CUANDO ME OLVIDES

CAPÍTULO 1

Seúl, Corea del Sur, 2013

       Sintiendo los nervios quemando mi garganta, entrelacé los dedos de mis manos, formando un puño. Los miré a todos uno a uno; a los chicos junto a los que alcanzaría mis sueños. Que se convertirían en mis mejores amigos; en mi familia. Los seis estábamos en silencio. Y digo seis porque todavía faltaba uno. Mi corazón latía muy deprisa. Nos encontrábamos esperando, sin saber qué hacer. Teniendo cierto miedo a hablar, a ser el primero en decir una palabra.
       La puerta se abrió lentamente.

      El chico asomó la cabeza. Nos miró y, al percatarse de que era el último en llegar, se sonrojó hasta las orejas. Vestía informalmente; con unos vaqueros azules y un jersey oscuro. Su cabello castaño estaba húmedo por la lluvia. Tenía el rostro muy aniñado y sus enormes ojos lo miraban todo con curiosidad y timidez. Parecía un cachorro asustado.

       — Hola — murmuró, haciendo una reverencia —. Siento la intromisión...

      En ese momento, uno de los mayores se levantó de su asiento y acudió hacia él con familiaridad y calidez. Le sonrió y todos nos quedamos impresionados por la positividad que transmitía. Era Hoseok.
       Jung Hoseok era afable, alegre y encantador.

      — No es problema — dijo con amabilidad —. Tú debes de ser Jeon Jungkook. Bienvenido.

       Todos lo miramos con curiosidad.
       Jungkook, el pequeño maknae.

      Es... Adorable

          Jungkook nos dedicó una pequeña sonrisa y sus ojos vagaron hasta encontrarse con la figura del integrante que más admiraba. Kim Namjoon era joven, inteligente y tenía un talento especial para expresarse. Sus reflexiones me parecían increíbles.
        Dignas de un líder.

        — Ya estamos todos aquí — afirmó Hoseok sin borrar su sonrisa —. Esto es emocionante.

       Park Jimin, al escuchar a su hyung, se contagió de su sonrisa. Sus ojos pequeñitos desaparecieron mientras le ofrecía la mano al maknae.