CAPÍTULO 3

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Seúl, Corea del Sur, 2014

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Seúl, Corea del Sur, 2014

      Pienso que el tiempo es algo completamente relativo

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      Pienso que el tiempo es algo completamente relativo. Una fuerza inexplicable a la que estamos atados y de la que no podemos escapar. Sin embargo, aquella noche, el tiempo pareció ralentizarse.
      Al menos, para mí.

      A cierta hora de la madrugada, Seokjin decidió que era la hora de poner fin a nuestras divagaciones fruto del alcohol para ir a dormir. Namjoon añadió, apoyando la idea del mayor, que el sueño era la cura a todos los males. Así que comenzamos a recoger pausadamente nuestro pequeño desastre organizado para no tener que hacerlo por la mañana.

      Había un problema: me encontraba más despierto que nunca. Mi corazón latía con cierta ansiedad en el interior de mi pecho y la sola idea de marcharme a dormir, me puso más nervioso todavía.
       ¿Era yo el único que me había dado cuenta?

       Algo en Jungkook no marchaba bien.
       Y me daba miedo acercarme, deseaba que fuese otro quien tomase la responsabilidad y lo hiciese en mi lugar. Porque sentía que, si me acercaba, mis dudas se acrecentarían vertiginosamente... A la vez que mis miedos más secretos y profundos.

      Casi como aferrándome a mi única opción, fingí quedar rezagado lavando los vasos del fregadero para quedarme despierto cuando todos se marchaban.
      Y, cuando el piso quedó en silencio, suspiré.

       Sentía ganas de llorar.

      ¿Qué estoy haciendo?

       Escondí mi rostro entre mis manos y me doblé sobre mí mismo. Me sentí el peor amigo del universo, un traidor. Lo había visto en un mal momento y simplemente lo había dejado sólo. Él me necesitaba y lo ignoré.
       Todo por egoísmo.
       Por mi cobardía.

       Un sollozo se escapó de mi garganta.

       Soy horrible...

          Sentí unos brazos posarse con un cuidado infinito sobre mis hombros. Su voz pronunció mi nombre con miedo, con tristeza y sorpresa.

CUANDO ME OLVIDESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora