Semidioses en Hogwarts.

Capítulo 1.

Los seis chicos aterrizaron en un Gran Comedor. Donde los esperaban un hombre ya viejo, y una señora de media edad.

- ¿Ustedes son.. - leyó el pergamino que tenía en la mano - Julie Morgensten, Claire Wayne, Ethan Galoway, Annabeth Chase, Nico Di Angelo y Percy Jackson? - los jóvenes asintieron. - Bienvenidos a Hogwarts. Soy Minerva McGonagall, subdirectora.

- Semidioses. - llamó el anciano - Soy Albus Dumbledore, director. Les explicaré. Nosotros los presentaremos en la Selección de Casas del primer año, como chicos de intercambio. Les seleccionaremos una casa y se integrarán a la casa que les toque. - anunció. - Ahora, nosotros ya nos presentamos, ¿Quién es cada uno? Y ¿Quiénes son sus padres o madres divinas?

- Annabeth Chase, hija de Atenea. - se presentó una chica rubia de ojos grises. Sonrió.

- Julie Morgensten, mi padre es Poseidón. - se prensentó una chica castaña de ojos azules.

- Soy Claire Wayne, yo soy hija de Afrodita - sonrió una chica de cabello entre pelirrojo y castaño de ojos hazel.

- Hola, soy Ethan Galoway, hijo de Zeus. - se presentó amablemente un chico castaño de ojos azules.

- Nico Di Angelo, mi padre es Hades. - dijo secamente un chico castaño de ojos marrones.

- Y por último, yo. Percy Jackson, soy hijo de Poseidón. - sonrió un chico de cabello azabache y ojos verde mar.

- Bien, chicos. El tren debe estar por llegar. - dijo Minerva, mirando un reloj. - Vayan a la parte de atrás. Cambiense, tomen - les dio unos uniformes de Hogwarts. - Cuando los llamemos, salen.

Los jóvenes se fueron a cambiar. Mientras, alumnos desde los once a los diescisiete años entraban hablando animadamente y sentandose en su respectiva casa.

- ¡Bienvenidos, alumnos! Este año tenemos como profesora de Defensas Contra las Artes Oscuras a Dolores Umbridge. Term.. - el profesor Dumbledore fue interrumpido por una voz.

- Ejem Ejem. - dijo una mujer regordeta que parecía tener cara de sapo. Se levantó y comenzó a caminar hacia Dumbledore. - Muchas gracias, profesor Dumbledore - dijo, su voz, aguda y chillona, era más propia de una niña de 10 años que de una mujer de, probablemente casi 50.

Las reacciones en la mesa de los profesores habían sido dispares: La profesora McGonagall parecía más indignada que nunca, y lanzaba miradas furibundas a la rechoncha profesora de Defensa contra las Artes Oscuras. La profesora Sprout la miraba, con las cejas en alto, y el profesor Snape había palidecido ligeramente.

- ¡Qué alegría! - exclamó la profesora Umbridge - ¡Regresar a Hogwarts tras tanto tiempo...! Es una experiencia maravillosa, de eso no cabe duda.

La mujer carraspeó de nuevo. Algunos alumnos cuchicheaban y reían ante la presunción de Umbridge, mientras que otros parecían igual o más indignados que la profesora McGonagall. Cuando Umbridge volvió a hablar, su voz había perdido ese deje cantarino, aunque seguía sonando igual de infantil.

- El ministerio de Magia ha considerado siempre prioritario darles una gran educación a ustedes, pequeñines. Admiro profundamente a los profesores de Hogwarts por haber transmitido el conocimiento de cientos de años tan sabiamente. El conocimiento es un tesoro, algo magnífico que nos sirve para mejorar a las personas. Por eso mismo la educación es esencial. - Umbridge soltó una risita infantil, provocando que la profesora McGonagall pareciera aún más indignada, quien luego intercambió una mirada con la profesora Sprout a espaldas de Umbridge. - ¡No cabe duda! Cada director y directora de Hogwarts ha añadido algo nuevo a la educación de los alumnos, como debe ser, pues el estancamiento es un hecho aborrecible que se debe evitar, y...