Era él, no podía creerlo, sin embargo salía de la mano de una mujer, al parecer era su actual pareja, mi hermana quería arreglarme mis días, pero esto me desánimo más, aunque él se veía feliz, mientras él estuviera feliz yo podría serlo, me era más que suficiente ver su felicidad, además yo sentía algo por Astrid o al menos eso creía, no sabía ni que sentía, estoy a tan confundido, tal vez lo mejor sería conocer a otras personas.
Bajamos del coche y mi hermana corrió a abrazar a Miguel, sonreí por su reacción, ellos se estiman bastante, me acerqué a saludarlos.
-Hola, es un gusto tenerlos aquí, te presento a Lana, es mi pareja y mi prometida- dijo Miguel señalando a la chica.
-Hola, mucho gusto, Lana, espero te esté gustando mucho nuestro país ¿Cómo han estado? -no pude evitar hacer una expresión de sorpresa, Miguel solo sonrió al verme- Disculpa - sonreí apenado
- Estamos muy bien - me jalo y me abrazo- me alegro de verte de nuevo.
Me sonroje casi instantáneamente y me separé de él sonriendo- Yo igual me alegró de verte de nuevo, pero bueno ¿ Que hacen por acá?
Cuando me di cuenta mi hermana ya se había llevado a Lana, parece que se llevan muy bien.- Vinimos a pasar las vacaciones aquí- acarició mi cabeza y sonrió- pero dime ¿Has cuidando bien de Astrid?-
Me agaché.-Bueno ¿define cuidar bien? - sonreí desanimado.- No digas más, se que ella es muy difícil pero no me la dejes tanto tiempo sola con el tipo que trajo, ese tal Mateo. -me miro a los ojos.
-Bueno es que yo no puedo prohibirle sus amistades, ella ya es mayor- lo miré triste.- Bueno, enano, entremos a la casa, tenemos una pequeña fiesta para celebrar mi llegada junto a mi prometida.- sonrió y me tomó de la mano, me jaló dentro de la casa, no pude evitar sonreír como tonto.
Me sentí muy bien de qué me llevará de esa manera, sentir su mano estrechada con la mía, todo iba muy bien hasta que llegamos al patio donde estaban todos, solté su mano casi instintivamente al ver a todos, Miguel se dió cuenta como captamos la mirada de todos y grito.
-¿Qué pasa porque tanto silencio? Sí la fiesta apenas acaba de comenzar -Todos sonrieron y él me acarició la cabeza - Este enano que ven aquí es un gran amigo y se los encargo mucho, que no se aburra en este lugar.
Me agache y me puse como un tomate, solo podía escuchar bullicio de todos, no podía entender nada, me tomo del hombro y me llevo a una mesa donde estaban, Lana, Astrid Mateo, mi hermana, Arlen y otro chico que no conocía, me sentí mal al ver a Astrid con Mateo tan juntos, pero el estar al lado de Miguel me hacía sentir mejor.
Saludé a todos sin excepción y tome asiento al lado de Miguel y de Arlen.
No sé cómo terminé en esta situación tan incómoda, cayó la noche entre plática y platica todos estaban bajos los efectos del alcohol, solo sentía cuando Miguel me jalaba un par de veces para hablarme y después me jalaba Arlen, sentía una mirada de alguien cada que pasaba esto, decidí levantarme al baño me sentía mareado, necesitaba mojarme un poco el rostro si no quería terminar como el pobre chico que llevo Arlen, dormido en la silla y recostado en la mesa encima de un pastel, dios cómo es que pasó esto.Llegué como pude al baño no me percate que alguien estaba detrás de mi, entre y cuando estaba por cerrar la puerta, me detuvieron, levanté la mirada y era Miguel.
-¿Que paso enano, te sientes mal?- me miró preocupado- lo siento no debí darte tanto alcohol.-acarició mi cabeza mientras me
miraba a los ojos.Nos quedamos mirando fijamente por unos segundos. Lo jale dentro del baño y el cerró la puerta casi por instinto, me tomó del rostro no podía apartar mi vista de sus labios.
Nos empezamos a besar desesperados, sentir sus labios con los míos nuevamente, fue como magia, sentir su lengua envolviéndose con la mía fue tan excitante, nos empezábamos a dejar llevar por la pasión de el momento.No podía dejar de acariciarlo y tener unas ganas tremendas de arrancarle la ropa
Nos desprendimos de cada prenda que nos estorbaba, besamos cada rincón de nuestro cuerpo, deseando más y más.
Algo dentro de mi sabía que eso no estaba bien, pero él sabía cómo volverme loco.
Miguel se arrodilló frente a mi masajeando mi miembro, comenzando a chuparlo, succionando levemente, no pude evitar comenzar a moverme haciendo que le entrará todo por su garganta, era tan excitante hacer eso, comencé a jalarlo del cabello sin darme cuenta, estaba tan extasiado.
Todo pasó tan rápido y tan lento al mismo tiempo solo quería que durará más ese momento.Tocaron la puerta y no podíamos parar, se escuchaba una voz de dos mujeres, en ese momento no podía reconocerlas siquiera, estaba tan concentrado en Miguel.
El se levantó de golpe y contestó tratando de no parecer agitado.-Alex tomo de más y está vomitando, en un rato salgo cariño.- me miró apenado- Lo siento esto no debió pasar. -dijo en un susurró.
No pude evitar que mis ojos se llenarán de
lágrimas-Está bien, no importa, entiendo- Me comencé a vestir rápido y salí del baño enseguida- ¿Puedes decirle a mi hermana que la veo en el carro? Por favor.
Salí lo más rápido posible de la casa y me metí en mi coche, solo quería arrancar y irme pero no podía dejar a mi hermana allí, ella no tenía la culpa de lo que pasó en ese lugar.
Mi vista se nublo y lágrimas caían de mi rostro, solo me preguntaba porqué había pasado eso, tal vez caímos presos bajó los efectos del alcohol. Ahora estaba más confundido que nunca, sentí que abrieron la puerta del copiloto y solo sentí un reconfortante abrazo
No pude evitar llorar como un niño pequeño, ni siquiera sabía quién era la persona que me abrazaba, solo me sentía tan confundido, herido y culpable.
Después de un rato me levantaron el rostro, no quería abrir los ojos de la vergüenza y sentí un beso en la frente.-No llores, pequeño- Me miraba con tristeza mientras limpiaba mis lágrimas, era mi hermana- Perdón por traerte aquí, solo pensé que te animarías un poco mirando a Miguel, pero me equivoqué, lo siento.
Le sonreí levemente para no hacerla sentir mal- No pasa nada, estoy bien, solo es el alcohol, no me ayuda en nada- Reí y acaricié su cabeza.
-Vamos a casa, yo manejare no quiero morir tan joven y hermosa, enano- sonrió triunfante y haciendo un ademán.
Ese día es imposible de olvidar, me alejé de ambos a pesar que fuimos invitados a pasar Navidad con ellos, no asistimos, no tenía animos de salir a ningún lado y mi hermana ya no trato de sacarme de nuevo, me la pasaba los días leyendo, libro tras libro, como si no fuera suficiente ya el dolor y la confusión que sentía, me torturaba más con cada página de aquellos libros de romance.
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Un Chico Imperfecto
Teen FictionEsta es una historia donde es narrada por el protagonista, en el cual se encontrara en algunas situaciones incomodas, también va demostrando todos los sentimientos que llega a sentir un chico y por heteronormatividad no lo llegan a demostrar. Un ch...