me llamo la atención el auto que estaba afuera, a si que le pregunte al jardinero - respondió ella. 

-Ah, pues mucho gusto - dijo el acercándose a ella - mi nombre es Maximiliano, decime Maxi y voy a trabajar aca como chófer - le tendió la mano, la cual Ori recibió amablemente. 

-Yo soy Ori , la empleada de la casa - se presentó ella.

Se quedarealmron mirando unos segundos, ente el era bastante guapo, tenía una fracciones en su rostro totalmente perfectas, unos ojos realmente preciosas, y una sonrisa maravillosa. Si, el era completamente guapo y se veía que era una persona con perjuicios y muy divertida.

-Bueno, tengo que avanzar en el almuerzo - dijo ella, soltando la mano de el. 

-Ah, si y yo llevar a los peques al colegio - informo el - nos vemos luego Oriana,un gusto en conocerte.

-El gusto es mio - dijo ella.

El sonrió.

-Adiós - se despidió el, saliendo de la cocina.

Ella solo sonrió.

Cuando el salió de la cocina, pensó en Julian, no supo porque lo hizo. Pero lo hizo. Maximiliano era tan distinto a Julian, porque el no podía ser mas tierno, mas demostrativo, porque tenía que ser tan frio, tan cruel a veces, se sentía atraída por el, pero el jamás se fijaría en una empleada - Solamente soy una empleada - pensó ella.

Una Simple Empleada || Orian ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora