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Había llegado al bar hace unas horas, lo reconocí de inmediato, ya había venido un par de veces cuando me escapaba con mis hermanos, nunca supe como se llamaba, en la entrada había un hombre moreno gigante, seguridad supongo, me acerqué a él y lo primero que dijo fue — No puedes pasar.
¡¿QUE NO PUEDO QUÉ?!
Pasar, no puedes pasar, deja el drama
Tomé una punta de mi cabello y le empecé a dar vueltas alrededor de mi dedo, coloqué una cara tierna y le dije — Anda, déjame pasar.
Estaba lista para soltar las fer-hormonas y hacerlo caer en mi hechizo cuando un chico de —al parecer— mi edad, se acercó con su estúpido carnet VIP y distrajo al estúpido guardia antes de que yo pudiera hacer algo.
— Disculpa— dijo e hizo una pausa para voltear a mirarme — , ¿Algún problema señorita?— lo miré y le sonreí — , déjala pasar, viene conmigo.
El estúpido guardia me miró con una cara de desaprobación, aún así nos dejó pasar, miré a quien me dejó ayudó y solo le dije — Gracias.
Tenía la esperanza de que se fuera y me dejara en paz, pero no, el muy idiota me siguió descaradamente hasta la barra del bar.
— Agradezco tu gesto — dije al sentirlo todavía tras de mí, sus hormonas lo delataban fácilmente —, pero no tendremos sexo — dije sin voltear a mirarlo, no quería toparme con su mirada.
— Me ofende que creas eso— dijo fingiendo estar ofendido, se le notó a leguas lo falso, y se sentó al lado mío — , me pareces muy linda y creo que tengo derecho a coquetear con una linda chica.
Me volteé a verlo, estaba vestido con un jean apretado y una camisa a cuadros, que combinación más ridícula, lo miré con una ceja levantada y dije — No te hagas, no quieres nada serio, solo vienes buscando sexo sin compromiso.
Le guiñé el ojo y me fui para perderme entre la multitud de personas danzantes.
Al parecer no se iba a dar por vencido, así que me siguió y gritó — Al menos dime tu nombre.
No tenía nada que perder así que le respondí — Augusta.
Creo que se conformó con saber mi nombre por que no me volvió a seguir.
Caminé de largo pasando por la gente, el ambiente era realmente pesado y solo era la una de la mañana, creo que podría hacer que esta gente se divierta un poco más.
Nathan
° Me había quedado en la barra y ya iba por la quinta botella de cerveza cuando la música cambia repentinamente, la canción que suena ahora es lenta, pero crea un ambiente de relajación tal que todos empiezan a bailar en parejas tan pegados que parece que van tener sexo sin quitarse la ropa.
