Capítulo 11

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Sehun.

Había olvidado los rastreadores que cada uno de nosotros tenía. Fue algo que Luhan había sugerido hacer cuando Jisung había nacido y lo hicimos para Yoona también. Nosotros teníamos el rastreador en nuestros anillos de boda.

Abrí la aplicación de mi celular con la que podría seguir el rastreador y ahí aparecieron los cuatro puntos rojos en el mapa.

Jisung estaba en la carretera, moviéndose hacia el sur. El mío se movía más hacia el norte desde la parada de descanso donde Victoria se había llevado a Luhan y Yoona. Los otros dos puntos, los de mi compañero y mi hija, estaban cerca de mi ubicación, dentro del bosque.

Justo en ese momento vi la camioneta detenida en la orilla de la carretera.

-Detente. Ese es mi auto.- Le dije al oficial con el que viajaba.

Chanyeol y Yifan venían siguiéndonos en el auto de Chanyeol, que nos había encontrado en la parada de descanso cuando llegaron los policías.

-Luhan me dijo que Victoria lo hizo caminar desde aquí, así que debemos estar cerca.

El oficial asintió y bajamos del auto. Otros cinco policías bajaron de sus autos también y se encontraron con nosotros frente a mi camioneta.

Dentro encontré el teléfono de Luhan y su cartera, mis llaves y el peluche de Yoona. Las maletas de los dos niños se habían ido. Yifan se detuvo a mi lado y miró dentro del auto.

-¿Qué hacemos ahora?- Preguntó.

-Luhan me escribió desde el teléfono de Jisung. Al parecer Victoria los tiene a él y a la niña en una cabaña dentro del bosque. Había olvidado que Luhan y Yoona tiene un rastreador con ellos, así que desde aquí podemos seguir a pie. Victoria está tan acabada, amigo.

Chanyeol se acercó a mí y tomó mi teléfono.

-Deberíamos comenzar a caminar, hagamos esto tan silenciosamente como nos sea posible. Esa mujer podría estar armada y si nos escucha acercarnos podría atacar a Luhan o a Yoona...o huir de nuevo.

Asentí a lo que mi hermano decía. Luhan había dicho que creía que Victoria estaba armada, y yo no estaba arriesgándome a que lastimara a mi familia o que huyera nuevamente. Teníamos que ser muy cuidadosos.

Cerré mi camioneta y guardé las llaves en mi bolsillo mientras nos acercábamos a los oficiales y les transferíamos la ubicación de Luhan.

Armamos un plan con ellos antes de adentrarnos en el bosque y caminar un par de kilómetros hasta que encontramos la cabaña.

El plan era simple. Rodearíamos la cabaña, impidiendo así que Victoria tuviera una ruta de escape mientras uno de nosotros lograba entrar a la casa y sacar a mi compañero y a mi hija, o al menos ponerlos a salvo mientras los demás íbamos por Victoria.

Yo fui quien tuvo la mejor oportunidad para entrar a la casa, a través de una ventana en la parte izquierda de la cabaña, así que, lo más silenciosamente posible, abrí esta y me adentré al lugar.

Era una habitación. Todo estaba pulcramente acomodado y era obvio que Victoria dormía aquí. También era obvio que la loca estaba completamente obsesionada con Luhan y había estado observándolo.

Había una gran cantidad de fotos de Luhan con los niños, también de Luhan con sus padres o con alguno de los chicos. En las fotos donde estaba conmigo, mi rostro estaba tachado.

Dios, que loca.

-¡Luhan, la comida está lista!- Escuché la voz de Victoria llamando a mi compañero desde fuera de la habitación.

Me acerqué sigilosamente a la puerta y pegué la reja en la puerta para asegurarme que no había nadie fuera.

Cuando no escuché nada la abrí un poco, encontrándome con una sala bastante amplia y acogedora. El teléfono en mi bolsillo vibró y lo saqué rápidamente. Era Luhan.


Pollito:

¿Dónde estás? Tengo miedo, ShìXūn, Victoria nos ha preparado al comida, pero no quiero comer nada.

Papá Hun:

Estoy dentro, Xiǎolù, estoy en la habitación de Victoria...No puedo salir de aquí sin que me vea.

Pollito:

Voy a salir y la distraeré. Entra a la habitación de junto y quédate con Yoona.

Papá Hun:

¡No! Quédate tú ahí. Le diré a los demás que estás a salvo para que entren.

Pollito:

Voy a bloquear la puerta.


Rápidamente le escribí a Yifan, diciéndole que Luhan estaba encerrado en una habitación, a salvo y que podían proceder.

Escuché la puerta delantera abrirse de golpe y a Victoria gritar.

Salí de la habitación justo cuando ella intentaba entrar, así que pude detener su huida.

-¿A dónde demonios crees que vas?- Le pregunté y ella retrocedió, pero ya era tarde. Los policías estaban rodeándola.

-¡No! No pueden hacerme esto. Tengo un hijo y una nieta que proteger.- Gritó mientras los policías la esposaban.- Ellos no pueden estar sin mí, me necesitan.

Escuché la puerta de junto desbloquearse y vi a Victoria lanzarse hacia ella, así que me adelanté y me interpuse en su camino.

-Nunca más volverás a acercarte a mi compañero, Victoria.

Ella me gruñó, pero el policía logró arrastrarla y la sacó de la cabaña.

La puerta se abrió y Luhan saltó a mis brazos.

-¡ShìXūn!

-Mi Xiǎolù.

Lo abracé con fuerza, enterrando mi rostro en su cuello y sintiendo los sollozos de mi compañero.

-Se ha terminado, cariño, te tengo.

-Estaba tan asustado, pero sabía que vendrías por nosotros.

Levanté mi rostro y conecté mi mirada con la suya.

-Mi Xiǎolù, estoy aquí, estás a salvo ahora.

Luhan me besó con desesperación y pude saborear lo saldo de sus lágrimas.

Me partía el corazón ver a Luhan llorar, verlo asustado. Él y mis hijos eran mi vida entera y yo no podría vivir si algo malo les sucediera. Siempre haría todo lo que estuviera a mi alcance, incluso más, por protegerlos y tenerlos felices.

Porque ellos eran mi familia y mi mundo y nadie iba a cambiar eso.

El Amor Es La Clave [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora