-¿Qué pasa?-Pregunto el peli celeste, la oscuridad le pego de lleno, intentaba ver a Dabi, pero solo su sombra podía distinguirse. Intento acercarse a lo que parecía ser el sillón, pero casi se tropieza con la alfombra, por suerte el pelinegro alcanzo a sostenerle de la cintura, provocándole cosquilleos al contrario.
-Iré a revisar...-Saco su mano del cuerpo delgado de su jefe. Se giró con rapidez, saliendo por la puerta vieja y prácticamente nada segura, busco lo que se suponía debía ser el generador de energía.
Afuera no era muy diferente de adentro, todo estaba bastante oscuro, ya que era un lugar alejado de la ciudad, prácticamente se estaban quedando en el bosque y sus únicos vecinos estaban más o menos recién a un kilómetro. Por suerte el cielo logro despejarse, abriendo paso a la luna para que esta iluminara todo con su brillo.
Una vez encontró el generador lo reviso detenidamente, no parecía haber nada extraño por lo que lo dejo estar sin mucho esfuerzo, suponiendo que tal vez sencillamente ya tenía mucho tiempo allí y nadie le había dado mantención o algo por el estilo.
Se adentró a la cabaña y no demoro mucho en explicarle a su jefe lo que creía que podía haber sido, además de que tendrían que acostumbrarse a estar a oscuras por la noche.
Shigaraki cansado, dejó de darle vueltas al asunto y sencillamente fue a acostarse en la cama, pero antes de eso se sacó los pantalones, más también la pollera. Los ojos celestes le miraban atentos, se había acostumbrado a verle de manera distante, tanto que ni se imaginaba el cuerpo de Tomura sin ropa. Ante la nueva imagen sintió su garganta inesperadamente seca y trago saliva con dificultad...
El otro olvidándosele la propuesta anterior mente echa de dormir juntos, ya había cerrado los ojos esperando tener un sueño tranquilo, por lo que fue una gran sorpresa sentir como su cómplice se posicionaba a su lado, emanando un calor tan notorio que tubo que girarse para ver si este no intentaba quemar su espalda.
-Oye, ¿Qué estas-?-Su voz se detuvo, al igual que su respiración. El rostro de Dabi estaba muy cerca, casi encima de él.
Por otra parte el pelinegro no demostraba ninguna emoción, pero por dentro estaba tan desconcertado como el otro, sentía sus respiraciones chocar por lo nervios al ver tan descerca al otro, la incomodidad estaba pasando a vergüenza segundo a segundo.
Fue entonces que Dabi se lo pregunto nuevamente, ¿A que le tenía miedo Tomura? ¿Porque se hacía daño así mismo?..... ¿Era masoquista?
-Oye...Intenta no acercar tus manos, no quiero morir.-Dabi ante la imprevista curiosidad, solo se dejó llevar por sus más ocultos instintos, posicionándose sobre Shigaraki y besándole mientras veía su expresión de asombro, tan tierna y excitante....
Que demostrara tal sorpresa como si nunca lo hubieran besado, era realmente reconfortante, le daba deseos de querer enseñarle otras cosas. Abrió sus piernas con brusquedad para rozar sus pelvis, sintiéndose los cuerpos de un solo movimiento.
-¡Angh¡-No pudo evitar gemir ante tal acto, aún menos cuando el más alto estaba introduciendo una mano por dentro de su ropa interior, apretando con descaro las nalgas y separándolas a la vez que introducía por fin su lengua en la cavidad bucal de Shigaraki. Este último no entendía nada, pero se sentía controlado, no quería admitirlo pero estaba sintiendo cosas raras por la inesperada brusquedad de Dabi.
Quien en sus ojos parresia tener llamas azules ardientes de algo que solo el sabia.
-¿Qué tal si te desgarro el trasero? ¿Eh? ¿Te gusta la idea, verdad?-Dabi, golpeó a Tomura antes que pudiera decir algo, arremetiendo sus manos contra el costado de una de sus nalgas, pasando a llevar el muslo.
-¡Agh! ¡N-No!-Su voz salió aguda, como si fuera a llorar, pero sus mejillas coloreadas y su mirada ardiendo en un rojo intenso, solo pusieron el miembro de Dabi tan duro como una piedra, porque solo estaba curioseando, intentando descubrir si efectivamente el peli celeste era masoquista, cosa que acababa de afirmar y lo tenía al límite de un momento a otro. Descubriendo un lado sádico de su parte que tampoco conocía.
-Eres una perra sucia en realidad... ¿O no?-Su voz estaba gruesa, casi como si no hubiera bebido agua o algún liquido por días. Tomura gemía bajo de su cuerpo por los movimientos entre sus pelvis, sintiendo la humedad entre sus miembros por los grandes goteos de sus erecciones, provocándole una sensación desconocida que lo hacía sentir con odio, pero también con curiosidad de sentir más. Además de que esas frases desvergonzadas le ponían los vellos de punta, erizándole toda la espalda de una sola vez...
-!Suéltame bastardo¡-Shigaraki con la confusión en lo más alto de su esplendor, no dudo en amenazar al contrario con sus cinco dedos, llevándose como resultado que sus dedos fueran humedecidos con la lengua indecente de Dabi, que se atrevía incluso a rosar sus dientes en estos, sin despegar la mirada marina, de la sangrienta del peli celeste.
Lo tomo del cabello y lo giro de manera brusca, alzando sus caderas para contemplar el blanquecino trasero, el cual por raro que parezca no tenía ninguna cicatriz, pero deseó dejarles unas cuantas.
El sonido de su palma chocando contra la carne resonó en el ambiente.
Un grito agudo salió de los labios resecos, pero el próximo no se hiso esperar, menos los gemidos al sentir como aquel lugar estrecho y virginal era frotado por el falo enorme del pelinegro. Tomura no podía negar que tenía la mente nublada, tampoco el hecho de que su cuerpo ardía de manera descontrolada, sintiendo hasta su garganta arder y su corazón a punto de estallarle y sus genitales siendo golpeados segundo a segundo con la punta del pene del más alto.
-¡Te matar-re! Uhg...agh suet-tame...-Shigaraki se retorcía con fuerza, tanta que no se percataba que al afirmarse de las sabanas estas se desintegraron, sus piernas temblaban tanto que quería colapsar, pero las manos de Dabi lo tomaban con una fuerza descomunal, dejando marcas en sus caderas.
El más alto le ignoraba por completo, su pene húmedo frotándose con rudeza con los testículos y el miembro del peli celeste, lo tenían con una lujuria nunca antes probada, quería someterlo de una manera que podría tener fatales consecuencias, pero cada parte de su cuerpo le decía que valdría la pena.
ESTÁS LEYENDO
Una noche mas. (DabixShigaraki)
Fiksi PenggemarHistoria breve de un día especifico, en el cual Tomura cansado de todo y de todos, decide alejarse o mejor dicho darse un tiempo para respirar aire puro, a su vez Dabi no quiso dejarle marchar solo, sobre todo por que los buscaban intensamente.