París, Francia.
París. Dulce, hermosa y maravillosa ciudad de París. Ciudad del amor para amantes y enamorados. Ciudad para aquellos aficionados de la moda. Y ciudad para adorar. Todo era simplemente hermoso. Desde su paisaje romántico y armonioso hasta cada mínimo detalle. La noche de París termino de caer y unos últimos aplausos se escucharon desde el escenario y luego con cada paso el sonido se fue alejando poco a poco.
Jimin entro en su camerino y recibió felicitaciones y sonrisas de algunas personas al haber terminado su último concierto del año. Cerró la puerta detrás de la última persona en salir de su camerino y sonrió al ver a Jin abrazarle y plantarle un sonoroso beso en una de sus pálidas mejillas.
Hizo un mohín y se limpió la mejilla con cuidado, soltó un suspiro cansado y empezó a quitarse los zapatos que tanto le molestaban, se acercó lentamente al sillón y se dejó caer volviendo a suspirar.
—¿Estuve bien? —pregunto con una pequeña sonrisa en su rostro.
Jin vaciló un momento y Jimin pensó que moriría hasta que el cambio su expresión y sonrió.
—Como siempre, estuviste genial —se acercó hasta el mini bar y cogió una botella de agua, entregándosela —Te felicito, tu carrera está avanzando cada vez más y más.
Jimin le sonrió y se acomodo mejor en aquel sofá rojo de terciopelo que tanto le encantaba, agarró la botella y bebió un poco.
—Ahora me toca preguntar ¿Cómo estuve con la iluminación?
Ella exhalo todo el aire que retenía sus pulmones e hizo una mueca. Jin frunció el ceño y espero a que comenzara a hablar.
Jin era el mejor amigo de Jimin justo antes de que decidiera obtener una carrera como solista.
Años después cuando firmo su primer contrato le ofreció que trabajara con el siendo el director de luces en sus espectáculos.
Hasta ahora Jimin había sido muy perfeccionista con cada uno de ellos y su amigo intentaba mejorar cada vez más.
—¿Tan mal lo hice? —volvió a preguntar. Jimin esbozo una pequeña sonrisa burlona y negó rápidamente con la cabeza.
—Para nada. Mejoraste, aunque creo que la última canción era muy movida para estar utilizando solo luces azules y moradas. Era muy melancólico.
Jin levantó las manos y bufo.
—Me rindo. Eres muy perfeccionista, querido —Jimin rio y lanzo la botella de agua, ya vacía, hacia él.
—Para nada, solo quiero que al público le agrade mis espectáculos. Además, por solo querer que cada detalle este excelente no signifique que lo sea.
—Eso ser perfeccionista mi querido Jimin.
—Vale, tal vez lo sea...solo un poco —Jin arqueo una ceja —O.. mucho —rio —Pero no puedo mentir al decir que gracias a ello he avanzado.
El asintió dándole la razón.
—Pero sigo creyendo que necesitas mejorar aún.
—También eres.. algo controladora —el pelirosa frunció el ceño.
—Vale, Señor Quejón. Yo no me quejo cuanto te vuelves sobreprotector como si fueses mi guardaespaldas.
El rio y saco dos billetes de avión y los movió al frente de su rostro.
—¿Te quedas acá en la bella ciudad de París con el resto del grupo o te vas devuelta a Houston conmigo?
—Veamos...si me quedo acá puedo disfrutar una semana entera de vacaciones en París. O puedo regresar a casa y enfrentarme a mi padre y soportarle lo que sobra de año. Creo que tendré que pensarlo —dijo con ironía.
—¿Aún sigue obsesionado con su campaña? —Jimin lo observó fijamente asintiendo a la pregunta del mayor.
—No tienes ni idea de cuánto —suspiro.
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Un mes de placer y.m (ADAPTADA)
FanfictionLa venganza suele ser dulce y aún más cuando el deseo está de por medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan. Puede llegar a ser un poco peligroso, pero también excitante... Min Yoongi un hombre apuesto y más que dispuesto a cobrar veng...