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- ¡Mira, tu amor platónico! - Me aseguro de que nadie haya escuchado tal expresión tan imprudente, para luego reprender a mi mejor amiga por lo bajo.

- ¡Calla, Laurel! - Doy media vuelta hacia el origen de su expresión y... ¡Wow! Enserio no me esperaba esto. Observo en ese pequeño 'altar' al hombre que me hechizó hace 6 meses, había logrado olvidarlo, pero aquí está, otra vez; a unos metros de mi con el sol resplandeciente revelando el verdadero color de sus ojos, contemplando con estos el panorama que tiene frente a sus narices: un montón de personas. imposible que me notase.

- ¡Imposible, imposible, imposible! - Me vuelvo con una carga en mi pecho de la preocupación de haber pensado en voz alta y que alguien me haya escuchado. - ¡Esta vez no voy a perder el tiempo! - Jade, Jade, ¿De qué estará hablando? Seguramente de nada bueno. Espero que este año no sea una piedra de tropiezo.

- ¿Crees que no he notado la forma en que lo miras?

- ¿De qué hablas, Laurel? - Sonríe.

- Diana, te conozco hace un año, y sí que he aprendido a hacerlo ¿Te gusta?

- No. - Laurel enarca una ceja. - Está bien. Tal vez... un poco.

- Amiga, mi deber es hacerte ver las cosas como son, y no dejar que te engañes a ti misma ¿Cierto? - Asiento. - Sabes que es imposible ¿No? - Ríe nerviosa esperando una respuesta y al notar como mi rostro se ensombrece añade... - Diana, aveces se tiene un amor platónico, un 'Crush' ¿Sabes? - Ríe al usar esa ridícula expresión gringa. - Y eso está bien, y que se queden como 'eso' también lo está, amiga.

No quiero darle vueltas al tema, ya tengo la moral lo suficientemente baja como para contradecirla, sé que es imposible, pero me gusta pensar que no lo es.

- Mira, dijimos que este año íbamos a cambiar, que seríamos nuevas personas con objetivos claros; hazte un favor y no busques una distracción de donde puedes sacar provecho. - Eso sí que es un argumento. - Ya sabes lo bueno que es 'Él' en lo que hace ¿No? - Sonríe.

- No cabe duda. - Intento sonreír aunque sé que no lo estoy haciendo en realidad y me dispongo a cambiar el 'chip' y no buscar una distracción de dónde puedo sacar provecho.

- ¡Andando! - Exclama Laurel, en lo que suena la campana.

Sí, así es; primer día de clase, penúltimo año ¿Qué más se puede esperar?

HIMWhere stories live. Discover now