Pequeño y peligroso

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Los vengadores no tardaron en darse cuenta de algo importante sobre sus pequeños inquilinos, les gustaba la atención, demasiado. Tanto así que si no la recibían por las buenas, la obtendrían por otros métodos. Por tal motivo empezaron a dividirse en breves turnos de una hora, tres veces al día, para evitar que creen algún plan malvado para tomarlos a todos de rehenes y obligarlos a jugar con ellos por la eternidad. 

Justo ahora era el turno del doctor Banner, en un principio estaba reacio de estar con aquellas cosas, pero como era común de las cosas pequeñas y adorables, no tardo mucho en doblegarse ante ellos. Ahora Bruce estaba acariciando a la pequeña versión de su mejor amigo Tony, el cual era sinceramente menos insoportable con ese tamaño. Mientras estaba con él noto como otros dos tsum's caminaban felices por el piso de la sala, y en cuanto el diminuto iron-man lo noto no perdió la oportunidad de molestarlos un poco.

—¡Tsum! Tsum Tsum, Tsum... Tsum (¡Bruce! Pensé que estarías ocupado, pero veo... que me cambiaste) —. Dijo, mientras hacía su pose más melodramática, el Tsum del científico rodó los ojos por la actitud de su amigo. Por otro lado, el arquero no se quedaría callado. 

—¡Tsum Tsum Tsum! Tsum (¡No es nuestra culpa que Capy no quiera estar contigo! No molestes). 

—¡Tsum! (¡Solo yo le digo Capy!) —. Exclamo ahora enfadado. 

—¿Tsum? ¿Tsum? (¿Y qué harás al respecto? ¿Eh?) —. El pequeño Clint, como se podía imaginar, no pensó en lo impulsivo que era Tony. Encendió los propulsores de la armadura alejándose de la mano del científico, iniciando así una persecución que tendría  como objetivo quemar hasta el último cabello del arquero. Quien, por su parte, trataba de derribar al hombre de acero con sus flechas. 

Bruce, tanto él como su Tsum, estaban intentando parar la pelea que ya estaba dejando algunos daños materiales. Sin embargo, el pequeño sucumbió ante el estrés, volviéndose cada vez más verde. Los otros dos Tsum’s se darían cuenta demasiado tarde de lo que habían provocado, teniendo ahora ambos que correr para que la mortífera y redonda bestia gamma no los aplastara con su pesado cuerpo. 

Clint al oír el escándalo salió de su cuarto intentando averiguar que lo provocaba, una vez abrió la puerta y vio al pobre Banner intentando controlar la situación (a la vez que así mismo) entendió que debía de ayudar. Primero priorizo tranquilizar al otro hombre, se le acercó, puso la mano sobre su hombro y dijo: 

—A Tony le dará un ataque si ve todo este caos, por suerte, ya estoy aquí para ayudar —. El de lentes dio un pequeño salto al oírle, tan nervioso estaba que ni noto cuando llego. A sabiendas de que si no se relajaba la cosa podía ponerse mil veces peor dejó a Clint trabajar, eso mientras se sentaba en el suelo practicando sus ejercicios de relajación. 

Busco que en ese cuarto sería capaz de retener al enfurecido Tsum, sus ojos fueron a parar en una manta, lo pensó por un segundo y lo vio como su mejor apuesta. La tomó, interceptó al pequeño Hulk y se preparó para capturarlo. Este, tan ensimismado en su furia, no se dio cuenta que un gran trozo de tela se interpuso en su camino. Barton no tardo y le cerró su única salida al Tsum, alzo la manta victorioso y sonrió al oír los aplausos de Bruce ante su hazaña. 

Sin embargo, las cosas no tardaron en irse al caño otra vez. La ovalada bestia gamma rompió su prisión de tela sin mucho esfuerzo, cayó sobre Clint sin darle la oportunidad de huir de él y justo antes de que hiciera algo más, alguien se le interpuso. El pequeño Hawkeye, casi rojo de rabia, empezó a despotricar contra Hulk. Ambos miraban de vez en cuando los restos de la manta rota, Clint no lo sabía, pero aquella era la favorita para dormir de su pequeña contraparte y ahora se había reducido a meros retazos de tela. La expresión Hulk pasó de colérico a culpable, no tardando mucho en volver a ser el inofensivo científico. 

El Tsum del arquero se detendría en cuanto noto que hizo sentir mal al contrario, quien trataba de contener las lágrimas que se agolparon en sus ojos. Viéndole así suspiro, esa manta ya no le importaba tanto, dando cortos saltillos llego hasta el pequeño Bruce para así chocar con gentileza una cabeza con la otra en un intento de consolarlo. La escena sería observada por ambos Vengadores que no estaban seguros como interpretarla, solo sabían que al menos el problema de Hulk ya estaba solucionado. El doctor Banner ayudó a su compañero a ponerse pie, basándose en sus gestos, no tardo en deducir que la caída sí que había dolido. 

—Puedo darte algo para el dolor si lo necesitas —. Ofreció. 

—¿Qué? Oh, nah, estoy bien. Un baño caliente, una breve siesta y estaré como nuevo —. Aun si tenía dudas de ello acepto su respuesta, no quería molestarlos después de haberle ayudado a controlar toda es situación. 

—Muy bien, te tomo la palabra. Pero si cambias de opinión sabes donde encontrarme. 

—Lo sé, tú también sabes donde suelo estar si se presenta otra crisis de estas. Nunca es un problema echarte una mano —. Y dicho eso palmeo su hombro, saliendo del cuarto justo después para ir a descansar. Bruce, sin poder evitarlo, sonrió, ni él sabía que fue exactamente, pero algo en las palabras de Clint le puso extremadamente feliz. 

De regreso a su habitación, el de cabello rubio ceniza no podía parar de darle vueltas a un hecho en concreto. No hacía mucho había tenido una conversación con su hija Lila, se había tomado unos pocos días libres para ver como estaba su familia, una noche antes de irse de regreso al complejo de los vengadores su pequeña niña le hizo una pregunta: 

«—Si mamá conoce a alguien más, ¿tú ya no podrías estar con nosotros? 

—¿Y por qué crees que tu madre conseguiría a alguien más? —. Dijo disimulando de forma magistral su obvia sorpresa ante tal pregunta, hasta donde sabía, su hijita no era consciente del actual estado de la relación entre él y Laura. 

—Copp los escucho cuando hablaron la otra vez, sabes que él no es bueno escondiendo cosas —. Su escurridizo y curioso hijo mayor, ¿por qué no lo imagino? 

—. Cariño —. Se dio un segundo para pensar bien lo que iba a decir, si bien las cosas estaban bien entre ambos, los chicos eran aún muy jóvenes para entender por lo que estaban pasando —. Quiero que recuerdes esto, por nada del mundo lo olvides, ¿vale? —. La pequeña asintió dejándolo continuar —. Aun si las cosas ya no son iguales entre tu mamá y yo, eso no cambia el hecho de que somos sus padres y que siempre estaremos allí para ustedes. Ella sabe eso también, así que no te preocupes no será tan fácil deshacerte de mí. 

—¡Yo nunca querría deshacerme de ti, no hay otro papá como tú! 

—Amo que pienses así. Ahora mejor duerme, ya es tarde...» 

Suspiro tras recordar aquello, después de que él y Laura se separaron, pese al hacerlo en buenos términos, nada se sentía igual. Cargaba con la constante sensación de vacío en el pecho, y aun si dolía con el pasar de las semanas no le quedó más que acostumbrarse. Como Vengador tenía un deber, no podía permitir que sus duelos personales impidieran que ayudara a otros. Sin embargo, en el último tiempo las cosas se sentían diferentes, no supo que lo gatillo, simplemente un día comenzó a sentirse con más energía de la acostumbrada, recupero de a poco su sentido del humor, tenía verdaderos ratos libres e incluso sonreía más. Todo sin saber que lo generaba, hasta ahora. 

—Era realmente obvio, solo que no quería reconocerlo —. Admitió en voz baja —. Supongo que ese es uno de los tantos méritos de Bruce, hacerme actuar como una adolescente enamorada —. Se rio de su propio comentario, con cuidado se recostó en la cama con la intensión de descansar cuanto fuera posible ese día. Ya mañana le seguiría dando vueltas al asunto.

Editado.

Tsum problem [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora