Capitulo 46

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Si por ellos fuera, vivirían besándose.

Poco a poco se separaban, cada uno tenía sus labios hinchados y rojizos y eso hacía querer besarse aún más.

-Creo que tendriamos que ordenar - propuso Julian, aun pegado a ella, Ori solo escucho aturdida - Si Nora ve esto, de seguro le da un infarto. - beso cortamente lo labios de Ori, para luego separarse y empezar a juntar la basura.

-Tenes razón - dijo ella, estiro su brazo para alcanzar la canasta botada, pero inmediatamente se dio cuenta de su brazo cortado, al ver la tela llena de sangre se asustó, y Julian noto lo tensa que se puso.

-¿Que te paso? - preguntó mirándola, luego bajo su vista hacía el brazo de ella - ¡Ori te cortaste! - camino hacia ella y tomo el brazo de Ori entre sus manos, examinándolo - Te hiciste un corte profundo.

-No, no es nada - especuló.

-¿No es nada? - pregunto - déjame curarte - le pidió.

-Está bien.

Después de un rato de curaciones, Julian ya había curado el brazo de Ori, con una venda pegada para que no siga sangrando y un poco de alcohol para las infecciones.

-En unos días más, estará como nuevo.

-Muchas gracias - sonrió ella - pero ahora si ordenemos.

Pasaron unos minutos recogiendo todo, aunque Ori pensaba que ella sola debería de haber ordenado ya que fue ella quien tiro todo al suelo, pero si él quería ayudarle, bienvenido sea.

-Bueno, ya está todo en orden - le dijo Julian en un suspiro.

-Gracias, Julian… vos no debías ordenar esto - hizo una pausa – Si no, yo.

-No te preocupes, ya lo hice - sonrió - iré a bañarme - le sonrió dejando mostrar sus perfectos y blancos dientes.

Un suspiro tembloroso salió de ella, la había besado y él no había escapado ni le había dicho que era un error, ¿Acaso a él le estaban gustando los besos de ella?, sonrió y negó con su cabeza, lo que estaba pensando era algo estúpido, le hubiera gustado seguir abrazada a él, besándolo, acariciándolo. No podía negar que el chico era muy bipolar, pero cuando representaba su lado tierno y protector, daban ganas de besarlo y no soltarlo. Rio antes sus ingenuos pensamientos.

-Hola Ori - saludo Yolanda entrando a la cocina.

-Hola Yol - saludo ella también.

-¿Que te paso en el brazo?

-Ah - miro su herida - eso es lo que pasa cuando estas en las nubes y no te das cuenta en donde caminas - mintió, no quería decirle verdaderamente lo que le había pasado, la pequeño rio, y negó con su cabeza.

-Tienes que tener más cuidado - advirtió Yolanda.

- Es verdad Yol - acarició tierna mente el cabello castaño de la pequeña.

-¿Cuando me llevarás a jugar con Titi?.

-Cuando vos quieras.

-¿Mañana puede ser? - pregunto sonriente.

-Mañana tiene rehabilitación, pero si quieres puedes acompañarnos.

-¿Enserio? - su rostro se ilumino completamente.

-Claro.

-Gracias - beso la mejilla de Ori y salió corriendo de la cocina.

Amaba cuando veía sonreír a esa niña, por decir amaba a esa niña, era un hermoso angelito que tenían los Serrano, un angelito que tenían muy abandonada y que necesitaba de amor.

Una Simple Empleada || Orian ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora