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- No quería hablarte así, lo entiendes ¿verdad?- Me miró sonriendo, si claro, imbecil.

- si- dije, salí del coche

Camine hasta la recepción, entregue mi información y me indicaron que subiera al piso 5, al llegar me recibo el señor Emiliano que era el que me había solicitado para el trabajo

-Nina este será tu puesto de trabajo- me indico una pequeña oficina con todo lo indispensable para trabajar.

- Espero que te sientas cómoda, en unos días llegará mi sobrino, él ocupará la oficina que está frente a esta, con él es con quien vas a trabajar- entramos a el cual sería el lugar que ocuparía

-Muchas gracias por esta oportunidad, me esforzaré por hace bien mi trabajo- hable

- No hay nada que agradecer, eres buena en lo que haces y eso se aprecia - sonreí -Te deje información para que comiences a trabajar - se dirigió a la puerta

- nos vemos después señor Emiliano- di un leve brinco de felicidad, al fin estaba cumpliendo mis sueños tal y como los planee, esto era el inicio y haría mi mejor esfuerzo por alcanzarlos de la mejor manera, tome mi bolso donde tenía unos marcos con fotos, con mis padres y otro con mis amigos, deje la pulsera azul que tenía de él desde hace años atrás y la coloque sobre el mueble.

Trabajé todo lo que me dieron y de verdad que todos los escritos eran mágicos, termine con uno que me interesó mucho y cuando menos me los espere ya eran las 6, era momento de irme. Recojo mis cosas y alguien toca la puerta, indicó que entre.

-Nina, es hora de la salida, en la recepción me informaron que alguien llamado Matteo Balsano te está buscando- habló Sebastián el chico de recepción de quinto piso.

- Muchas gracias Sebastián, nos vemos mañana- le sonreí

- Nos vemos mañana- respondo y salgo detrás de él.

Fui a el ascensor para bajar y al llegar a la recepción estaba Matteo,sonreí, recuerdo que me dijo que vendría por mí después del trabajo.

- Hola Nini- saludo alegre.

Nuestros nombres en la arena. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora