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Domingo. Cuatro con treinta y dos minutos. El tiempo seguía corriendo en el reloj de Yoongi. Ya había pasado más de cuatro horas para que expire el trato. Park Chanyeol estaba a punto de perder todo.
Había pasado el resto de la semana esperando el domingo porque estaba seguro de que Jimin llegaría a Nueva Orleans en la mañana. Pero ahora no estaba tan seguro de ello. Aquel muchacho siempre había sido de aquellas personas que trata de ser perfecta para sus padres. Eso lo había podido observar en los pocos años que lo conoció.
Siempre sacaba buenas notas en el instituto. No hacía nada malo, pero al parecer todo había cambiado cuando se convirtió en un hombre independiente.
Tamborileo con sus dedos su escritorio y decidió esperar un poco más. Estaba seguro de que Jimin llegaría. Algo en su interior se lo aseguraba. Se sirvió en un vaso de cristal un poco de wisky para poder calmar su ansiedad.
Abrió su portátil y revisó su correo. Algunos eran mensajes basura. Otros de sus amigos. Algún que otro mensaje divertido. Y el resto era sobre la gente del gobierno. Siguió revisando y borrando mensajes cuando bufó y rodo sus ojos al ver aquel nombre en su pantalla. Mark Tuan. Negó con su cabeza y abrió el mensaje para leerlo.
Mark Tuan, un encargado del gobierno, obligado a verificar si todo marchaba bien y transmitir información a su gente. Desde los comienzos de su proyecto había estado simplemente molestándolo. Era peor que un parásito, todas las semanas le llamaba a horas de la madrugada solo para preguntar si había terminado el proyecto.
Yoongi frotó sus sienes con dos dedos al recordar los menudos dolores de cabeza que le había ocasionado más de una vez.
Suspiro frustrado al leer el mensaje. Quería reunirse de nuevo con él. Cerró la portátil y volvió a ver su reloj.
—¿Esperas a alguien? —preguntó una voz masculina.
Yoongi levantó la mirada y se encontró con la de su amigo. Kim Namjoon. Esbozo una sonrisa y lo dejo pasar a su oficina. Su amigo se sentó al frente de él.1
—No has respondido. ¿Esperas a alguien? —volvió a preguntar, esta vez mirándole fijamente.
—No ¿Debería de estar esperando a alguien? —respondió con otra pregunta.
—No exactamente, pero para que estés mirando el reloj, algo que no haces mucho debes de estarlo —contesto con seguridad su amigo. Harry se encogió de hombros restándole importancia. Miro a su amigo y sonrió al pensar en lo que pasaría por todo un mes con aquel hermoso muchacho. Sin duda que estaba más que convencido que el aparecería.
—No espero a nadie, Nam —mintió.
—Vale —lo miro incrédulo —¿Quieres salir un rato? Podemos tomar algo —sugirió el castaño. Yoongi levantó su vaso de cristal y mostro su contenido.
—Ya estoy tomando y no. No puedo salir.
—Sabía que estabas esperando a alguien —insistió su amigo. Yoongi cerró los ojos y suspiro.
—No lo hago. Simplemente no puedo salir.
—Claro que sí. Solo levanta el culo de ese sillón y muévete –contesto Namjoon con tono divertido. Yoongi no contestó, solo tomo otro trago y lo miro —No me digas que sigues trabajando en ese jodido proyecto.
El pelinegro asintió.
—Sigo prefiriendo mi vida, tengo un trabajo genial y fácil y no tengo complicaciones.
—Eres rico, obvio que la preferirías no necesitas dinero. Tienes suficiente como para tener cinco mansiones.
—Tú también lo eres –gruño.
— Pero lo he conseguido porque trabajo, no por herencia, Namjoon. Si no recuerdas tuve que arreglármelas yo mismo para sobrevivir apenas con dieciocho —El castaño hizo un gesto con las manos.
—Ya, tranquilízate solo quiero salir un rato. Hay un nuevo bar donde van unas mujeres que están... —hizo un gesto con los dedos y silbó— espectaculares.4
Yoongi negó con la cabeza y sonrió. —Pensaba que ibas por Lisa.
—Sigo haciéndolo. Ella es perfecta, sé que me acostare con ella tarde o temprano —meneo sus cejas de una manera divertida y sonrió. De eso no hay duda alguna.
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Un mes de placer y.m (ADAPTADA)
أدب الهواةLa venganza suele ser dulce y aún más cuando el deseo está de por medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan. Puede llegar a ser un poco peligroso, pero también excitante... Min Yoongi un hombre apuesto y más que dispuesto a cobrar veng...