Reencuentro (parte1)

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POV Alba

Hace 4 años que abandoné Madrid para dedicarme a ayudar a mi familia,
hace 4 años, me alejé de todos mis amigos y no volví a tener contacto con ellos, hace 4 años, que dejé a mi felicidad atrás, por culpa del miedo, del qué dirán, por miedo a mirar a los ojos a la realidad.... Hoy, después de tanto tiempo, vuelvo a casa, a Madrid, a empezar una nueva vida, con la esperanza, de que todas las dificultades vividas en el pasado, sean completamente olvidadas

Pero ya está bien de huir, es hora de afrontar la realidad y volver al hogar que me vio crecer, enamorarme, como el pavor recorrió mis venas...

He decidido volver, a pesar de tener q enfrentarme a los fantasmas del pasado y lidiar con la culpabilidad en la mirada agena... Tras 4 años, regreso a casa, tras 4 años... Vuelo a encuentrarme

El tren salió de la estación una mañana de Abril, como otra cualquiera para mí triste y aburrida vida... Desde la muerte de mi hermana Marina, todo ha sido así de monótono, así de apagado.... Suspiré resignada y me senté en mi vagón con un nerviosismo palpable en mi cuerpo, así q para tranquilizarme, decidí sacar mi cuaderno de dibujo y me dediqué a explayar mis pensamientos en él... Últimamente solo me salían dibujos lúgubres, oscuros.... Ya que así es como percibo mi vida... Oscura y vacía. Sentía la mirada de todo el mundo recayendo sobre mí, y la verdad, mis inseguridades fueron creciendo cada vez más, un chico pareció notarlo y se acercó a mi con una sonrisa amable

-No deberías ponerte así de nerviosa, nadie te está juzgando, ¿eh?

-Y tu deberías no meterte en mi vida- respondí de manera cortante por la incómodidad del momento

-Perdona, perdona- el chico se sonrojó levemente y se sentó a mi lado- ¿puedo al menos saber tu nombre rubita?

En ese mismo momento dejé de dibujar y miré al chico, había algo en él que me transmitía confianza, pero juré no volver a confiar en nadie

-Alba.... Me llamo Alba- vi como el chico sonreía un poco más y me miraba a los ojos

-Alba es un nombre precioso.... Yo soy Damion, encantado de conocerte - dijo tímidamente, me hacía gracia que aquel chico, que aparentemente era tan seguro, fuera tan tímido en ese instante

- Vas también a Madrid, ¿no?- su pregunta hizo q saliera de mis pensamientos, solo me salió asentir

-Lo decía porque ya hemos llegado a la estación de Atocha.... - Damion rio levemente y se levantó de mi lado, yo imité su acción para cojer mi enorme maleta y salir del tren.

-Bueno, pues aquí se separan nuestros caminos Alba, un placer haberte conocido - tras decir esto, Damion se fue de allí, dejándome completamente hundida en mis pensamientos

Decidí regresar a mi antigua casa para descansar un rato, ya que un golpe de nostalgia me acunó nada más llegar allí... Una nostalgia bastante doliente, pues mi vida nunca fue fácil, y ahora aun menos llevando otra dentidad a mis espaldas por miedo a la fama.

Tras un rato sin hacer nada más que sumergirme en mis recuerdos, fui a mi cafetería favorita de Malasaña, y al entrar, sentí como si hubiese dado un salto en el tiempo, pues nada había cambiado... Observé a Teresa, la dueña del bar, algo más envejecida pero con la misma vitalidad de siempre, sonreí para mis adentros y me senté en una de las mesas para tomarme un café, sin embargo, mis planes se vieron interrumpidos cuando aquel chico q conocí en el tren se cruzó en mi campo de visión

- ¿Damion, que haces aqui?

-Trabajo aquí - dijo sonriendo - ser hijo de la jefa conlleva ayudarla... Y aún todavía necesitamos más personal.... ¿Tú no necesitas trabajo?

¿Si necesitaba trabajo? Realmente no, ser una escritora, aunque se me conozca con otro nombre y otro aspecto, me da lo suficiente para vivir, pero, sinceramente, si quiero vivir una nueva vida, esta es una oportunidad perfecta

-Pues justo venia a solicitar empleo - sonreí con timidez

- Date por contratada, ve al almacén y ponte el delantal, empiezas ahora mismo

Asentí e hice lo que mi nuevo conocido y supervisor me pidió, ya con el uniforme colocado, me puse tras la barra para atender a la gente, a través del cristal, sentí una mirada penetrante sobre mi persona, pero al levantar la vista, no ví a nadie conocido, solo una pareja de jóvenes que observa con curiosidad el cartel de la cafetería, sin embargo, la chica no apartaba los ojos de mí.... ¿Acaso ella me conocía? ¿Ella formó parte de mi anterior vida aquí en Madrid? ¿Sería solo casualidad? Tan asumida estaba en mis pensamientos que di un pequeño bote cuando Damion me dijo que le pasara un vaso de agua... Cuando se lo dí y levanté la vista, ya no vi a nadie... ¿Fue mi imaginación o realmente esa chica me miraba con incredulidad en sus ojos?

Y volviste a míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora