Tsum problem [Editando]

El gran día

Hoy era el día, finalmente tendría su cita con Natasha, estaba un tanto nervioso, pero intentaba disimularlo lo mejor posible, hace más de 70 años que no tenia una cita con otra chica, con suerte y aun mantenía su encanto de antaño

Estaba caminando por uno de los tantos pasillos de la torre para llegar al cuarto de la espía rusa, estaba usando ropa casual y cómoda para la ocasión, pues, a donde llevaría a la pelirroja, lo mejor sería tener la mayor movilidad posible para evitar algún inconveniente. Ya frente al cuarto de su cita toco tres veces la puerta para luego esperar a que ella saliera, no paso demasiado antes de que la mujer abriera la puerta con una ropa igual de casual que la suya. Aun así, desprendía un encanto que el soldado no sabría como explicar correctamente

.-Entonces, ¿a dónde vamos soldado?-. Poso una de sus manos en su cadera al mismo tiempo que le regalaba una bella sonrisa ladina a Barnes, quien se tragó sus nervios para evitar arruinar aquella cita que había estado planeando los últimos días

.-Prefiero no decirlo, que sea una sorpresa‐.

.-Hombre de sorpresas, ¿eh?-. Salió de su habitación mientras hablaba, cuando paso al lado del de rebelde cabello acerco su rostro levemente al suyo aun con esa sonrisa coqueta que enamoraba a cualquiera, y él no era la excepción .-De acuerdo, te sigo-.

El hombre extendió su brazo para que la pelirroja se sostuviera de él, igual y como se hacía en su época. Natasha soltó una pequeña risa por el gesto tan anticuado, pero no le rechazo. Rodeo con su mano el brazo ajeno y se dispusieron a caminar hasta el estacionamiento de la torre. Durante el camino la espía trato de sacarle al soldado hacia donde le iba a llevar, pero no logro obtener ni una sola pista, él estaba empeñado en mantener el secretismo, causando un mayor interés en la mujer

Una vez estuvieron en el estacionamiento Bucky le indico a su acompañante que subiera con él a una de las motos que allí se encontraba. Se trataba de una Harley Davidson negra con el grabado de una estrella en la parte trasera, Romanoff reconocería esa moto donde fuera, Steve si que era un buen amigo

.-Estaría encantada de ir juntos, pero...-. Dijo con un tono calmado y ligeramente coqueto que se había acostumbrado a usar en presencia de Barnes. Mientras hablaba se dirigió a otra de las motos que allí se encontraba, una BMW F 750 GS de color negro acompañado de un rojo opaco en la zona del motor y en la zona delantera de la moto .-Tengo la mía propia, querido-.

.-Bueno, supongo que tendrás que ir detrás de mi para no perderte-.

.-Iré mucho más rápido que tu aun sin intentarlo-. Dejo salir algo de arrogancia en aquella afirmación, eso sumado a su mirada desafiante le dejaron claro al castaño que la mujer estaba dispuesta a iniciar una competición solo para respaldar sus palabras

.-¿Es un desafío?-. James quito su vista de la moto para chocar con la de Natasha, la mantuvieron allí por un rato intentando ver quién de los era el que cedía primero ante el otro

.-Depende, ¿lo consideras uno?-. Tras decir aquello Bucky soltó una pequeña risa mientras cerraba los ojos, provocando una sonrisa victoriosa en Romanoff al ver que había ganado aquel encuentro. Antes de que la mujer hiciera algún otro movimiento el soldado le indico la dirección del lugar al cual irían

.-Pier 61 de Chelsea, es un gran edificio parecido a un domo. Lo reconocerás con facilidad-. Ya con su destino listo ambos se montaron en sus debidas motos listas para empezar la carrera, poco antes de que la puerta del estacionamiento se abriera la espía le dedico unas últimas palabras al contrario

.-Entonces, veamos quien es el mejor‐. Rugieron los motores de ambos, tan solo pocos segundos después ya estaban corriendo por las distintas calles de New York intentando llegar primero a su destino, ambos se conocían bastante bien la ciudad, sabían que atajos podrían usar y que zonas debían evitar para no atascarse entre las siempre pobladas calles. Barnes estaba casi seguro de estar llevando la delantera, pues supuso que la rusa se había quedado atrás intentando alcanzarle, sin embargo, grande fue su sorpresa cuando aquella pelirroja salió de la nada desde uno de los callejones a pocos de la meta