Pesadilla

34 2 0
                                    

Entre al edificio y saludé al Vigilante de la puerta para así escabullirme en el ascensor y presionar el botón del piso 5, al llegar cruce un pequeño pasillo con paredes blancas y rodapiés caoba.
Me detuve frente a mi puerta, apartamento 507, suspiré y entre. Todo está igual, paredes blancas y muebles negros, muy minimalista. En el centro de la sala una pequeña mesa a juego con los muebles, adornada por un portarretratos con su foto (lo sé, me estoy torturando) y cuadros muy bonitos en las paredes. Todo gracias a mi carrera.
Tome el portarretratos, suspiré:
--- Hola amor, ya llegué. Sigo llegando como te lo prometí pero ya tú no estás; ya no se que hacer Mariana, ya no puedo con ésto... --- Le dije a la foto sentándome en uno de los muebles y como ya era costumbre seguí desahogandome con aquella imagen sin esperanza de recibir respuesta alguna --- Sabes, hoy Carson me dijo que ya era hora de dejarte ir y en el fondo creo que tiene razón, no quiero hacerlo pero ya es mucho tiempo y me estoy haciendo mucho daño al no saber de ti y seguir aquí así, ya no puedo amor. Se acabó, perdóname. --- Concluí dándole un beso al cristal del retrato, solté una lágrima, deje la foto en su lugar y me dispuse a irme a mi habitación, me recosté en mi cama con los ojos cerrados. No quería observar nada, todo me recordaba a ella, aún escuchaba su voz llamándome desde la cocina cuando me decía que el desayuno estaba listo, aún la veo salir del baño envuelta en una toalla, con el cabello mojado y acercarse a mí para saludarme con un tierno beso en los labios.
Nuestra relación fue una locura, comenzó cuando yo tenía 22 años, ella era dos años menor. Yo estaba iniciando mi carrera y esa noche me la llevé a la estación de policías, se hicieron las averiguaciones pertinentes y efectivamente era un error como ella me había dicho, yo estaba muy apenada con toda la situación así que para compensarla tome su número y le marqué para invitarla a cenar al día siguiente. Ella cumplió su palabra y acepto la salida, hablamos de muchas cosas y notamos que éramos muy parecidas en muchos aspectos.
Hicimos clic al instante así que decidimos seguirnos viendo; después de un mes de estar saliendo le propuse que fuese mi novia y felizmente aceptó.
Cada día con ella era más increíble que el anterior, meses después acordamos que se fuese a vivir conmigo. El amor era tanto y tan puro que no podíamos estar la una sin la otra, todo era maravilloso, ya habían pasado dos años y sentíamos como si fuesen los primeros meses, el amor no se acababa, al contrario era cada día más.
Estaba decidido, le iba pedir que se casara conmigo.
No note cuando deje que mi mente vagara tanto en mis recuerdos que simplemente caí en un profundo sueño....

..... Por fin había acabado esa ronda tan nefasta del galpón 20, llegue a mi edificio feliz, era el día correcto, tenía el anillo, las flores y había ensayado durante toda la noche cada una de las palabras que le diría en ese momento a Mariana, no podía esperar más, quería hacerla mi esposa.
Estaba muy nerviosa así que procure respirar mucho y muy hondo en el ascensor, las puertas del mismo se abrieron y yo me encamine a la puerta de mi apartamento, pero note algo extraño, la misma estaba abierta. --- Seguramente la olvidadiza de Mariana salió a botar la basura y la dejo así --- Pensé; pero al entrar me di cuenta que estaba totalmente equivocada.
Los cuadros estaban en el piso, los muebles volteados, la mesa partida, todo estaba de cabeza así que comencé hacer mi trabajo; deje a un lado las flores y desenfunde mi arma, apunte al frente y me dediqué a buscar en cada una de las habitaciones del apartamento, estaba aterrada, solo pensaba en ella pero no podía permitir que el miedo me dominara.
Con cada habitación que revisaba iban en aumento mis nervios, ella no estaba en ninguna.
Colapse al entrar en nuestra recámara, era mi última esperanza, quizá ella estuviese ahí.
Pero no, a cambio de ella me encontré con una nota.
Una nota que sería el principio del fin, era un simple papel el cual ni siquiera estaba escrito a mano....
Con letras recortadas de periódicos decía:

