[The Secret Lover] ‹Maylor›

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Desde el día de la importante propuesta, Roger se adentraba diariamente en la residencia May para comunicarle a Brian detalles importantes acerca de la boda. Taylor había pedido ayuda a Fray Miami,a quien le contó con lujo de detalle la historia de su romance con May, y lo que se necesitaba y se haría para llevarse a cabo una boda en secreto. Meddows había trabajado con Fray Miami cuando más pequeño, así que el de cabellera rubia le tenía bastante confianza.
Y así pasaron los días, Brian le había dicho a Mary sobre el romance que tenía con el chico del clan rival, Mary sólo quería ver feliz a Brian, recordando que cuando pequeño, lo único que podía escucharse por los lujubres y fríos pasillos era al pequeño de ojos hazel corriendo de un lugar a otro corriendo entre risitas recitando una poesía para alguien inexistente, o claro hasta ese momento. La noche cayó bajo los dos amante ingenuos, no parecía ser tiempo de lamentos, eso llegaría un poco después.

Un poco antes de la ya acostumbrada llegada de Roger, los señores May avisaron a Brian que mañana sería la boda que habían planeado con la princesa, esperaban emoción más sin embargo sólo recibieron un rostro de temor, temor de no pasar el resto de su jodida vida con Roger Meddows Taylor. No pudo verlo esa noche, toda la familia custodiaba a Bri, para que no escapara, en la mañana lo arreglaron; llevaba un hermoso traje de seda hecho a mano, raramente confeccionado desde el día de su nacimiento, el atuendo había esperado por años, en un lugar solitario de la residencia May. La ceremonia fue sin duda como un cuento de hadas, la novia era la más hermosa reina vista nunca, una ninfa radiante, la luz del ventanal de cristal de la iglesia daba a su perfecto rostro iluminando sus femeninas y finas facciones. Llegó el momento, se le pregunto a ella ¿Aceptaba pasar el resto de su vida con Brian Harold May? Sí, aceptaba ¿Brian aceptaba pasar el resto de su vida con ella? Solo aceptó...

Adivinen quien se encontraba en la ceremonia... ¡Sí! Roger Taylor. Ahora solo teníamos a la nueva versión del despreciable y despechado Roger Taylor, rueguen por él. Rueguen por su maldito corazón roto.