Propuesta indecente

Capítulo 12 : "Acciones desesperadas"

Capítulo 12: "Acciones desesperadas"

—Despierta dormilón.

Sasuke se aferra a mí con los ojos todavía cerrados y recuesta su cabeza en mi pecho.

—Sólo cinco minutos—responde con tono infantil.

—Feliz año nuevo...—susurro mientras hundo mis dedos en su cabello.

—El día recién comienza, creo que te gustan demasiado las festividades—dice Sasuke medio dormido.

—Me ponen feliz—respondo con sinceridad.

Me levanto de la cama con Cebolla pisándome los talones, lleno su plato con comida y me pongo a preparar el desayuno, Sasuke aparece quince minutos más tarde, está condenadamente sexy con sus jeans gastados y el sweater de lana gris oscuro, lo regaño por traer el cabello mojado pero no puedo evitar derretirme al verlo.

—Creo que le agradan las vistas señorita—sonríe con cara pícara mientras imita las poses de los físicoculturistas, no puedo parar de reír.

—Por supuesto, tengo un novio muy sexy ¿sabías?

—Lo conozco bastante y no está nada mal—responde en tono fanfarrón.

—Engreído—le doy un pequeño empujoncito mientras tomo los platos y los coloco en la mesa, los huevos revueltos están humeantes, Sasuke hace gestos con la boca al quemarse pero no deja de comer, es un glotón.

—Ten cuidado, te vas a quemar—le prevengo.

—Lo sé pero están buenísimos, o tal vez tengo hambre por todo el ejercicio que cierta persona me hizo hacer anoche—insinúa descaradamente pero no me deja contraatacar porque continúa hablando— ¿Cuáles son los planes para hoy?

—Deberíamos salir lo antes posible, mis padres viven a trescientos kilómetros al sur por la autopista principal pero está nevando así que seguramente demoraremos más en llegar si queremos tener un viaje tranquilo y seguro—le informo.

—No olvides que quiero comprar algo para tus padres.

—No es necesario, ellos son personas sencillas.

—Si fueran personas comunes no me importaría pero son mis futuros suegros a quienes voy a conocer.

—Está bien pero si nos retrasamos será tu culpa—le advierto señalándolo con el tenedor.

—Descuida, no tardaremos mucho.

Termino de comer más rápido que Sasuke así que aprovecho para bañarme a toda velocidad y preparar nuestras maletas con lo que necesitaremos los próximos dos días, me sobresalto al ver una figura por el rabillo del ojo, es él que me mira parado en el umbral de la puerta.

—Nadie ha preparado mi equipaje desde que tenía nueve años.

No sé si su rostro está contento o si le molesta.

—Disculpa si te molesté, yo no sabía que...

—Descuida no es lo que estás pensando, sólo digo que se siente raro que alguien se ocupe de ti.

Me acerco y lo abrazo con ternura.

—Acostúmbrate porque puedo hacerlo todas las veces que quieras, ya no estás solo.

—Es increíble que teniendo padres y hermano me sienta como un huérfano—reconoce Sasuke con pesar.

Quiero decirle algo que le ayude pero no se me ocurre nada porque la verdad es que su familia si apesta así que solo me quedo pegada a él unos instantes más.