"NUNCA LA VOLVERÁS A VER"

... --- ¡NO! --- Grité y desperté sudada, llorando y agitada por la pesadilla que acababa de tener, esa misma pesadilla que me perseguía día y noche hace diez años. Así la perdí, así no supe más de ella.
Por más que lleve esa maldita nota al laboratorio para analizar si tenía alguna huella o algo que me pudiese dar una pista de su paradero, nada, no había nada.
Vi el reloj de mi mesa de noche y marcaba las 3 de la madrugada.
--- Maldición, no podré volver a dormir --- Dije en voz alta y me dispuse hacer una llamada --- Hola, sí, de nuevo esa pesadilla.
Ya no puedo más, estoy decidida, necesito ayuda.... Ayúdame a olvidarla --- Recibí una respuesta positiva del otro lado de la línea así que tendría que esperar hasta que amaneciera para poder comenzar con esto.

En otro lado de la ciudad:

--- Ojalá algún día puedas perdonarme por esto, ojalá pueda volverte a ver, explicarte y ganarme tú perdón... No sabes cuánto te he extrañado y cuánto me odio por no tener el valor de enfrentarme a... --- Fui interrumpida por una voz detestable que conocía muy bien.
--- ¿Aún lamentandote? --- Pregunto con ironía, no respondí y continuó --- Ya es mucho tiempo el que ha pasado, espero que hayas aprendido la lección, conmigo no se juega niña y tú quisiste hacerlo.
Te daré un voto más de confianza, tengo una misión para ti, pero si me fallas esta vez, ella va pagar las consecuencias --- Estaba harta de sus amenazas y peor si insinuaba que le haría daño a ella, exploté y le grité:
--- ¡He hecho todo lo que se te ha antojado durante todo este tiempo, no se te ocurra meterla en este asunto porque así sea lo último que haga, te mataré con mis propias manos rata asquerosa! --- El solo se rió a carcajadas y aplaudió, yo lo veía con odio y repugnancia hasta que se recompuso y dijo:
--- ¡Vaya! Has aprendido mucho de mi mi pequeña! --- Se acercó a mí y me tomo por el cuello --- ¡A mí nadie me amenaza zorra! Tú vas hacer lo que yo diga y punto! --- Me soltó y comencé a toser, se alejó y volvió a su tono irónico --- Se te va cumplir el sueño, la volverás a ver; aquí --- Me extendió un papel con una dirección --- Ha estado investigando mucho y no me gusta, irás sin que sepa quién eres tú y le darás un susto --- Sonrió descaradamente.
Yo sabía perfectamente a que se refería con un susto así que me negué por completo, no iba hacerle daño, no más del que ya le causé, pero me amenazó con que si no iba yo, iba mandar a alguien más directamente a matarla. No podía permitir eso, así que no me quedó de otra que aceptar.
--- Así se hace, cuando regreses tendrás tu recompensa mi pequeña..... Mi hermosa..... Querida Mariana ---

_______________________________

He aquí el tercer capítulo...
Si tienen dudas pregunten, si las puedo resolver al momento lo haré, sino psss poco a poco se irán aclarando muchas cosas con el pasar de los capítulos...
Espero les esté gustando.
Voten y comenten, no se olviden de decirle a sus amigos que lean está historia que se pondrá muy buena.
Nos leemos en el próximo capítulo y cuídense el dulce 😉

Decisiones... Una guerra entre el amor y la lealtad (LGBTQ+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora