Propuesta indecente

Capítulo 10: "Verdades dolorosas"

Capítulo 10: "Verdades dolorosas"

—¿Algo importante?, preferiría que me lo dijeras por teléfono, no tengo tiempo para volar a la otra punta del país.

—Tiene que ser en persona.

—Supongo que no vas a parar hasta que consigas lo que quieres, ¿Por qué no vienes tú?—suspira Mikoto del otro lado de la línea.

Sasuke activa el altavoz para que yo oiga toda la conversación, me mira esperando mi decisión y yo asiento con la cabeza en silencio.

—Está bien, espérame mañana por la mañana.

La llamada se corta sin que ninguno de los dos se despida.

—Qué conversación tan fría, en lugar de tu madre parece tu socia de negocios.

—Por ahora lo es porque se olvidó de cómo ser madre. Quiero que vayas conmigo y sé que no tengo derecho a pedírtelo después de la forma en que te trató pero necesito que se dé cuenta de que ahora tú y yo somos un equipo y que haga lo que haga no podrá separarnos.

—Si crees que eso es lo mejor te apoyaré—aprovecho el momento para agregar una sugerencia— estaba pensando que podríamos aprovechar el viaje para visitar a mis padres, hablé con mamá y quieren conocerte.

Sasuke me observa unos instantes sin responder nada y me hace dudar de haberle hecho la propuesta.

—Si no quieres no tienes que...

—No—me interrumpe él—no me molesta, es sólo que tal vez sean ellos quienes no quieran conocerme, después de todo mi madre arruinó un negocio importante para ellos—el rostro de Sasuke se entristece y se mira los nudillos—Así ha sido siempre, ella arruina la vida de todos los que la rodean directa o indirectamente. Sé que tarde o temprano tus amigos me odiarán.

—Tú no los conoces, hablé con todos ellos e insistieron en ayudarnos a luchar por estar juntos.

—Te rodeas de personas tan extraordinarias como tú misma—responde Sasuke, me mira con unos ojos que son capaces de derretir el hielo, no puedo evitarlo y me acurruco con él.

—Por eso estoy contigo—le digo sonriendo—eres el heredero de una empresa asquerosamente rica, deberías actuar como tal y tener un poco más de confianza en ti mismo.

—La tengo, en la oficina todos me temen—asegura con orgullo.

—Lo dudo, tú no asustas en lo absoluto—le contradigo con total tranquilidad.

—¿Me estás retando? Yo fui tu jefe aunque no lo supieras, si quieres puedo mostrarte qué tan rudo puedo ser.

Me toma por la cintura arrancando carcajadas de mi garganta y me hunde entre las sábanas, la batalla comenzó y estoy preparada.

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—Saku despierta—alguien me sacude suavemente el hombro.

—Ya te dije que no me llames así...—refunfuño dormida.

—Tenemos que tomar el vuelo, mi madre nos espera ¿recuerdas?

Me despierto por completo de un golpe, es cierto tenemos que ir a ver a esa maldita mujer, el estómago se me cierra en seguida.

Busco mi ropa en el armario y me pongo la que Sasuke me compró en el centro comercial de Aspen, no quiero que ella me observe como si fuera una indigente aunque es probable que lo haga de todos modos. Me miro en el espejo y doy el visto bueno, un sweater de lana gris perla y unos jeans negros con botas de cuero de caña alta, un conjunto abrigado y campestre pero a la vez sofisticado, lo complemento con una fina y delicada cadena de plata con una piedra y aretes haciendo juego, por último me pongo un abrigo de paño gris, bufanda y gorro de lana porque el frío afuera está infernal, tomo mi maleta pero Sasuke me la saca de la mano.