Buenos dias

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Los primeros rayos del pegaron en mi rostro sentí una mano acariciandome el rostro, sonreí medio dormido y aun con los ojos cerrados.
- Buenos días- Abrí los ojos, que hermoso fue que mi mirada se encontrará tan cercas de la de Astrid, sonrió coqueta. - ¿ Dormiste bien?
Me abrazo, se acercó a mi rostro instintivamente cerré los ojos rozó mis labios con los suyos y sonrió.
- Muy buenos días diría yo- Me dio un pequeño beso en los labios y se quedó lo suficientemente cercas como para sentir su respiración, su sonrisa, su nariz. - Dormí muy bien ¿ Y tu?
- Yo la verdad no pude haber dormido mejor- me aleje un poco- ¿ Quieres que prepare el desayuno?
Me miró como si pensara que la trataba de esquivarla.
- Que bueno, no no como crees estas en mi casa yo debo hacerlo.
- Pues veras es que no quiero morir aun - Sonreí burlón y la abrace- Dejame cocinar ¿ Si? Y tu me ayudas
- Tonto - Me empujó un poco- Ayer solo estaba distraída - Se puso colorada, me abrazo y escondió su rostro- Muy distraída.
- Jajaja esta bien, pues entonces hagamos la comida juntos- Le acaricie la cabeza y le di un pequeño beso- Anda que ya es tarde.
-No quiero levantarme- Dijo como una niña pequeña- Quiero quedarme así contigo.- Se acercó a mi rostro y se me quedo viendo suplicante.
- Bueno podríamos estar todo el día juntos si es lo que quieres - Sonreí todo rojo y apreté su cachetes con cariño.- Pero deberíamos comer
Sonrió levemente mientras me soltaba y se levantaba con mucha flojera.
- Ay esta bien- Extendió sus manos para ayudarme a parar, la tome de las manos me levante hice que me rodeara la abrace y le di un beso en la frente.
-Vamos, ve a cambiarte es pijama y yo me iré a lavar la cara y la boca nos vemos en le cocina- sonrió y me miró
- Te acompaño yo también debo suerte bobo - la mire avergonzado.
- Esta bien- me tomo de la mano y caminamos hacia el baño.
Tome el cepillo de dientes que había dejado ayer para no perder tiempo al despertar, me comencé a lavar mis dientes y Astrid solo me miraba, le hizo una seña de que se lavara los dientes y ella también comenzó a lavarselos pero no me deja de ver y me ponía nervioso.
Despues de terminar de lavarnos los dientes y lavarnos la cara Astrid se acercó y se colgo de mi cuello note que no estaba tan alta solo era que ayer llevaba zapatillas, me hacerco a su rostro y dijo.
- ¿No crees que hacemos una linda pareja?
-¿ Ehh? Pues creo que si- dije un poco nervioso sin dejarla de mirar.
- Bueno te lo demostrare esperame- sonrió pícara y salió del baño.
¿ Que planeaba hacer? Me quede medio tonto con eso, suspire, no tardó mucho escuche sus pasos volviendo al baño, tal vez venia de su habitación, voltee a ver la puerta y ella venia entrando con la cámara en la mano, le mire y sonreí.
-¿ Nos tomaremos una foto juntos? - Pregunte sabiendo la obvia respuesta.
-Pues claro- acomodo la cámara - No le prestes atención a la cámara solo a mi- Se colgo de mi cuello quedo un poco cercas, no podía ver otra cosa mas que sus ojos, sentí el flash de la cámara varias veces y como ella se acercaba cada vez más, hasta que por fin nuestros labios se juntaron y comenzamos a besarnos, el beso cada vez más intenso, nuestras lenguas comenzaban a jugar entre ellas, no se en que momento la comencé a cargar, sus muslos eran muy suaves, sus manos jugaban con mi cabello, su respiración y la mía cada vez estaban más agitadas no nos queríamos separar, deje de besarla en los labios para besarla y darle pequeños mordiscos en el cuello y a darle pequeñas masajes un su busto, un pequeño gemido se le escapó de su boca.
Aun podía sentir el flash de la cámara comencé a separarme poco a poco, su mirada estaba llena de deseo no queria parar, se quito su blusa quede embobado por un momento su piel era muy bella, tenia un abdomen muy lindo. Volteo a ver la cámara la miró a ella sus ojos pasan de deseo a susto.
-L-o siento- Dije algo nervioso y con mucho trabajo por que aun no recuperaba mi repiracion normal.- Y-o-o de-ebo controlarme más.
-N-oo no lo hagas - Tomo la camara y la apagó, me tomo de la mano y me llevo hacia su habitación, cerró la puerta y se sentó en la cama. - Ven, siéntate a aquí a mi lado.
- ¿ Estas segura? - Me senté a su lado y la tome de la mano.
-Si -Su mirada marcaba mucha más seguridad.
Debo decir que fueron los mejores buenos días de mi vida, nuestros cuerpos parecían encajar perfectamente, bese y disfrute cada parte de su cuerpo. Dejamos toda nuestra fuerza y deseo en esa cama, terminamos abrazados disfrutando de nuestra compañía, sentir su piel rozando con la mía fue la mejor sensación de mi vida.
No podía dejar de llenarla de pequeños besos de felicidad cada vez que me miraba.
Terminamos agotados, ella se quedó completamente dormida se veía hermosa. Su rostro parecía brillar por los rayos del sol que alcanzaban a entrar, parecía un ángel.

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Un Chico Imperfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora